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Scram Kitty and his Buddy on rails

Analizamos Scram Kitty and his Buddy on Rails, el juego de rescatar gatetes.

Scram Kitty and his Buddy on Rails - Análisis

El estudio galés Dakko Dakko por fin ha lanzado Scram Kitty and his Buddy on Rails en la eShop, uno de esos indies exclusivos a los que se les seguía de cerca por llevar ya bastante tiempo anunciado y con un nombre muy largo al igual que los anteriores trabajos de sus creadores. Poco a poco comienzan a llegar esa oleada de juegos anunciados que prometen de alguna manera suplir esos periodos de tiempo con vacíos en el mercado físico.

Nuestro deber en el juego es, como dueño del gato Scram Kitty, colarnos con nuestro kit anti-gravedad en una base espacial en la que los roedores de laboratorio de un experimento se han hecho con el control y han secuestrado a todos los mininos, incluido el nuestro, para hacer rescartar a todos los simpáticos animales. Todo ello se desarrolla a lo largo de veinticinco niveles repartidos en diferentes áreas de la base. Niveles, por cierto, no secuenciales, ya que una vez llegados a un punto podremos elegir el orden. Los primeros niveles son tutoriales, y a los siguientes podremos acceder una vez hayamos rescatado a un cierto número de gatos.

Y de rescatar gatos van todas las fases. Hay cuatro en cada una: uno al llegar al final, otro por conseguir las cien monedas del nivel, otro por derrotar a un mini-jefe ratón (el cual puede matarnos sin problemas si no buscamos un buen lugar para dispararle o golpearle con el fuego) y el cuarto, el miedoso. Este tiene la particularidad de que una vez lo encontremos huirá a otro lugar y hay tiempo para volverlo a coger, y así varias veces hasta que lo consigamos del todo, y si no, toca volver a empezar. Aunque a veces se puede desesperar uno para conseguir a alguno de éstos, lo bueno es que podremos jugar el nivel cuantas veces queramos y rescatar a uno cada vez si lo consideramos oportuno.

Nuestro kit de rescate viene por un patinete a railes.  Gracias a él nuestro personaje puede moverse por los diferentes railes que hay en el escenario. A veces hay otros railes especiales que alteran el movimiento o hacen daño, por lo que hay que estar pendiente de su forma y color. Se puede, además de moverse por éstos, saltar, disparar (con diferentes tipos de tiros que iremos consiguiendo para usar en algunos niveles) y realizar un ataque de fuego post-salto. Con todo ello hay que eliminar a los diferentes enemigos y sobre todo, avanzar hasta llegar al final de fase.

Scram Kitty and his Buddy on Rails

Los disparos son útiles para derrotar enemigos, y el salto de fuego sirve para lo mismo (aunque los disparos nos golpean en ese estado) pero también para romper algunos muros, saltar más lejos, y huir de la gravedad del rail.  En los combates contra ratones hay problemas, ya que nuestro disparo básico y el salto de fuego no permiten mucha maniobra y tendremos que saltar bastante para esquivar, hasta que demos con una buena posición de ataque. En el peor de los casos, si hay un jefe o muchos enemigos pequeños, será irremediable que nos golpeen varias veces e incluso que nos eliminen si no buscamos una zona mejor para derrotarlos.

La gravedad es un punto muy interesante del juego, aunque el más desquiciante también. Si saltamos de un muro a otro cercano pasaremos al segundo, pero hay veces que, pese a realizar un salto y acabar rozando la nueva pared, no se pasa a ella. Los satos de fuego permiten llegar más lejos y, teniendo en cuenta la plataforma en la que estamos, realizar movimientos de fuerza en la dirección contraria al salto para llegar más lejos con este impulso, y de quedarse el personaje dando vueltas sin llegar a una plataforma, ya él sólo se caería para volver a su posición. Se requiere precisión en muchos saltos y un buen dominio del comportamiento de la gravedad, que no siempre es como esperaríamos, para dominar los controles.

Una pega es que pese a haber niveles de tutorial, la mayoría de jugadores no experimentados se encontrarán ante situaciones que no saben dominar y eso se añade a la posible frustración de un salto que no reaccione como esperaríamos. Por desgracia hay una barra de vida que disminuye al contactar con muros peligrosos o disparos enemigos, y una vez vacía tocará repetir el nivel completo de nuevo. Por suerte, cerca de algunos lugares complicados hay robots sencillos que sueltan vida si se derrotan. También puede destacarse negativamente la dificultad ofrecida, siendo quizás alta para una gran parte del público y pudiendo sacar de sus casillas a alguien, ya sea por la necesitada precisión, o porque choquemos con algo y eso haga que nos golpeemos varias veces seguidas hasta morir directamente. Sin lugar a dudas hace falta un repaso que compense esto. En resumen, el control de nuestro aparato se hace a través de railes y tenemos armas y saltos, pero no se domina como debería.

Scram Kitty and his Buddy on Rails

Lo que tiene también para hablar son los mandos. Se puede utilizar el GamePad y el Pro Controller, teniendo la opción de cambiar en cualquier momento lo que se ve en la pantalla de la tele y en la del mando. Esto es importante ya que principalmente la experiencia por defecto viene para el GamePad, donde está todo el HUD y se ve mejor nuestra nave (por lo que el Off-TV viene de serie). La imagen en el televisor ofrece una vista algo más amplia del nivel, pero todo se ve alterado cuando aparece nuestro gato, Scram Kitty, para hablar y dar consejos ocupando media pantalla; o bien se nos hace zoom a un lugar alejado de nuestra posición para enseñarnos algo. Quizás esté pensado para un cooperativo donde uno ve y otro juega, pero realmente se hace extraño y resulta en que acabemos mirando a la pantalla en la que no aparezca el gato casi todo el tiempo.

Además de la aventura que hay para rescatar a Scram Kitty, en la que podemos jugar cada nivel cuando queramos una vez desbloqueado, está el modo desafío. Aquí hay tiempo para conseguir el mayor número de gatos posibles, comenzando desde el primer nivel, aunque encontraremos relojes para aguantar más. La estrategia estará en ver si merece la pena conseguir todos los gatos de un nivel o ir corriendo a la salida para avanzar al siguiente, pero al final lo que cuenta es el número de gatos para récord.

A nivel gráfico no destaca principalmente, pero tampoco se queda corto, mostrando siempre en un estilo colorido y simpático todo el escenario por el que nos movemos en dos dimensiones. Cada área (grupo de fases) presenta distinta estética y música, pero ninguna llega a destacar. En el mando todo está perfecto, pero al mirar al televisor nos damos cuenta de que la imagen no está tan definida como debería. Lo que es bueno es que los textos estén en castellano, algo que siempre es de agradecer.

Scram Kitty and his Buddy on Rails

En definitiva, la idea es fresca y tiene posibilidades, pero requiere gran precisión para dominarla, y a pesar de ello, nos damos cuenta de que no todo funciona como en teoría debería, por lo que hay que ir probando hasta dar con la tecla. También se echan en falta más información o tutoriales  para comprender mejor la mecánica y escenarios. Eso sí, una vez que se sabe cómo se hacen bien las cosas, estaremos enganchados para completar los diferentes niveles al 100%. No es un mal juego, pero corrigiendo diversos problemas hubiera sido bastante mejor.