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¡Versus! Ronda 4: ¿Merece la pena Starfox Zero?

La lucha llega al espacio exterior.

Por desgracia, no puedo estar en absoluto de acuerdo con el análisis que realizó el compañero Gorka para esta santa casa. Reconozco que desde que se presentó, he tenido la mosca detrás de la oreja con este. A pesar de ello, me decidí a darle una oportunidad, porque es Platinum, es Nintendo y es Star Fox. Craso error, debería haber hecho más caso a mi intuición.

Empecemos por lo obvio. Gráficamente es feo, de narices. Entiendo que no es lo más importante pero que no da la talla es un hecho. Que un juego con esas texturas, ese poligonaje y esos escenarios lineales y tan faltos de detalles adolezca de popping y de notables caídas de frames me parece cuanto menos criticable. A ello no ayuda una dirección artística de dudoso buen gusto. Cualquiera de las entregas de Gamecube es más resultona si salvamos la obvia diferencia de resolución.

 

El otro punto polémico es el control. No me considero alguien inmovilista y suelo apreciar el esfuerzo por probar esquemas innovadores. Pero aquí no hacía falta experimentar: hablamos de un género muy poco prolífico en la actualidad y una saga con solo dos entregas clásicas y de calidad, por lo que el planteamiento no estaba gastado en absoluto y adaptar lo que funcionaba a la perfección hace 20 años con la máxima de “fácil de aprender, difícil de dominar” hubiera sido lo deseable. En vez de eso nos encontramos ante algo innecesariamente complicado y que se carga la esencia de lo que debería ser el título: diversión directa y arcade, ya que no hablamos de un simulador de piloto espacial ni de aviación.

En los momentos on-rails no hay mayor problema, pero en cuanto entramos en modo abierto y nos obligan a mirar a dos pantallas de forma simultánea (una para poder tener a los enemigos localizados y la otra para apuntar) el caos se desata y la sensación de descontrol se apodera de nosotros. Es tan poco práctico e intuitivo, que no puedo concebir que realmente se hayan empeñado en lastrar el juego de esta forma por el simple hecho de justificar un mando con el que nunca han sabido muy bien qué hacer. Eso por no hablar de decisiones extrañas como dejar que siga la acción mientras en el televisor vemos una cinemática (de forma que como te despistes y no vuelvas la mirada al Gamepad, lo más probable es que te estrelles) o usar un mapeado de botones extraño y nada ágil, relegando algunas acciones al stick derecho en otra decisión cuanto menos cuestionable. Por no hablar del hecho de que haya que estar recalibrando continuamente la mirilla o de que hasta vehículos clásicos como el Landmaster se manejen notablemente peor que antes.

Pero lo peor de todo es que no es divertido. El diseño de niveles resulta soso y aburrido, los mejores momentos siguen siendo los más clásicos pero también son los menos habituales ya que continuamente están cambiando la jugabilidad para explotar forzadamente el nuevo esquema de control. Cuando parece que empiezas a disfrutarlo, aparecen las secciones con el tedioso y ortopédico Walker que cortan totalmente la acción, o te intercalan una lenta y aburrida pantalla de infiltración en la que debes ir pirateando sistemas de la forma menos “starfoxiana” posible. El desarrollo se nota falto de ritmo porque continuamente hay interrupciones con secuencias que desentonan totalmente. En un título de estas características, en el que se supone que la gracia está en rejugarte las pantallas una y otra vez, esto es un fallo imperdonable puesto que solo con solo pensar en volver a repetir determinados momentos me entra una pereza enorme. Los jefes por su lado, son para darles de comer aparte, con combates eternos y con patrones repetitivos y poco originales, que se hacen demasiado largos y que suelen utilizar una cámara horrible en el televisor para forzarte, de nuevo y de forma totalmente antinatural, a mirar al Gamepad, Volvemos a lo de antes: la sencillez y la diversión directa eran lo que hacían al primer Star Fox y a Star Fox 64 juegos tan buenos y prácticamente perfectos en su campo. Aquí todo esto se pierde en pos de una variedad mal entendida, porque a veces es mejor hacer poco pero hacerlo bien.

En definitiva, lo he intentado, de veras. Pero para mi este Star Fox Zero entra dentro del paquete de experimentos fallidos con la saga. Me ha aburrido, frustrado, enfadado… Por una vez y sin que sirva de precedente, creo que una secuela de manual del clásico de Nintendo 64 hubiera sido mucho más satisfactoria. Es una auténtica lástima y una oportunidad perdida para revivir una franquicia con mucho potencial pero que pocas veces ha tenido el trato que merece. Habrá que esperar a una nueva iteración para ver si, esta vez sí, y nos dan un simple juego de naves como los de antes. Solo espero que no tardemos otras dos décadas en verlo…