Portada » Análisis » Tomodachi Life

Tomodachi Life

Ha llegado Tomodachi Life, el experimento social para Nintendo 3DS.

Tomodachi Life - Análisis

Tomodachi Life es el hijo bastardo entre Wario Wario y Los Sims. Por parte de padre, Wario, ha heredado la estética, el sentido del humor y su vocación por las sesiones de juego cortas. Por parte de mamá, tenemos la creación de los personajes, el vestirlos, elegir la decoración de sus hogares, casarlos y dirigir sus vidas con total impunidad, incluso con su beneplácito.

Tomodachi Life

Tomodachi Life es una completa locura de principio a fin. Un título sobre el que siempre sobrevolará la sombra de la rareza, de los extraño e incomprensible. Jugarlo equivale a fiarte de las sensaciones y emociones, no intentar comprenderlo todo, y tirar para adelante, ya que tarde o temprano acabará por cobrar sentido… o no. Pero en ese caso tampoco hay que preocuparse, ya que la curiosidad será la principal motivadora de nuestras decisiones a lo largo del juego.

Es importante preparar bien el terreno para nuestra la convivencia de nuestra particular comunidad de vecinos. Hay que saber a quién queremos tener como habitantes de la isla para conseguir el resultado más loco y divertido de todos. Podemos (debemos) escoger a familiares y amigos y mezclarlos con todo tipo de personajes de ficción y famosos. Por ejemplo, en mi isla, la Teniente Uhura y Satoru Iwata están a punto de tener su primer hijo y mi novia se ha casado con James T. Kirk. Ella está encantada.

No penséis demasiado en quién metéis en la isla, hacedlo por impulso, todo lo que os guste tiene cabida. Cread el MIi vosotros mismos o, si sois vagos, bajadlos de alguna web como Miicharacters. El caso es tener, como poco, una decena de vecinos trasteando por la isla y comenzando a hacer pillerías. Se harán visitas los unos a los otros, se pelearán, se querrán y nos acosarán con todo tipo de peticiones, que podremos ignorar o satisfacer. Eso sí, cuanto más contentos y atendidos estén los Mii, más premios les podremos dar y más actividades podrán hacer.

Tomodachi Life

El surrealismo es una parte importante de Tomodachi Life. Hay cosas raras por todas partes. Los personajes, siguiendo las pautas de su personalidad, se dedican a pasear por ahí, haciendo sus cosas. Podemos encontrarles teniendo conversaciones increíbles en la cafetería, volando cometas, corriendo por la playa, teniendo citas, jugando a los videojuegos, jugando con un perrito y mil cosas más. Los sueños son especialmente turbios, realmente incomprensibles, y muchas de las actividades, como los duelos de rap o las preguntas los vecinos, pueden incluso hacernos dudar sobre la estabilidad mental de los desarrolladores.

Nosotros influiremos en los detalles más importantes de sus vidas, sobre todo de quién se hacen amigos y con qué Mii establecerán una relación amorosa. Puede que este sea uno de los logros más importantes de Tomodachi Life, no por lo divertido de que Chuck Norris sea la pareja de la Princesa Zelda, sino porque veremos cómo dos personajes casados envejecen juntos y, sobre todo, tienen hijos. Estos personajillos cobrarán vida propia y harán de la isla un lugar siempre cambiante y lleno de sorpresas.

Lejos de necesitar partidas eternas y pasarnos horas trasteando con los Mii, la forma más inteligente de jugar a Tomodachi Life es poco a poco, a pequeñas dosis, un ratito cada día. Lo cierto es que, salvo en los primeros momentos, uno se puede llegar a empachar de este juego y, realmente, hay poco que hacer. Es mucho mejor dedicarle diez o quince minutos todos los días, no agotarse, hacer pequeñas cosas y dejar que los personajes evolucionen.

Tomodachi Life

Tomodachi Life es el juego donde todo puede ocurrir, donde podemos dejarnos llevar por la locura y hacer lo que nos plazca, donde vivir con nuestros héroes y personas que admiramos y crear situaciones divertidas. Es un juego social completamente diferente a lo que hayáis visto nunca. Es, en defiitiva, un experimento que busca ofrecer algo único a los jugadores.