Spectrobes: OrÃgenes
La amenaza Krawl se ha extendido por los confines más recónditos del universo y sólo Rallen y Jeena podrán erradicar este peligro una vez más, esta vez lejos, muy lejos de su sistema natal, Nanairo.
Spectrobes: OrÃgenes - Análisis
Cuando a uno se le pone en la tesitura de analizar un juego como el que tiene entre manos se ve en una situación un tanto extraña. El género RPG se podría decir que no es precisamente el más desarrollado en la sobremesa de Nintendo. Por una razón u otra mientras que en otras plataformas, incluída Nintendo DS, este género goza de relativa buena salud, para contar los títulos de Wii de calidad casi nos sobran los dedos de la mano. No mentiría si digo que al verme con un juego como Spectrobes entre manos, de una franquicia relativamente desconocida en nuestro país, un producto basado en una serie comercial, mis esperanzas por que su aportación al género fuesen significativas fueran más bien escasas. Me alegro decir que me equivoqué, y lo que Disney Interactive y Genki vienen a ofrecer es una aventura muy digna, que si bien está enfocada por temática y diálogos a los más jóvenes de la casa, podrá disfrutar cualquier jugador aficionado a los RPG.
Rallen y Jeena son dos de los miembros más exitosos de la Patrulla Planetaria de Nanairo. Su labor consiste en mantener el orden y la paz en el sistema, la cuál pasa por erradicar toda amenaza krawl que se pueda hallar en éste. Para los que no estén familiarizados con la franquicia, los krawl son una raza alienígena que se extiende por el universo invadiendo planetas y sometiéndolo todo a su paso. Cuando atacan un sistema, la única forma de acabar con la amenaza es combatiéndolos con su enemigo principal, los poderosos Spectrobes. En Orígenes nos encontramos con que Rallen y Jeena ya han lidiado varias batallas contra estos seres, cuando reciben una señal de socorro desde un punto remoto en los bordes exteriores de Nanairo. De repente surge de la nada un vórtice que los engulle y transporta frente a Wyterra, un planeta ubicado en un sistema totalmente desconocido y que, casualmente, se encuentra bajo el ataque de los krawl. Los dos protagonistas deberán encontrar la forma de regresar a su hogar, a la vez que cumplen con su deber de Maestros Spectrobes de luchar contra los krawl.
La mecánica de Spectrobes es bien simple. Nos encontramos ante un RPG con combates en tiempo real. En estos combates utilizaremos tanto a nuestro héroe de turno (podemos intercambiar cuando queramos a Rallen por Jeena y viceversa), como a un Spectrobe del grupo que hayamos previamente elaborado. El sistema de combates ha sabido llevarse muy bien, puesto que mientras que a Rallen lo controlaremos directamente con el jostick del Nunchuk y con el botón A para atacar, a través de un simple pero efectivo sistema de movimientos del mando de Wii podremos dar órdenes a nuestros Spectrobes sin problemas. El único problema que podremos encontrar en los combates, y sólo de vez en cuando, se encuentra en el control de la cámara, que al estar asignado a la cruceta analógica del Wiimando, puede hacerse algo incómodo en refriegas con demasiados enemigos o en situaciones críticas. Sin embargo esto puede solucionarse en parte con el botón C, con el cuál podremos asignar objetivos.
Por muchos parecidos que se le quiera sacar a este título con Pokémon, la verdad es que el juego que nos ocupa y el de Game Freak tienen sus propias características que los diferencias y que los hacen únicos, a cada uno por su lado. Efectivamente, tenemos entrenamiento de criaturas con sus correspondientes fases de evolución, volvemos a encontrarnos las típicas debilidades de fuego, agua, aire, etc... así como diversos tipos de ataques que son efectivos según si el enemigo es volador, más robusto o más ágil. Al igual que en Pokémon, dispondremos de objetos con los que podremos potenciar ciertas características de nuestras mascotas, así como habilidades que irán aprendiendo estas con el paso de los niveles.