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Teenage Mutant Ninja Turtles: Smash Up

Retamos al lector a que cuente el número de veces que aparece la palabra “Smash” en el artículo.

TMNT: Smash Up - Análisis



De todos modos, las similitudes entre Smash Up y Super Smash Bros van más allá de los combates. Basta con hacer un paseo por los distintos modos de juego para sacar la lista de parecidos razonables: la aventura de las tortugas tiene un planteamiento muy parecido al modo Classic de Smash Bros, las misiones son un calco de Event Match e incluso el sistema de monedas y trofeos se ha plasmado en una versión local: conseguir caparazones para poder obtener piezas de trofeos con ellos (es más, hay un modo de lanzar caparazones para conseguir trofeos que recuerda mucho al Lanzamonedas, y también engancha lo suyo). Desgraciadamente, en el online también comparten una característica en común: cuesta horrores encontrar un desconocido para luchar. O se tira de amigos o no hay pelea. Para completar el plantel de modos, Smash Up nos presenta seis minijuegos del estilo de “Romper dianas pizzas” o de plataformeo puro con el objetivo de ganar más caparazones.

Pero a fin de cuentas ¿Qué tal queda todo? Vale que sea un juego “demasiado parecido” a Smash Bros pero... ¿entretiene? Las sensaciones son algo desequilibradas, estamos ante un juego correcto; pero lejos de las genialidades de los grandes. Puedes tener buenas batallas, sobre todo, en multiplayer; pero no habrá momentos mayúsculos. Te ayudará a pasar el rato; pero nada más. A fin de cuentas, Smash Up no deja de ser un juego genérico: no hay personajes clónicos; pero tampoco se diferencian mucho entre ellos, no van más allá de los viejos clichés de “grande y fuerte pero lento”, “ágil pero débil”, “versátil”, etc… no hay imaginación. A raíz de esto podría pensarse que al menos satisfará a los fans de las tortugas, mas mientras vemos cómo hay juegos como los Tenkaichi que llevan el poder de la franquicia a cotas muy elevadas; Smash Up se ha quedado por la superficie (o, mejor dicho, no ha salido de las alcantarillas que hacen de hogar para los protagonistas): 16 personajes contando los desbloqueables, 3 de ellos invitados de Ubisoft, pueden parecer pocos (al menos habrá menos problemas para compartir las pizzas). Además, la historia del juego es simplona, una trama también genérica que se desarrolla sin pararse demasiado en los sucesos intermedios. Al menos viene acompañada por vídeos que hacen de secuencias de viñetas en blanco y negro, una invitación a ambientarse en un cómic que se puede valorar positivamente; pero que en ocasiones resulta un poco caótica.

Desde luego, tampoco hablamos de un juego que rompa ni en materia técnica ni artística. Los modelados, los fondos y las texturas son decentes, más teniendo en cuenta otros antecedentes de Ubi, y algunos escenarios están muy bien logrados; pero da la sensación de que falta algo de vida en los combates. La música no llama la atención del jugador salvo en ocasiones muy puntuales, se echa de menos algún detalle como la intro de la serie de dibujos. El juego también peca en el diseño de ciertos elementos, por ejemplo, los marcadores en combate son bastante mejorables (las barras de vida están abajo y son minúsculas). También cabe mencionar que el juego permite usar cuatro formas de control distintas, cada una de ellas completamente configurable (sí, habéis acertado, son las mismas que en Super Smash Bros Brawl). Otro punto a tener en cuenta es que el juego viene traducido, aunque no doblado (tampoco es que se eche de menos), al castellano.


Conclusiones


Coge Super Smash Bros, cámbiale parte del nombre, quítale los personajes de Nintendo y todo aquello que lo hace épico y métele a las tortugas ninja, barras de vida y un par de cositas marca de la casa. El resultado será un juego de lucha entretenido pero muy del montón. Se recomienda jugar con un par de pizzas recién salidas del horno al lado.