Terraria
Un impresionante mundo píxel por descubrir en uno de los mejores indies del momento.
Terraria (Wii U) - Análisis
Todo el mundo conoce Minecraft, pues ahora vamos a imaginarnos por un momento cómo podría haber sido si hubiera salido a la venta en la época de SNES. Eso resume el ambiente en general de Terraria bastante bien. Este título indie toma prestado algunas ideas del juego de Mojang, hasta el punto que esencialmente es Minecraft en 2D, pero también refuerza el modo de juego familiar de forma muy interesante. Hay muchos más enemigos con los que acabar, y el juego cuenta con un sinfín de posibilidades de creación de armas, útiles, objetos y decoraciones.
El perfecto mundo pixel
Una vez hayamos terminado de personalizar a nuestro personaje, Terraria nos deja en la superficie de un mundo pixel realmente colorido, generado aleatoriamente, y con nada más que un puñado de herramientas y la vaga sensación de que estamos destinados a construir cosas, explorar el terreno, y luchar contra bestias. Averiguar exactamente cómo se hace es un poco desconcertante al principio, aunque en esta versión de Wii U contamos con un tutorial que nos ayudará a dar los primeros pasos.
Las posibilidades del juego son tan grandes que hay veces que es recomendable consultar a la página Wiki del juego para obtener una mejor idea de cómo funcionan las cosas y lo que se puede construir. A pesar de ello, no nos llevará mucho tiempo hacernos completamente al juego. Aunque no contamos con una historia o misiones que cumplir, los elementos de fantasía nos inculcan un deseo de aventura. Hay magia, monstruos, y el caos que nos espera tanto en la superficie como en las oscuras cavernas. El descubrimiento de nuevos premios inesperados y peligros es una gran parte del encanto del juego.
Un infinito sistema de construcción
Todo el mundo del juego es destructible, y los bloques de la superficie del mundo nos permiten recolectar los recursos básicos como piedra, madera o hierro, que podemos emplear para hacer armas, útiles o construir estructuras. Los recursos más raros los obtendremos cuando matemos esqueletos, criaturas con grandes colmillos y otros monstruos; o cuando uno profundiza en el mundo subterráneo. Dado que una gran parte del juego de Terraria gira en torno a obtener los diferentes recursos y ver lo que se puede construir con ellos, el impulso de explorar todos los rincones del paisaje es prácticamente inmediato. Sin embrago, es importante para templar nuestro deseo de salir a explorar puesto que también necesitaremos acumular recursos para construir refugios y ampliar y mejorar la base de nuestro punto de regeneración.
La vida en la superficie sigue un ciclo día / noche. La exploración de la superestructura durante el día es más segura, podemos recoger flores, dar una vuelta y disfrutar del paisaje, cortar árboles, y matar a criaturas débiles que vagan cerca de nuestra posición inicial. También es un momento perfecto para construir casas que sirven como refugio y atraer NPCs a nuestro asentamiento. Las cosas se ponen feas cuando cae la noche; nos pueden atacar hordas de zombis y ojos flotantes que salen en manada, lo que nos obliga a luchar o huir.
Aventura o tranquilidad, tú eliges
La posibilidad de hacer un pueblo o asentamiento es más que interesante, una vez que sepamos que existe. Podemos construir casas y enormes fortalezas, todo con un objetivo. Queremos atraer NPCs a nuestro asentamiento a través de la promesa de protección. Estos personajes de apoyo nos pueden curar, vender artículos, y ofrecer otros servicios útiles. Debemos cumplir una tarea específica para atraerlos, e incluso entonces sólo aparecerán si hemos creado una casa (con paredes, muebles, iluminación, etc.) donde puedan quedarse. Esto ofrece algunos incentivos tangibles para pasar el tiempo de construcción, más allá del deseo de ser el gran señor de la fortaleza.
Tener una base elaborada y cada vez mayor para volver a en la superficie es algo muy satisfactorio. Sin embargo, en la oscuridad es donde está la verdadera acción. Todo lo necesario para fabricar los elementos más básicos como antorchas, muebles, y pociones de curación los podemos encontrar en la superficie, pero, nuevamente, debemos de aventurarnos en las profundidades para descubrir los materiales más raros. Aquí es donde Terraria se siente más como un juego de acción de la vieja escuela y donde más nos lleguemos a enganchar. Excavar para obtener minerales nos descubrirá cavernas que son el hogar de muchas variedades de criaturas espeluznantes: limos gigantes, esqueletos, gusanos de madriguera, y bestias más duras que deambulan por la oscuridad, y que a menudo nos atacan mientras estamos excavando.
Numerosos enemigos que combatir
Explorar es muy divertido, sin embargo, el plato fuerte del título es el combate. Por un lado, deteniéndonos para luchar contra los monstruos al final lo que hace es romper con la monotonía de la excavación. De estas criaturas también obtenemos monedas que podemos utilizar para comprar artículos de la tienda, otro aliciente más para combatir. A pesar de todo esto, existe cierto riesgo puesto que perder la vida hace que regresemos a la superficie, eso sí con nuestro equipo intacto, pero vamos a perder todas aquellas monedas adquiridas.
El impulso real detrás de la aventura es, sin duda alguna, el increíblemente profundo sistema de elaboración. Casi todo lo recogemos en el juego es un componente que luego podemos utilizar en la creación de algún objeto. Hay más de un centenar de diferentes armas y objetos para construir. Aunque algunos objetos son más útiles, como una armadura protectora, garfios que le permite navegar con mayor facilidad, y cofres para guardar el botín; la mayoría de las cosas diseñadas sirven para protegernos del entorno y sus respectivos monstruos. Hay algunas cosas muy interesantes por construir como bumeranes mágicos, pistolas láser, libros de hechizos que disparan bolas de fuego, sables de luz y estrellas ninja, que son sólo un puñado de las armas más locas podemos construir. La caza de los objetos raros que necesitamos para construir las mejores armas nos tendrá un buen rato frente al televisor.
Más y más posibilidades
Existen además algunos otros elementos que mejoran e incitan aún más las tareas de exploración, construcción y lucha. Podemos viajar a las partes más alejadas de la superficie del mundo e inevitablemente nos vamos a encontrar de cara con una gran llanura de césped demoníaco lleno de peligros extra y premios adicionales. También podemos descubrir altares demoníacos donde forjar objetos especiales que se pueden utilizar para llamar a la batalla a uno de los tres jefes del juego.
El modo multijugador de Terraria es una maravilla también. Cooperativamente la exploración y la construcción con amigos o desconocidos es aún más agradable que ir en solitario. Sin embargo, encontrar a un servidor público abierto para jugar en una verdadera molestia, ya que parece que no hay mucha gente disfrutando de este título en Wii U. La buena noticia es que podemos crear nuestro propio servidor y compartirlo con nuestros amigos o hacerla pública para que cualquier persona pueda entrar a jugar con nosotros.
Ha llegado el momento de las conclusiones. Aunque superficialmente se ve como cualquier otro juego indie que busca el éxito al amparo de Minecraft, Terraria amplía la propuesta jugable, dando mayor énfasis al combate y a la aventura. Elementos frescos y matices muy divertidos e inacabables como su sistema de construcción, exploración o batalla, hacen que destaque entre todos los demás de forma brillante. Si a todo esto le añadimos su estética pixel en 2D ya rematamos la faena y hacemos de él uno de los mejores indies del mercado y que nos dará horas y horas de diversión.