¿Me la tararea?
¿Os acordáis de la música del último juego al que habéis jugado?
Os propongo un pequeño ejercicio. Cerrad los ojos y pensad en el último videojuego al que habéis jugado. Ahora, intentad recordar su música. Una melodía del tema principal, una pieza que os haya llamado la atención… ¿Habéis tenido éxito? Si no, no pasa nada, es algo que también me pasa a mi extraordinariamente a menudo.
Y es que he notado que la música importa cada vez menos en los videojuegos. Soy capaz de rememorar y entonar perfectamente docenas de melodías de juegos antiguos, y no necesariamente porque los haya jugado miles de veces. Sencillamente, eran canciones buenas, que representaban a un personaje o a una saga a la perfección. ¿Quién no es capaz de recordar el tema de Super Mario Bros., Tetris o de algunos de los escenarios de Street Fighter II?
Pero ahora: ¿podéis tararearme la banda sonora de Assassin´s Creed? ¿De Mass Effect? ¿Podéis mencionar una canción de Call of Duty? ¿Sois capaces de silbar por la calle el tema principal de Batman Arkham City o Gears of War? La música está perdiendo peso en los videojuegos. Se buscan ruidos de fondo, sonidos que acompañen a la acción, pero se está perdiendo el concepto de hacer una banda sonora memorable, que perdure, que sea un símbolo para el juego.
Que conste que no es una cosa que se esté dando desde hace mucho tiempo. Ha sido con la irrupción de los juegos en HD que se han centrado todos los esfuerzos en hacer títulos cada vez más visuales y que ignoran al resto de sentidos. Y es que antes casi todos los juegos solían tener una melodía que se te metía en la cabeza y no había forma de deshacerse de ella. Ahora hay que esforzarse por recordarlas.
Todos los conciertos de videojuegos acuden una y otra vez a las mismas piezas y hay una sorprendente falta de presencia de melodías más modernas. Por supuesto que hay excepciones a esto. Jouney es un juego con una calidad musical excepcional, Rayman Legends (aunque acudiendo a clásicos del pop y el rock) se ha esforzado porque su apartado musical esté a la altura de antaño y el tema principal de The Wonderful 101 se queda en bucle en las neuronas, pero son eso: excepciones.
Los juegos están cada vez más hechos sin tener en cuenta estos detalles. Creados para ser jugados y almacenados (o vendidos) en pocos días. No hay títulos desarrollados para durar, para permanecer en el subconsciente, que pidan ser rejugados a los pocos años para revivir esas experiencias. ¿De verdad alguien ha retomado GTA IV, por ejemplo, o ha pensado: vamos a echar una partidita a Gears of War, a ver cómo era?
No se busca dejar huella en el jugador, sino dejar huella en Metacritic, que hablen mucho de tu juego, vender lo máximo posible y pasar a la siguiente cosa con rapidez, no te vayas a dar cuenta que acabas de consumir un juego que sí, que puede ser bueno, pero que no es memorable que no aportará nada a tu vida salvo un puñado de logros en un perfil online.
Yo creo que la música, esa llamada a interior de las personas, que induce estados de ánimo, es el primer síntoma de que esta industria se está despersonalizando cada vez más y que se está orientando a un tipo de juegos que buscan cada vez más los fuegos artificiales, que sí, que son muy bonitos, pero que duran unos segundos y meten mucho ruido.
Este artículo refleja una opinión personal del autor y Revogamers no tiene por qué compartirla
¿Ha bajado la calidad de la musica en los juegos? ¿Cual es la ultima que recuerdas?