SpiderMan: Edge of Time
Tras los pasos del notable Spider-Man: Edge of Time.
Spider-Man: Edge of Time - Análisis
Decisiones, decisiones…
La acción de Spider-Man: Edge of Time se lleva a cabo íntegramente en la sede de Alchemax, la empresa que en el "presente alternativo" forzado por la paradoja temporal ha tomado el control de Nueva York gracias a una serie de patentes, cambiando la sociedad tal y como la conocemos. El cambio entre el clásico Spider-Man y el 2099 no se realiza a elección del jugador, sino que se produce de acuerdo con los acontecimientos narrados, con situaciones muy originales, sobre todo hacia el final de la aventura, que por cierto, durará unas ocho horas.
El personaje puede balancearse en el aire y saltar de una telaraña a otra pulsando y soltando el botón B. El botón A se utiliza para el salto normal, más estático, mientras que el Nunchuk controla la dirección de movimiento con el stick analógico. El botón C activa la habilidad especial, que en el caso del Spider-Man clásico se traduce en el sentido arácnido que permite a el héroe moverse mucho más rápido que sus oponentes, mientras que Spider-Man 2099 lanza una "copia" de si mismo, muy útil cuando estamos bajo la mira de misiles y torretas.
El esquema de control aunque es correcto, peca de demasiado convencional. Los usuarios de Wii no se conforman con solo botones. El uso del sensor de movimiento, que es el “por qué de la existencia de la consola”, queda reducido a un antiguo agitar de maracas característico de los primeros juegos de la consola, usado para abrir puertas o derribar objetos. Ya puestos, debieron ser más coherentes con su decisión y permitir el control con el mando clásico, además de un esquema más personalizable de botones, ya que ninguna de las dos cosas se puede realizar.
Las voces de los personajes tienen un doblaje profesional en inglés subtitulado al castellano y la música está a la altura de cualquier producción de cine actual. Inexplicablemente la música desaparece durante el juego sin un motivo aparente y vuelve del mismo modo.
La realidad se desmorona
Los gráficos de este Spider-Man: Shattered Dimensions están basado en un Spiderman de los 80 y 90 para el personaje clásico y la versión actual 2099 para su homónimo en el juego. Las texturas y modelos de los personajes principales son correctos, y parecen trabajados, al contrario que los enemigo, más sencillos y con peores texturas. Los escenarios de un tamaño intermedio, a veces dan la sensación de fríos y vacíos. Quizá puede que fuera la intención de los creadores al tratarse de Alchemax.
Aquí comenzamos el camino al lado oscuro del juego.
La cámara no funciona del todo bien. Suele estar en mala posición, aunque colocarla tras el personaje se hace con un sencillo gesto con el botón Z, resulta molesto.
Pero hay algo mucho más molesto en Spider-Man: Shattered Dimensions que la cámara mal colocada. El juego está sembrado trampas tan letales que las podía haber ideado el mas malintencionado de los enemigos del héroe neoyorquino. Bugs. El juego está lleno de bugs. Sobre todo si buscas los límites y esquinas del escenario. El personaje queda atrapado en una “telaraña invisible” de la que con suerte y muchos movimientos puede que escapes. Si suerte no te acompaña, solo el resteo te devolverá al juego. Aunque un es gran fallo del juego, solo nos encontraremos con el si exploramos el escenario de modo exhaustivo. Un tirón de orejas fuerte para los chicos de Beenox.
Conclusiones
Es cada vez más evidente que estamos ante el final de la consola de sobremesa de Nintendo. El abandono de algunos productos es evidente. Spider-Man: Shattered Dimensions no es un mal producto. Aceptables gráficos de personajes, banda sonora de altura y doblaje profesional, en inglés, eso si. Pero lo que podría tener un final feliz deja un mal regusto por los bugs, los escenarios insípidos y el soso control. Si eres fan lo disfrutaras, si no es solo una buena opción para alquilar o para aprovechar una oferta.