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Words Up! Academy

Un concurso en la palma de tu mano.

Words Up! Academy (3DS) - Análisis

Words Up! Academy es el último título de CoderChild en ver la luz y, como viene siendo habitual, en 3DS. Ya en DSiWare tuvo una versión similar, pero ahora llega mejorado y adaptado para la tecnología de la actual portátil de Nintendo. Además de llegar a un precio muy asequible, es destacable que presente seis idiomas diferentes, ya sea para jugar en castellano o bien en cualquiera de los otros (inglés, francés, italiano, alemán y portugués) para practicarlo a nivel de aprendizaje o de lo que sea.

Letras y letras

Como si fuera un concurso típico de tele o un juego de mesa, Words Up! Academy propone al jugador contar con una lista de letras, siete en este caso, y formar palabras con ellas. No hay que competir por quién hace la más larga, sino por intentar cubrir todas las posibilidades (en caso de que haya “S” los plurales también cuentan) y obtener puntos por cada palabra correcta formada, aunque obviamente sí que se premia más conseguir crear las combinaciones que utilicen todas las letras. Todas las palabras que pueden formarse aparecen en pantalla indicando su número de letras y desvelando una de ellas y, al acertarse, aparece completamente escrita.

Todo esto se plantea en un desafío de tiempo, en el que se compite contra una CPU con distintos niveles de dificultad y, claro, una vez que una palabra está formada por un participante, el otro no puede volver a hacerla. Para hacer el asunto más dinámico, cada cierto tiempo se cambia el listado de letras, por lo que tocará cambiar el chip rápidamente. Dicho cambio lo puede propiciar el jugador tras un número de aciertos de forma voluntaria pulsando un botón en la pantalla táctil, aunque también puede hacerlo el rival en cualquier momento al conseguir también varios aciertos.

Hay en total seis modos que componen el juego. El primero de ellos es una “historia”, en la que hay que ir progresando a base de vencer adversarios en un cierto orden al mejor de tres rondas de dos minutos. En cada ronda, como se ha mencionado antes, pese a que aparezca una lista inicial de letras, se puede cambiar en cualquier momento. Al ser pocos adversarios es un modo que está pensado para hacerse del tirón. Si queremos un duelo simple, siempre está la opción de hacerlo desde el modo versus, eligiendo uno de los rivales o el que determine el azar.

Pero si el ritmo de dificultad predeterminado no nos satisface, en modo juego libre puede configurarse la dificultad, el tiempo y el número de rondas de la partida, para adaptarla a nuestro gusto. En el resto de modos competimos contra nosotros mismos, en busca de un récord de superación. Estos son Clásico, en el que cada palabra acertada nos da un pelín de tiempo extra y la clave es tratar de hacerlo lo mejor posible hasta que se acabe el tiempo y Blitz, un modo de 3 minutos donde cada 30 segundos se cambia el listado de letras automáticamente y hay que ser rápido.

Todos estos modos tienen luego su tabla de clasificación que, si nos conectamos en línea al empezar a jugar, pueden ser registrados para compararlos con otros jugadores. Pero si la competición no es lo nuestro y lo que nos gusta es la tranquilidad de poder crear la combinación de letras a nuestro aire, sin limitaciones de tiempo o rondas, hay un modo relax perfecto para ello, en el que podríamos estar hasta horas para sacar todas las combinación de un listado o cambiando por otra cuando nos cansemos.

A nivel técnico, tanto gráfico como sonoro, poco más se le puede pedir. Simple, con personajes con un diseño amistoso y en general, un resultado que acompaña. ¿Podría ser mejor? Sí, pero no es necesario, ya que en definitiva importan las letras y lo demás es decorativo. Un punto interesante es que se permite la creación de hasta 3 perfiles de jugador y cada uno de ellos tiene su propio progreso guardado que puede compararse si se desea.

Words Up! Academy tiene varios modos, aunque algunos son muy parecidos. Sin embargo, el bloque jugable es sólido y sorprende ver todas las combinaciones posibles, aunque muchas veces hay que tener cuidado con el tema de los plurales y palabras que llevan tilde (ya que las formaríamos sin ella aunque luego se la pongan). No es un juego para todo el mundo puesto que no hay acción ni un personaje que mover, pero los amantes de los retos mentales, los concursos de la tele y en general, los desafíos lingüísticos sabrán apreciarlo muy bien. Y cualquiera que busque algo fresco y distinto para partidas rápidas también.