#ProjectCafé I: Un anuncio entre brumas

Después de haber tratado obra, milagros y please understands del actual presidente de Nintendo, Satoru Iwata, comenzamos una nueva serie de artículos centrados en la compañía japonesa. Aunque, en esta ocasión le toca a Wii U ser la diana de nuestras publicaciones, y para ello, nada mejor que comenzar llamándola por su más primitiva denominación: Project Café.

El café de los rumores

Corría el año 2011. La reina indiscutible del mercado, Wii, se encontraba ante sus últimos días de existencia tras haber conseguido unas cifras realmente mareantes. Sin embargo, la edad no perdona, y la sobremesa ya necesitaba retirarse a descansar para ceder paso a una nueva consola. Una consola que por fin incorporase la tan ansiada alta definición que los jugadores pedían.

Llegó abril y las alarmas se dispararon. Una fuente anónima (ay, benditos insiders) confirmó que la Gran N se encontraba preparando el anuncio de una nueva videoconsola para el E3. Nombre en clave: Project Café. Ni que decir tiene que, a raíz de esto, internet se plagó de teorías, rumores, y todo tipo de supuestas filtraciones que afirmaban cómo sería la consola de Nintendo. Algunas más acertadas, otras menos, pero todas formando parte de un batiburrillo de ideas que acabaron confluyendo en un concepto. El mando sería la clave de esta pieza de hardware e iba a incorporar una pantalla táctil.

Poco tardaron los japoneses en salir al frente ante esta situación. Los de Kioto emitieron un comunicado el 25 de abril de 2011 afirmando lo que muchos daban ya por hecho. Además de hacer oficial que mostrarían su nueva consola en el E3, Iwata aprovechó la reunión de inversores cercana para dar nuevas pinceladas en este lienzo sobre el que todo el mundo opinaba. Gracias a sus palabras, supimos que Project Café no llegaría a las tiendas hasta bien entrado el 2012 y que “ofrecería algo nuevo a los sistemas de juego de sobremesa”. Ya sólo nos quedaba sentarnos, esperar y ver qué ocurriría en el Nokia Theater de Los Ángeles, hogar de la conferencia de la compañía nipona en la feria por excelencia del videojuego.

¿Es un pájaro? ¿es un avión?

¡No!, es… ¿un mando? Esta fue la primera idea que nos vino a la cabeza cuando, tras presentarnos a Wii U como el nuevo sistema de la Gran N por parte de Reggie Fils-Aime, presidente de Nintendo América, fuimos testigos de un vídeo en el que se lucían, además de unas demostraciones técnicas con un notable salto gráfico con respecto a lo visto en Wii, una serie de funciones multimedia que tampoco se podían catar en dicha antecesora. Todo ello con un gran elemento protagonista, el novedoso GamePad.

Mientras tratábamos de digerir este plato que la compañía nos acababa de soltar sobre la mesa,  Iwata subió a la palestra. ¿Para mostrar la consola?, no.  Indicios sobre su precio, explicaciones sobre las virguerías hechas para resolver los problemas de latencia con el controlador y el énfasis en la filosofía de incluir a todos los que estuvieran en la misma sala en la experiencia de juego nos llegaban de boca del japonés. Pero lo mejor estaba por venir... ¡La que estaba montando un mando!

De golpe y porrazo, el jefazo de Nintendo nos soltó que Smash Bros. iba a llegar tanto a Nintendo 3DS como a Wii U. ¡Y no sólo eso!, Reggienator volvió a la palestra para sacar pecho con las aptitudes técnicas del hardware a través de una demo que nos mostraba a un gorrión atravesando un hermoso paisaje (ay, la que liaste pollito), hablar del catálogo de lanzamiento; en el que figuraba un tal New Super Mario Bros. Mii; y terminar con un nuevo metraje en el que se lucía toda una cohorte de personajes de renombre de la industria.

Thirds, ¿promesas cumplidas?

Desarrolladores y creativos tales como Peter Moore (presidente de EA Sports), Karthik Bala (CEO de Vicarious Visions), Danny Bilson (Vicepresidente ejecutivo de THQ), Yves Guillemot (CEO de Ubisoft), Martin Tremblay (Presidente de Warner Bros. Interactive) o Ken Levine (Director Creativo en Irrational Games) salieron lanzando flores a la nueva plataforma de la compañía para luego dar paso a todo un catálogo de títulos que llegarían tras su lanzamiento (¿y mi Metro Last Light?). Y mientras tanto, ilusos de nosotros, pensábamos que las thirds y la Gran N se habían reconciliado… ¡y todo gracias a un mando!

Aún seguíamos necesitando aire para masticar todo esto, pero Nintendo no bajaba el ritmo y venía dispuesta a asestar el golpe de gracia mientras seguíamos confusos. Y para ello nada mejor que traer a un claro ejemplo del poder third, John Riccitiello (por aquel entonces CEO de Electronic Arts). El estadounidense comenzó haciendo volar nuestra imaginación con todo lo que nos permitiría hacer este milagroso controlador con los videojuegos de la compañía, soltando una perla tan poderosa como:

“…imaginad un shooter como Battlefield con unos gráficos que os dejarían boquiabiertos y unas suaves animaciones hechas por el FrostBite Engine y traídas a vosotros en un sistema Nintendo…”

Riccitiello dio la estocada final asimilando la transformación que EA estaba sufriendo con la transformación que Wii U suponía para la Gran N y culminando con el anuncio de una asociación sin precedentes hecha entre Nintendo y Electronic Arts. Algo gordo, muy gordo, se estaba preparando, y teníamos que darle las gracias a ese artilugio, ¡a ese mando!

Sin embargo, el tiempo pasó. De cara al E3 de 2012 muchos cambios llegaron a la consola. De hecho, ya podíamos hablar de una consola en sí, y es que los japoneses aclararon que lo que habíamos visto no era solo un nuevo controlador, sino una nueva plataforma que iría conectada a nuestros televisores. Lo que viene siendo una videoconsola de sobremesa de toda la vida, pero con un nuevo aliciente. Exacto, ya lo sabéis, ¡el GamePad!

2012 llegó, y con él una presentación por todo lo alto para Wii U, además de una demo técnica de Zelda con la que muchos siguen soñando a día de hoy. Sin embargo, el tiempo pasó y su lanzamiento finalmente llegó, con una serie de sucesos que nos hicieron plantearnos dónde quedaron esas palabras tan bonitas que las thirds habían soltado en 2011. Pero de eso ya hablaremos más en el siguiente capítulo. Eso sí, estad tranquilos, el protagonista esta vez no será un mando.