#Project Café III: Para vosotros, verdaderos jugadores
O cómo Wii U nos invita a JUGAR
Quede claro que bajo ninguna circunstancia el objeto de este artículo es criticar el catálogo de otros sistemas, Miyamoto me libre, sino el de, por qué no, sacar pecho del reducido pero increíble surtido de juegos presentes y futuros de Wii U.
Y es que la sobremesa de Nintendo es una consola para jugadores, con todas las letras, hombre ya. No tendrá los mejores guiones (si es que consideramos buen guion a según qué cosas, porque ojo, auténticas películas de sobremesa de Antena 3 he tenido el “placer” de “jugar”), ni los mejores gráficos (entendiendo mejores gráficos como aquellos con más brilli-brilli y texturas de más peso), ni siquiera toca todos los géneros como sí hizo Wii en mayor o menor medida, pero los que toca, los borda, jugablemente hablando.
Desde tiempos inmemoriales Nintendo se ha caracterizado por ofrecer auténticos videojuegos, con más de juego que de vídeo, de hecho, cuando se ha metido a hacer vídeos en los juegos, el resultado nunca ha sido todo lo satisfactorio que debiera, salvo honrosas excepciones, las cuales además han llegado en su mayoría en los últimos años. Pero no cabe duda de que el sobresaliente lo alcanza Nintendo y quienes van de su manita en lo que a muchos nos interesa y que hace que sigamos fieles a ella (o casi fieles, solo coqueteando con otras), y no es otra cosa que en las mecánicas jugables, y aquí incluyo y diferencio control y formas de jugar. Permitid que me explique: hay muchas formas de jugar a un juego de tenis, por movimiento, botones, una mezcla de ambas… pero, sea cual sea la escogida, ha de hacerse bien, debe tener un buen control sea la fórmula elegida de jugar la que sea, y aquí es donde la de Kioto no falla.
Cuando nos metemos a jugar a un juego de Nintendo, no nos preocupamos de que se vaya a jugar bien o mal, porque sabemos que van a dar en el clavo. Así, en Wii U tenemos ejemplos en casi todos los géneros:
- Conducción: Mario Kart 8 es el Mario Kart más refinado de todos en cuanto a control. Verdad es que este viene heredado de DS, GameCube, Wii y 3DS, pero no por ello es menos acertado. Mario Kart 8 es sumamente jugable desde el minuto uno. No le hace falta nada, ni escuela de pilotos ni nada que se le parezca. La pericia viene a base de práctica, y se nota. Otro título que suena no con demasiada fuerza para este E3 es Excite Truck. Personalmente agradecería sobremanera un nuevo juego de la franquicia Excite (truck, bots o bike), pues nunca está de más algo más de seriedad en según qué géneros, o en todos, ya puestos. Incluso, ¿os imagináis que volvieran NBA Courtside o Wave Race? El de las motos de agua tiene más papeletas que el juego apadrinado por Kobe Bryant, pero nunca se sabe.
- Disparos: Quizás el culpable del por qué de este artículo. Splatoon se ha convertido por méritos propios en el shooter de Nintendo. Había que marcar la diferencia y así ha sido, ha llegado un colorido soplo de aire fresco al mundillo y lo ha hecho para quedarse. Ojalá este E3 veamos, quién sabe, quizá un nuevo Metroid Prime, juego que también gozó de un control único y medido al milímetro y que contaba una gran historia (la de la raza Chozo) sin dejar aparcadas las premisas jugables para ello, aunque tiene más de aventura que de shooter, todo hay que decirlo.
- Deporte: Es sin duda de lo que más coja anda Wii U, y es que juegos como Maro & Sonic no pueden hacernos olvidar esas pachangas futboleras al Mario Strikers, sobre todo en su versión Wii, o al Mario Tennis, incluso al insulso pero por alguna extraña razón adictivo Mario Sports Mix. Cierto que tenemos una versión mejorada de Wii Sports, pero a todas luces no salva la papeleta. Y no, NBA 2K13 y Fifa 13 no cuentan aunque queramos.
- Peleas: tenemos Tekken, Injustice y por motivos que nunca conoceremos, no tenemos Street Fighter, pero quien ha logrado salir victorioso de tanto mamporro ha sido el inigualable Super Smash Bros. for Wii U. Un arcade de peleas con una jugabilidad perfecta, sin más. La base ya era buena, pero Sakurai y su equipo han conseguido darle una vuelta más de tuerca y parir a una criatura que no para de crecer y crecer. Pero no solo de melees multitudinarias vive el nintendero, pues no sabemos aún si Little Mac está preparando su vuelta al cuadrilátero. Otro juego puro, directo, sin complicaciones y donde todos los controles, elijamos jugar con mando normal, Wiimote o incluso la tabla, respondían a la perfección, y menos mal, pues es un título exigente donde los haya.