WRC 2014
El juego oficial del mundial de rallies llega aligerado a Nintendo 3DS.
WRC Fia World Rally Championship: The oficial game - Análisis
WRC FIA WORLD RALLY CHAMPIONSHIP THE OFICIAL GAME es el primer título ambientado en el mundo de los rallyes que llega a una consola de Nintendo desde el fallido Colin McRae Dirt 2 de Wii. El juego llega de la mano de Milestone, estudio italiano que se ha hecho cargo de la franquicia desde la generación pasada con títulos aceptables pero que no llegan al nivel de las entregas firmadas por Evolution Studios en PlayStation 2 y PSP. Es también el primer título de la saga en llegar a una consola de la compañía de Kioto. Veamos si la larga espera ha merecido la pena.
Un título muy largo para un juego muy corto
Precisamente esa sería una de las mejores síntesis que podríamos hacer del juego que nos ocupa. Se queda corto en casi todos los aspectos. Esto es palpable ya desde la pantalla de inicio donde se nos muestran los dos únicos modos de juego disponibles (Temporada y Etapas Superespeciales) junto con el clásico Partida rápida y las Opciones. Y es en las opciones en donde el juego nos da el primer toque de atención. A priori vemos que cuenta con muy pocos parámetros seleccionables para un juego de este género. Se limita a escoger entre millas o kilómetros por hora, mostrar/ocultar la información en pantalla y seleccionar cualquiera de las 3 cámaras del juego, 2 de ellas exteriores y una on-board sobre el parachoques (no hay cámara interior).
El gran problema derivado de esta escasez se da a la hora de decidir si se muestra o no la información de carrera ya que no es posible personalizar o filtrar los parámetros que deseamos. Si está activada se muestra el velocímetro, los tiempos parciales, las señales de las curvas y hasta la trazada ideal, ocupando gran parte de la pantalla y la carretera. Llegados a este punto los más puristas podrían optar por desconectarlo todo e ir guiándose por las indicaciones del copiloto…cosa que no es posible ya que éstas no existen, así que al ser éste un juego de rallies tendremos que ir con toda la información visible de manera muy intrusiva si queremos mantenernos sobre el trazado. Se hubiese agradecido así mismo poder regular la velocidad a la que aparecen las señales de las curvas venideras, ya que en muchos casos nos dejarán vendidos.
En el modo principal, Temporada, disponemos de todos los rallies oficiales del Mundial 2014 con cuatro tramos por prueba. O quizá deberíamos decir dos tramos, ya que en realidad se trata de dos únicos recorridos en donde se compite en ambas direcciones (excepto en Reino Unido, donde inexplicablemente solo hay un tramo que se recorre de igual manera en ambos sentidos). Resulta un número de tramos bastante escaso y que nos permite hacer el mundial completo en no demasiado tiempo. Precisamente el diseño de estos tramos es el (único) punto fuerte que tiene el juego. Es donde muchos juegos fracasan a la hora de intentar transmitir lo que es un tramo típico de una prueba de rallies, ya que ofrecen carreteras que más bien parecieran circuitos o autopistas. En esta versión podemos encontrar tramos “ratoneros” típicos de Monte-Carlo, pistas de tierra rápidas y con saltos como los de Finlandia o carreteras de buen firme como las utilizadas en Cataluña. Sin embargo presentan un problema importante que afecta a la jugabilidad: la distancia máxima a la que puedes alejarte del trazado es demasiado limitada, provocando que realizando algunas trazadas “lícitas” el juego te haga reaparecer inmóvil en medio del tramo considerando que te has salido, lo cual evidentemente resulta muy molesto.
Así como hemos dicho que el diseño de los tramos está bastante conseguido, es a la hora de ponernos al mando de cualquiera de los World Rally Car (oficiales y privados) que compitieron en el Campeonato del Mundo del año pasado cuando aparecen los mayores problemas. A pesar de que el juego se presenta en todos los aspectos como un arcade, el control deja mucho que desear (recordando inevitablemente a las primeras entregas de la saga V-Rally).
Ello viene dado tanto por unas físicas poco trabajadas que provocan la sensación de conducir un coche sin ningún aplomo hecho de papel, lo cual a su vez imposibilita el control del vehículo una vez roza con cualquier elemento del escenario (incluso aquellos en apariencia inofensivos como una pancarta de tela). Por otra parte peca de tener unos controles excesivamente simplificados que parecen orientados a un juego táctil de smartphone. Incluso unifican en un mismo botón el freno de pie y el freno de mano, una decisión incomprensible en un juego de rallies que provoca que no podamos hacer una frenada intensa sin perder el control del coche (habrá que replicar el sistema del ABS apretando y soltando el botón rápidamente para poder hacer una frenada larga).. La única novedad en este apartado radica en la posibilidad de rebobinar unos segundos en el momento que cometamos un error de pilotaje, lo cual también rebaja el nivel de dificultad general del título.
Y, ya que hablamos de la curva de dificultad, habría que destacar que, más que curva, es una escalera. De ganar holgadamente un rally podemos pasar a luchar a brazo partido por el 15º puesto en el siguiente. Es la sutil manera de indicarnos que debemos cambiar a un equipo mejor. En total todos los equipos están clasificados de 1 a 3 estrellas, pero si a mitad de campeonato no competimos con uno de estos últimos tendremos muy difícil, por no decir imposible, conseguir avanzar.
El otro modo de juego, Etapas Superespeciales, son etapas VS. contra otro piloto ambientadas en los rallies que disputemos. El problema es que para desbloquearlas necesitaremos ganar previamente (demasiados) puntos que nos irán otorgando en el modo Temporada a medida que realicemos maniobras como derrapes o saltos.
Gráficamente el juego cumple ya que a pesar de presentar escenarios algo vacíos y sin rastro de público cuenta con una distancia de dibujado del horizonte lo suficientemente amplia como para que las curvas no se nos echen encima, evitando en todo momento el popping o las ralentizaciones; el efecto 3D cumple simplemente sin aportar nada ni molestar. Donde más se resiente el juego es en los modelados de los vehículos, muy pequeños y poco detallados.
Es, sin embargo, en el apartado sonoro donde el cartucho hace aguas. Como hemos comentado, la ausencia de un copiloto cantándonos las notas es algo que no se veía en un juego del género (con cierta capacidad técnica) desde la época pre SEGA Rally. Respecto a los sonidos de los motores, no esperábamos grabaciones reales de los World Rally Car, pero tampoco un ruido sordo que parece sacado de los juegos de coches de mitad de los 90. Los efectos sonoros además de muy escasos se repiten hasta la saciedad y la banda sonora está compuesta por una única canción, la del menú, que cuando se acaba no entra en bucle. El juego no cuenta con ningún modo ni complemento online, ni multijugador local ni tampoco hace uso de StreetPass o SpotPass, lo cual en un juego de estas características se agradecería enormemente.
Un juego que se queda a medio gas
World Rally Championship es un juego del que se esperaba mucho, no ya porque era el único exponente del género en la portátil sino porque era la primera entrega de la saga en una consola de Nintendo. Pero nos encontramos con un juego que peca de falta de ambición y dedicación detrás, que llega un año tarde y que en general sabe a poco. Solo su precio reducido y el diseño de alguno de sus tramos lo salvan de la quema.