Senran Kagura Burst
Analizamos Senran Kagura Burst, un juego ecchi lleno de fanservice y mucha acción.
Senran Kagura Burst - Análisis
Parecía impensable, pero finalmente Senran Kagura Burst ha llegado a Europa y con él se traído toda la polémica que suscitan los desmesurados atributos de sus jóvenes protagonistas. Pero ese ruido no es el que ahora nos atañe, sino el valorar si el juego de Marvelous AQL es sólo fachada o si por el contrario estamos ante un buen juego de acción para Nintendo 3DS.
Dos juegos al precio de uno
Al igual que en los casetes de antaño, se podría decir que Senran Kagura Burst cuenta con una cara A y una cara B. Una protagonizada por las kunoichis de la academia Hanzo y la otra por las de la academia Hebijo. Dos juegos diferentes, pero cortados por el mismo patrón.
La historia entre unas y otras transcurre de forma paralela durante los cinco capítulos que componen cada juego, narrando los hechos desde el punto de vista de cada bando. Las ninjas buenas (Hanzo) y las malas (Hebijo), en teoría. Pero añadiendo suficientes matices y diferencias entre ambas historias para disfrutarlas por igual.
Como si fuera una novela visual, en algunas misiones clave de cada capítulo se narrará (con textos en inglés) la historia de las diversas chicas del grupo mediante segmentos de texto acompañados de una ilustración a modo de fondo. Mientras que en la mayoría de misiones la trama avanzará con pequeñas escenas en las que las kunoichis de uno y otro bando conversarán entre ellas antes y después de las misiones.
Pero por lo general, difícilmente se recordará a Senran Kagura Burst por su historia, llena de fanservice, mucho ecchi y de tópicos habituales en un anime. Porque no deja de ser una excusa que sirve de hilo conductor para enlazar una misión tras otra. Pero aun compartiendo ambas los mismos defectos, se podría decir que la historia de la academia Hebijo da la sensación de estar mejor trabajada que la del Senran Kagura original.
Ninjas contra el barrio
En la parte jugable, Senran Kagura Burst propone un vuelta a aquellos clásicos beat´ em up de los tiempos de las 16-bit, pero adaptado a la frenética jugabilidad actual del género y acorde a las exigencias de ser un juego portátil.
De esta forma nos encontramos ante juego de acción en scroll horizontal, con la vista levemente inclinada, en el que las chicas tienen que liquidar a todo los enemigos que aparezcan en una pequeña sección del escenario bloqueada por muros invisibles, para proseguir avanzando a una nueva sección llena de enemigos y así sucesivamente hasta lograr el objetivo marcado en cada misión.
El tipo de misión suele variar de una a otra y puede ir desde eliminar a todos los enemigos de ese nivel, hasta recuperar un objeto, un combate uno contra uno o sobrevivir durante un determinado tiempo. Misiones muy variadas pero que al disponer cada juego de un total de 70 misiones (140 entre ambos), hace que a la larga el resultado sea bastante repetitivo. Porque salvo en contadas excepciones, todas tienen el mismo de nominador común: derrotar a todos los enemigos.
¡Qué no te quiten la ropa!
En el plano jugable, Tamsoft ha apostado por un juego frenético y sin grandes complicaciones. Cualquiera puede coger el juego, introducirlo en la Nintendo 3DS y empezar a disfrutar machacando botones de una forma peligrosamente adictiva. Pero al contrario de lo que en un inicio nos pueda parecer, el juego tiene más miga de lo que aparenta.
Si bien es cierto que no está a la a la altura en cuanto a variedad de combos respecto a los pesos pesados del género, Senran Kagura Burst va ampliando progresivamente la lista de ataques a medida que se va subiendo el nivel de las chicas (cada una cuenta con un estilo de lucha diferente al resto), pero a su vez estas técnicas variarán según el modo de juego escogido: normal, estilo yin y yang. Esto a su vez también afecta al uniforme, o a la ausencia del mismo, en cada una de las chicas.
El primero es bastante básico y limitado en cuando a combinaciones de ataque, mientras que una vez se llena la barra de artes ninjas, nos podemos transformar en kunoichis (estilo yang), mejorando el número de técnicas disponibles (aquí influye el nivel del personaje) y la posibilidad de realizar hasta tres tipos de ataques especiales. En ambos casos los ataques recibidos irán dañando los ropajes del personaje hasta dejarlas en paños menores. Es aquí cuando se ven las controvertidas animaciones de las chicas, animaciones que al principio pueden tener más o menos gracia, pero que a la larga las terminas saltando para que no te entorpezcan la acción.
Menos cantidad de ropa en el cuerpo se traduce en un mayor daño recibido, por eso cuando se decide iniciar una misión con el estilo yin, las chicas se vuelven más vulnerables al perder su ropa, pero a cambio ganan un gran poder de ataque y la acción se vuelve aun más frenética.
Es precisamente en este estilo yin cuando el jugador puede notar algo más de dificultad a la hora de afrontar las misiones, porque un par de descuidos puedan dar al traste con tu vida y la misión. Pero en general, Senran Kagura tiene una curva de dificultad demasiado benévola, en especial con la historia de las ninjas de Hanzo, mientras que con las de Hebijo, está algo mejor regulada, pese sus los picos puntuales de dificultad.
Un 3D de quita y pon
En cuanto al apartado técnico, no estamos ante un portento gráfico o un juego que exprima al máximo las capacidades de la portátil, más bien todo lo contrario. Principalmente porque pese a que la mayoría de los escenarios son coloridos y vistosos, las texturas y la carga poligonal de los mismos, en general, evocan a lo visto en los inicios de la época de los 128-bit.
El contraste lo ponen las animaciones y los modelados de las doce chicas, el punto fuerte de Senran Kagura Burst y al que se nota que le han dedicado más esmero. Como era de esperar. ellas destacan sobre el resto de enemigos genéricos (aunque esto siempre ha sido lo habitual en el género), pero en ocasiones todo esto se ve empañado por diversas caídas de frames que se sufren de forma puntual.
Otra cosa que no ayuda es la ausencia del efecto 3D durante las misiones. El uso del efecto tridimensional que da nombre a la portátil se queda única y exclusivamente para las diversas animaciones que salpican las misiones (cuando las chicas pierden parte de su ropa), el escenario de la academia que hace las funciones de menú y la habitación para cambiar a las chicas de atuendo.
Es en este apartado, el del vestidor, donde se le añade otro puntito de perversión al juego sacándole partido a otra de las características de la portátil: el micrófono. Y es que una vez alcanzado cierto objetivo en aventura, se puede soplar al micro y ver como se levanta las falda de las chicas.
Por otro lado, la banda sonora del juego cuenta con un buen número de temas de buena calidad, los efectos sonoros cumplen su cometido y el “doblaje” con sus respectivas voces japonesas originales es muy adecuado para un juego con una temática tan japonesa.
Conclusión
Senran Kagura Burst es un juego ideal para echarse unas partidas rápidas de unos pocos minutos, algo que lo convierte en un juego muy portátil, pero a la vez esto no hace que su duración se resienta pues supera como mínimo las 15 horas, a lo que luego hay que sumar todos los extras y títulos que tiene para desbloquear y que hacen que no sea una locura estimar que el completarlo al 100% pueda superar las 100 horas.
Es cierto que tiene mucho margen de mejora, que su historia no será la que te mantenga enganchado a él, como tampoco será el máximo exponente del género y si te lo quieres pasar del tirón en ocasiones se te hará repetitivo, pero detrás de todo esto y de toda la provocación y la polémica que se ha generado con este Senran Kagura Burst, se esconde un buen juego lleno de acción, frenético y adictivamente divertido.