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Nintendo cumple 125 años

Breve repaso histórico desde las cartas Hanafuda hasta su mayor crisis financiera.

Es 23 de septiembre de 2014, lo que significa que hace 125 años echó a andar en Kioto, Japón, una empresa llamada Nintendo. No hay actos conocidos para conmemorar este aniversario. 

La familia Yamauchi

Nintendo, cuyo significado podría traducirse como enviado del cielo, fue creada por Fusajiro Yamauchi en 1889 para dedicarse a la fabricación de Hanafuda. Entonces las cartas estaban prohibidas en Japón, por lo que se jugaba con esta variante en la que los dibujos son flores (ver más: Nintendo de la A a la Z - Hanafuda). Su siguiente paso fue comenzar a fabricar barajas occidentales, ya en el siglo XX. Tuvo tanto éxito, que en 1933, en plena invasión japonesa de China, la empresa familiar se transformó en la compañía Yamauchi Nintendo Co. Ltd.

El rumbo de la compañía cambió en 1950 con la entrada del heredero familiar al puesto de director general. Era Hiroshi Yamauchi, recientemente fallecido y presidente de Nintendo durante 52 años (ver más: Nintendo de la A a la Z - Yamauchi).

Comenzó un viraje hasta el sector de los juguetes gracias a una alianza con Disney que tuvo su mayor éxito en un producto llamado Ultrahand creado por el que ya despuntaba como gran inventor, Gunpei Yokoi (ver más: Nintendo de la A a la Z - Ultrahand). Su carácter innovador permitió su expansión en dos áreas de negocio que no habían estado juntas hasta esa época: la juguetería y la electrónica. 

Del Beam Gun a las videoconsolas modernas

Su primer producto fue la pistola láser Beam Gun, que sacó al mercado nipón en 1970 siguiendo los pasos de su rival SEGA. Un paqueña luz infrarroja capaz de señalar sobre la pantalla de televisiones de tubo para poder interactuar con la imagen en momentos puntuales. Nintendo entró en el mundo de las recreativas y se lo jugó todo con su Laser Clay Shooting System, un auténtico rifle láser lanzado en 1973. Pero ese año el mundo se vino abajo por la crisis del petróleo y las industrias del ocio se arruinaron.

Pero Yamauchi quería llevar el ocio electrónico a las casas, por eso insistió en la creación de un hardware propio. Entre 1975 y 1978 desarrollaron varios modelos junto a Mitsubishi, como las Color Game TV 6 y 15, que imitaban de forma simplificada lo que Atari producía en América antes.

Los 80 fueron tiempos de cambio, del comienzo de su gran aventura y del despegue de los videojuegos modernos. La década trajo la Game & Watch, primera máquina portátil con microprocesador y el videojuego Jumpman, creado por el jóven diseñador Shigeru Miyamoto (ver más: Nintendo de la A a la Z - Jumpman). Fueron el paso previo a la primera videoconsola de sobremesa de venta masiva y mundial, la Nintendo Entertainment System o NES. Era 1984. Un punto y aparte en la historia de los videojuegos.

A partir de ahí, la empresa comenzó a centrarse cada vez más en esta industria, abandonando todos sus otros mercados. Su modelo fue claro desde el principio: crear una videoconsola con un mando o controlador innovador y rellenar su catálogo con títulos desarrollados en casa y de calidad, invitando a otros creadores a sumarse a cambio de un canon de publicación (royalties).

Líder o colista, el más veterano del mercado

Con 125 años de historia es complicado imaginar que haya una empresa más longeva en esta industria. De hecho, es la única que continúa en el mercado del hardware de todas las que empezaron. 

Lo logran gracias al capital obtenido en las primeras generaciones, en las que se llevó el liderato en ventas y en popularidad con sus NES, GameBoy y SNES. El primer golpe se lo llevó a mediados de los 90 cuando Sony lanzó su propio producto aprovechando un desarrollo conjunto con Nintendo que acabó roto. Su innovación, cambiar de cartuchos de plástico a discos ópticos, mucho más baratos de producir. Su marca PlayStation, se convirtió entonces y hasta hoy en la gran rival. Nintendo 64 ya no fue líder en su sector, aunque Nintendo mantenía el mercado portátil con GameBoy Advance; y en la década siguiente, con GameCube tocó fondo en volumen de ventas, pero nunca llegó a estar en pérdidas gracias a un modelo de negocio de doble ingreso.

2002 es otro año para recordar porque por primera vez en más de 100 años alguien de fuera de la familia toma el control de la empresa. Es Satoru Iwata, antiguo desarrollador y co-creador de personajes como Kirby. Entró con la voluntad de seguir los pasos de su anterior jefe: innovación y conjunción entre hardware y software. Dos años más tarde se puso a la venta el mayor éxito de la historia de la casa, Nintendo DS, una portátil que recuperaba el diseño de sus viejas Game & Watch con la inclusión de una pantalla táctil. Su mérito, expandir la industria hasta una población que hasta entonces renegaba o criticaba a los videojuesgos a través de una variedad del software capaz de apelar a todo tipo de públicos. El modelo siguió creciendo con el lanzamiento de Wii y su controlador con sensor de movimiento. Entre ambas vendieron más de 250 millones de videoconsolas y cerca de 2.000 millones de videojuegos, una cifra que continúa aumentando en estos momentos.

Pero esta efeméride llega en uno de los peores momentos de la empresa. El modelo de negocio del videojuego tradicional sufre el impacto del paso a la alta definición, que implica unos costes de desarrollo y producción mayores, y su marca Wii está en decadencia. A pesar del buen funcionamiento de su marca DS, capaz de sobrevivir al empuje del mercado de teléfonos inteligentes y la fuga de aquel nuevo público a este sector más barato y concentrado, Nintendo ha acumulado por primera vez en su historia varios años de pérdidas. Aunque sus cuentas están saneadas, la inquietud rodea a la directiva en una compañía conocida por su gran estabilidad. 

Es lo que han deparado 125 años de historia de Nintendo. El resto es una larguísima lista de videojuegos.