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Sin & Punishment: Successor of the Earth

Un clásico arcade de Nintendo 64

Sin & Punishment: Successor of the Earth (Wii U) - Análisis

Sin & Punishment: successor of the Earth llega al fin a la eShop de Wii U, después de un exitoso paso por la Consola Virtual de su predecesora. El título de Treasure siempre ha tenido, por diversas razones, un halo a juego de culto que se ha ido acrecentando con el paso de los años. ¿Merecido? Tratemos de averiguarlo.

Un poco de retrospectiva.

Antes de hablar del juego propiamente dicho, creo apropiado hacer algo de memoria para recordar las razones por las que levanta tanta devoción y/o meter en contexto a los neófitos que no lo conozcan aún.

Corría el año 2000 cuando Nintendo decidió lanzar un juego desarrollado conjuntamente con el mítico estudio Treasure para su sobremesa de 64bits. Se trataba del título que nos ocupa, un arcade de disparos sobre raíles con un ritmo frenético y un fuerte tono a anime de ciencia ficción noventero. Pero en aquel momento Nintendo 64 ya estaba dando sus últimos coletazos y, probablemente en vista de que el título no sería muy bien recibido fuera de Japón, nunca salió del país nipón dejando al resto del mundo sin poder probarlo. 

Debido a todos estos factores, fue alcanzando progresivamente el estatus de juego de culto hasta que, el año 2007, Nintendo se decidió a traerlo a otros territorios sacándolo para la Consola Virtual de su, por aquél entonces, consola de sobremesa, Wii. Tal fue el éxito que tuvo, que incluso llegó a desarrollarse una secuela para dicha plataforma que vería la luz un par de años más tarde mejorando todo lo visto en la primera parte y obteniendo un gran recibimiento en cuanto a crítica. Pero esa ya es otra historia...

Frenetismo y dificultad

Una vez a los mandos, nos encontramos, como ya he dicho, ante un shooter on-rails de espíritu puramente arcade, lleno de acción y enemigos que nos las harán pasar canutas. Nosotros controlaremos a diversos personajes que avanzarán de forma automática por las distintas localizaciones por las que pasemos, y tendremos distintas acciones a realizar que nos permitirán terminar con los enemigos y tratar de llegar hasta el final consiguiendo la mayor puntuación posible. Podremos esquivar moviéndonos lateralmente y usando el doble salto, realizar dos tipos de disparo (manual, que depende totalmente de nuestra puntería pero es más poderoso; o automático, que facilita las cosas pero causa menos daño), y usar una espada pulsando el mismo botón de disparo cuando tengamos un enemigo muy próximo. Como veis, una mecánica la mar de sencilla pero muy adictiva que nos tendrá pegados a la pantalla hasta terminar el juego.

En cuanto al desarrollo, se compone de distintas secciones que habrá que ir superando hasta, normalmente, llegar a un jefe que nos pondrá las cosas un poco más difíciles. Una vez superada cada una de ellas veremos nuestra puntuación, que dependerá de varios factores como los enemigos abatidos o los bonus recogidos, y pasaremos a la siguiente fase. El juego en sí, como la mayoría de su mismo género, es extremadamente corto, pero incita a ser re-jugado varias veces para superar los propios récords y seguramente te veas tentado a hacerlo, ya que la experiencia resulta tremendamente divertida y satisfactoria. Además, hay un número de vidas limitado (aunque ampliable), las cuales si terminan te obligan a recomenzar la partida, y distintos niveles de dificultad, por lo que la duración no debería ser problema. Eso sí, no es un juego apto para todo el mundo ya que resulta bastante retante e incluso tiene algunos picos de intensidad que podrían sacar de quicio a más de uno.

Detalles de la conversión

Respecto al trabajo realizado en esta versión, poco nuevo se puede decir ya que hablamos de la misma que ya vimos en Wii con la salvedad de que se puede jugar off-TV y guardar o cargar puntos de control que, sinceramente, le quitan gran parte de la gracia teniendo en cuenta el tipo de juego que es.

Por un lado, nos encontramos con un control algo extraño heredado del juego original, que a pesar de tener tres configuraciones distintas, puede hacerse duro al principio al no tener el mando de N64 un segundo stick. Se hubiera agradecido un poco de trabajo en ese aspecto e incluso el haberle añadido compatibilidad con el Wii Mote, pero es algo a lo cualquiera se puede adaptar al poco de estar jugando y más usando a las escasas pero afortunadas opciones de personalización.

Otros detalles son la falta de localización (el juego está doblado en inglés con menús en el mismo idioma y subtítulos en japonés) o el acabado gráfico, que era muy espectacular en su época pero ahora puede pecar de tosco y al que las bandas negras laterales por el formato 4:3 no hacen ningún favor.

En conclusión, las sensaciones que me quedan son de que nos encontramos ante un gran juego, en el que se nota la excelsa mano de Treasure, pero que para algunos puede haber quedado algo anticuado debido sobre todo a su control y a que la continuación para Wii supera, obviamente, en todos y cada uno de los aspectos. A pesar de todo, sigue siendo divertido y emocionante, por lo que recomiendo a cualquiera que sienta curiosidad por saber el por qué es tan querido o le gusten los arcades rápidos y complicados, que se haga con él o por lo menos se lo plantee cuando lo vea a un precio asequible. La secuela es mejor, pero este fue antes.