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The Legend of Legacy

Rol de la vieja escuela.

The Legend of Legacy (3DS) - Análisis

Una nueva forma de entender los JRPG

Los dos pilares que sustentan The Legend of Legacy son la exploración y el combate. Tras salir de la ciudad de inicio, se nos presenta un plano del mundo conocido donde el jugador tiene libertad total para escoger que zona quiere explorar primero. Además, si compramos un mapa, exploramos a fondo una zona o hablamos con ciertos personajes, podemos descubrir nuevos lugares que visitar, lo que resulta muy gratificante. Sin embargo, la poca variedad de enemigos e incluso objetos, empañan esa sensación de descubrimiento. Si registramos completamente una zona, podemos vender el mapa por una buena suma, pero lograrlo no es una tarea sencilla por varios motivos.

 

En primer lugar, aunque no hay combates aleatorios y podemos ver a los enemigos deambular por el mapa, sus variados patrones de movimiento, el intrincado diseño de los escenarios y las temibles trampas que merman la vida máxima o dificultan nuestro avance, sumado a la rápida detección e implacable persecución de los monstruos, se aseguran de que combatir sea algo habitual. Por otro lado, la salud máxima de los personajes también se reduce cada vez que caen en combate y si caen los tres se acabó, esto nos obliga a huir de un encuentro cuando las cosas se ponen feas, lo que nos lleva de vuelta a la entrada de la región, algo que en ocasiones puede llegar a ser frustrante. Esta restricción que paulatinamente merma los HP de los personajes, es una forma muy inteligente de añadir un desafio a la exploración y obligarnos a volver a Initium, donde podemos recuperarnos descansando o adquirir nuevo equipo. Para reducir el riesgo y evitar la pérdida de progreso cuando un enemigo abrumador del que no podemos escapar nos aniquila, existe un sistema de guardado rápido.

 

El sistema de combate consiste en el clásico combate por turnos con ciertas particularidades. Existen unos espíritos llamados elementales que rigen las condiciones del campo de batalla, y su abundancia determina la efectividad de la magia o los beneficios que recibimos cuando tenemos el favor de un elemento. Los cuatro elementos, fuego, aire, agua y oscuridad, cambian de forma constante ya sea por la predisposición de una zona, altares cercanos o los contratos (habilidad que nos otorga el favor de un elemento permitiéndonos utilizar la magia basada en el); y cuando un elemento domina el campo de batalla, se aplica un beneficio a todos los combatientes (enemigos o aliados) como puede ser disparar el daño si el fuego domina o reducirlo a la mitad si lo hace el aire. La oscuridad siempre beneficia al enemigo, y el agua es una incognita. Ese es uno de los problemas de este juego, hay mecánicas fundamentales que no se explican y si bien unas son intuitivas, el comportamiento de otras es dificil de determinar.

En batalla, cualquier personaje puede ser tanque, atacante o sanador y equipar cualquier arma, escudo o magia, pero la facilidad con la que aprenden habilidades y su predisposión natural a un rol u otro depende del personaje. Fundamentalmente, hay tres tipos de acciones que podemos llevar a cabo en el combate: usar artes de batalla, llamar a un elemento o usar magía y hacer uso de los contados accesorios que hay para curar. Sólo hay dos tipos de objetos con utilidad mas hallá de generar dinero, y no se pueden usar en el combate, sirven para restaurar HP y SP; el primero se recupera tras cada combate hasta cierto límite y el segundo no. A la hora de mantener a nuestros personajes con vida, cabe destacar que no hay habilidades que curen en área ni recuperen SP, es una función limitada a sendos contratos de agua y aire. Esta limitación a la hora de curar, hace más complicado recuperarse cuando recibimos un poderoso ataque en área que deja a nuestros héroes al borde del abismo, sin embargo, aunque la vida de un personaje se reduzca a 0, podemos curarlo con normalidad siempre que su vida máxima no baje hasta 1, momento en el cual llega el final de la partida.

 

Es un sistema de combate donde hay que estar siempre pendiente de varios factores como los elementos, planificar el orden en el actuan nuestros personajes y gestionar adecuadamente el límitado suministro de SP, que salvo las artes básicas y los botiquines, todas las habilidades consumen. En líneas generales, el sistema de combate es divertido y cumple, además, encontraremos algunos combates contra hasta ocho enemigos y jefes que supondrán un desafio. Algunos de estos jefes representan un pico en la difultad, y nos obligan a "grindear" para superarlos, pero no es la norma y para avanzar en el juego suele ser suficiente con los enfrentamientos que encontramos en el transcurso normal de la partida. Para que tanta batalla no resulte pesada, podemos acelerar los combates.

Un acabado de cuento

Lo primero que llama la atención al contemplar este título, es su estilo artístico que recuerda en cierto grado al de Bravely Default, pero dejando a un lado las comparativas, es un juego con estilo propio. Los personajes, como viene siendo habitual en este tipo de producciones, siguen la estética "chibi" y lucen un bonito diseño; el pueblo por otro lado, tiene un interesante acabado como si de una ilustración dibujada a mano se tratase, pero resulta sorprendentemente anodino para ser un sitio que visitaremos de forma recurrente. Tampoco destaca el diseño de los enemigos, que salvo contadas excepciones, no es nada del otro mundo y abusa del típico cambio de paleta de colores.

 

Donde han realizado un trabajado excelente es con el diseño de unos bellos y coloridos escenarios, que se van rellenando mientras exploramos como si de un libro ilustrado con relieve se tratase, con un efecto refrescante que nos anima a seguir caminado. Agradable a la vista pero también al oído, una tradicional y notable serie de melodias nos acompaña, con unos efectos de sonido justos.

 

Conclusión

Puede que The Legend of Legacy no sea el juego que estabamos esperando y algunos de sus defectos pesan. Es un JRPG con un enfoque muy original, que de haberse trabajado más su historia y replanteado ciertas decisiones de diseño, podría haber llegado a ser magnífico. El combate es una parte clave del título, y consigue estar a la altura. Sin embargo, una carga tan elevada de combates pueden no ser del agrado de algunos usuarios. Por todo lo dicho, es un juego con una enorme personalidad que tiene el valor de arriesgarse con un sistema de juego diferente y peculiar.