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The Grumpy Reaper

Jardinero contra zombies

The Grumpy Reaper (Wii U) - Análisis

Los zombis están de moda. Su explotación en múltiples videojuegos en los últimos años con o sin justificación es una realidad que constatamos con esta nueva apuesta de EnjoyUp, que nos trae en este juego de puzles de Drakhar Studio un argumento un tanto rocambolesco que apuesta por la línea de juegos que nos suele traer la desarrolladora barcelonesa, con juegos sencillos pero que basan su atractivo en la capacidad de diversión. Sobre estas bases todo hace presagiar un buen nivel para este The Grumpy Reaper.

Jardinero contra zombies

El argumento del juego, es tan absurdo que hasta nos hace gracia. Somos un jardinero que debe ayudar a la muerte a encontrar las llaves del inframundo y para ello utiliza su cortacésped, debiendo cortar todo el césped sin que nos maten las hordas de zombis y fantasmas que llenan los niveles.

Con este planteamiento, nos ponemos manos a la obra con nuestro personaje, tenemos 40 pantallas en las que ir avanzando mundo por mundo debiendo pasarnos una para acceder a la siguiente. El desarrollo y apariencia de las fases nos recuerda en exceso a cualquier juego de móviles, ya que podemos obtener hasta tres llaves por nivel según cómo hayamos superado la fase y esas llaves nos permiten ir mejorando los items que vamos recogiendo en los niveles.

Además del propio cortacésped, que lo podemos hacer motorizado consiguiendo gasolina, se nos permite mejorar la eficacia de las pócimas para obtener más vida, al igual que la armadura, el cepo, convertirnos en zombi o el tornado, apareciendo estas últimas como cartas que podemos recoger en el propio escenario. Son las típicas mejoras que suelen ser de pago en los juegos de móviles pero que aquí sólo requieren de nuestra destreza encontrando llaves.

¡A segar!

Una vez nos ponemos en marcha con el juego, empezamos a encontrar las primeras carencias, que, por desgracia, no son pocas. La menos grave es la apariencia gráfica, digna de cualquier móvil pero que se queda extremadamente lejana de lo que una consola como WiiU puede ofrecer.

Pero los gráficos no importan si el juego consigue entretener, que es de lo que se trata, pero es que algo tan básico como la diversión tampoco lo consigue este juego.

Para empezar, el control de nuestro personaje es extremadamente tosco. Todos sabemos de las desventajas de un control en un móvil, pues aquí se controla igual o peor que con cualquier Smartphone. Olvidaros del Pad porque aunque pulses para un lado puedes apostar a que te acabará girando para otro y con lentitud de respuesta, lo que hace imprescindible el uso de la cruceta aunque tampoco es una maravilla, provocando que los zombis acaben contigo en el movimiento más simple.

A pesar de ello, las primeras fases nos ayudan a hacernos con el control al ser extremadamente sencillas, como suele ser en los tutoriales, introduciéndonos en las nuevas mecánicas como pulsar interruptores para abrir puertas, fases a oscuras con nuestra linterna o presentándonos las habilidades que nos otorgan las cartas.

Un despropósito continuo

Cuando llegamos a la habilidad del tornado, vemos que se nos ofrece control con el giroscopio del Gamepad, lo cual de primeras agradecemos hasta que vemos que podían haberlo llamado “control aleatorio” porque da igual para donde muevas el mando que el tornado hará lo que le dé la gana.

Todo ello empaña la partida poco a poco pero las sorpresas no acaban ahí, al producirse la congelación continua de la partida, de manera aleatoria, al cargar la fase o pausar el juego, y no una vez como suele ser habitual en juegos con bugs, sino que antes de jugar un nivel en concreto he tenido que reiniciar la consola 7 veces con pitido molesto incluido por el mismo precio.

Con suerte podrás jugar unos cuantos niveles seguidos, pero es tan clamoroso el fallo que realmente nos hace dudar que haya habido alguien que se haya molestado en testar más de 2 veces este juego en la WiiU.

No obstante, a pesar de todo, el juego va ganando en riqueza aumentando la dificultad de las fases, ya que se antoja hasta monótono y extremadamente sencillo en la primera hora de juego. La dificultad nos aumenta al aparecer nuevos enemigos que hacen que tengamos que pensar bien el siguiente paso, pero esa emoción inicial al ver cómo mejoraba el juego se frustra de algún modo al ver cómo sólo la aleatoriedad y no tu habilidad hace que pases determinadas fases, porque hay enemigos pensados para que mueras siempre, como el vampiro o el murciélago, haciéndote que te desesperes por pasarte esa fase con tan mala leche hasta que se te vuelve a congelar la pantalla y entonces recuerdas que tu mayor problema ya no es ese enemigo.

En conclusión, queda claro que hasta que EnjoyUp corrija los gravísimos fallos que hacen injugable este juego no es recomendable para nadie. Y valorando sólo el juego en sí mismo, encontrarás muchas mejores opciones sin salirte del propio catálogo de EnjoyUp, ya que a pesar de tener buenas ideas falta ese “algo” para hacerte enganchar a un juego por sencillo que éste sea.