Spy Chameleon
Acompaña a Spy Chameleon en sus misiones de infiltración
Spy Chameleon: RGB Agent - Análisis
Spy Chameleon: RGB Agent llega justo en Navidad y se trata de un buen regalo para los Reyes Magos de manos de Unfinished Pixel y EnjoyUp Games para demostrar de nuevo que en España se pueden hacer las cosas bien sin tener que recurrir a una producción AAA. La propuesta es sencilla y viene protagonizada por un simpático camaleón que actúa como un espía en busca de secretos usando sus poderes para no ser detectado por nadie.
El camaleón cambia de colores según la ocasión
En Spy Chameleon nos encontramos con que nuestro reptil tiene que realizar varias misiones que se desarrollan en 75 niveles de corta duración. En cada uno de ellos hay que llegar desde el principio hasta el final esquivando todo tipo de mecanismos de seguridad que harán difícil nuestra misión. Todo se ve desde una vista aérea para tener un mejor control de la situación, sobre todo del rango de visión en el que podemos ser descubiertos. Al principio parece sencillo, pero poco a poco se va volviendo mucho más ambicioso y complejo, sobre todo si ya se decide optar por el nivel de dificultad más alto. Hay una serie de objetos en el escenario, como pueden ser cajas al más puro estilo Metal Gear, que se pueden utilizar para facilitar la misión de infiltración, que añaden variedad y sobre todo, dificultad.
Pero nuestro héroe tiene un arma secreta que puede utilizar por sí mismo para avanzar: su capacidad de camuflaje. Eso no quiere decir que se pueda pasar por delante de una cámara como si nada, sino que se puede cambiar de color para confundirse con un suelo o entorno pintado igual y así esquivar la visión enemiga, pero hay que tener cuidado con salirse fuera de la zona pintada sin pensárselo bien para no quedarse expuesto a ser cazado. Hay cuatro colores y cambiar entre ellos es tan sencillo como pulsar uno de los cuatro botones frontales A, B, X e Y. El diseño de niveles coloca precisamente cada objeto para que la experiencia sea más compleja conforme se va avanzando, consiguiendo que no quede nada al azar y que realmente se aprecie la curva de dificultad. Para aquellos menos duchos hay unos puntos de control en las fases más largas para que no tengan que repetir todo de una vez, aunque a pesar de ello la duración total no es muy alta.
Pero el juego no es sólo pasárselo y punto, existen tres objetivos en cada nivel para completarlos de la mejor manera: contrarreloj, moscas y mariquitas. El primer objetivo se consigue completando cada fase en menos del tiempo que se indique, mientras que los otros dos se basan en conseguir objetos coleccionables (siendo necesario para las mariquitas haberse pasado el nivel normal primero). Por suerte no es necesario conseguir las tres cosas a la vez, aunque los diferentes estilos de reto que ofrecen hacen que un mismo nivel pueda ofrecer diferentes tipos de desafío, algo que evita la monotonía en la rejugabilidad. La inclusión además de marcadores online de tiempo con amigos hace que incluso nos veamos en la situación de repetir un nivel para hacerlo mejor que los demás.
Si bien el diseño de niveles es bueno, la experiencia visual también lo es. Todo de se presenta de forma sólida y, pese a no ser de lo más puntero, no es tampoco un aspecto descuidado del título. Eso se nota sobre todo en la capacidad de diferenciar realmente bien los elementos que hay en el escenario con la vista utilizada, por lo que nunca será un problema de diseño el que se cometa un error jugando. La música acompaña y es sencilla, podría pedirse más en este apartado pero al menos no molesta. El Off-TV está presente, y dada la facilidad para partidas rápidas que presenta el título, se hace perfecto para ponerlo en pequeños ratos libres.
Spy Chameleon es una sorpresa que llega sin hacer mucho ruido, pero que se merece tener más atención. No inventa nada, pero ofrece diversión y eso es lo importante. Es perfecto para partidas cortas, y por sus niveles de dificultad y con el componente rejugabilidad, estamos ante un juego que puede dar de sí muchas más horas de lo de que daría simplemente si fuera pasárselo y punto. Un regalo perfecto para estas fiestas si se busca algo barato para los jugadores.