Retro City Rampage
Analizamos Retro City Rampage DX, un juego de mundo abierto estilo retro para Nintendo 3DS dónde hacer el cafre.
Retro City Rampage DX - Análisis
El estudio Vblank ya llevó a Wiiware Retro City Rampage en una época en la que ya el sistema estaba de capa caída, demostrando su apoyo a los fans en lugar de cancelarlo como otros hubieran hecho. Ahora el juego vuelve a Nintendo 3DS, aunque sin 3D, pero con la versión más completa que haya aparecido en cualquier máquina, compatibilidad con el Circle Pad Pro y actualizaciones gratuitas en el futuro. Aunque también serán necesarias actualizaciones, ya programadas para resolver un problema presente en el momento de escribir este análisis y que se comenta al principio para avisar a los compradores: seleccionar la opción restablecer los valores por defecto cambia el modo de vídeo a 1:1 (sin posibilidad de cambio) y se bloqueará el juego varias veces, con lo que habría que borrar la partida o esperar al parche. También puede bloquearse la partida si se selecciona el estilo gráfico 8 bits, aunque esto no afecta a nuestro save. Así pues, dado a que ya está anunciada la solución y que el título es disfrutable sin tener que modificar los ajustes que provocan problemas, no se tendrán en cuenta durante el resto del análisis.
Retro City Rampage DX rebosa simplicidad y adicción sin parar. Si tenemos en mente un GTA retro con vista cenital, nos hacemos una idea de lo que puede ofrecernos este juego. Tenemos siempre un mundo abierto para explorar y hacer el bruto un rato, pero también varias misiones para realizar. Lo bueno es que el escenario puede recorrerse de una punta a otra en poco tiempo, por lo que el gran problema de los sandbox de pasar más rato yendo de un lugar a otro que en las propias misiones no lo tendremos. Antes de hablar de la aventura principal hay que agradecer la inclusión de un modo libre, donde disponemos de dinero ilimitado y en el que nuestra única función es hacer lo que queramos por la ciudad sin pensar en nada más. En este modo, además, podemos cambiar a nuestro personaje por otros invitados si los hemos desbloqueado previamente, como Steve de Minecraft, Meat Boy o Commander Video.
Ya que hemos mencionado los invitados, hay que destacar las recreativas basadas en esos personajes (o en el canal Epic Meal Time) que están presentes en el centro de ocio para jugar con ellas si les echamos unas monedillas y que, pese a no ser excesivamente complejas, enganchan y cumplen de sobra. Y es que la ciudad ofrece muchos lugares en los que hacer cosas, desde cambiarnos el pelo hasta ir al bar de leche a ponernos pedo, todo siempre con mucho humor, que está siempre presente en todo el juego, junto a referencias a los clásicos de los 80 y 90 (no sólo videojuegos, también cine y televisión), por lo que nos van a sacar una sonrisa constantemente, ya sea con referencias a Megaman, a los Cazafantasmas o a la ya famosa frase “Are Belong To Us” y no sólo eso, sino que veremos también críticas bien puestas, sin utilizar nombres, a las empresas del sector que tratan no muy bien a las desarrolladoras.
Y todavía queda otro modo antes de pasar a la historia principal: Los Retos Arcadia. Son pequeños desafíos en los que podremos conseguir una medalla según lo bien que lo hagamos, en los que tenemos que realizar acciones varias como prender a la gente mientras estamos en llamas o usar lanzacohetes para destrozar todo lo que podamos y salir volando del retroceso. Son pruebas que resultan bastante divertidas y que, junto al modo libre, nos darán un buen post-game. Y ahora, ya sí que sí, pasamos a la historia principal, que nos tendrá enganchados sobre las ocho horas salvo que la ciudad nos atrape y nos dediquemos a hacer de todo menos avanzar.
En la aventura manejamos a “El Jugador”, un tipo que encuentra una oferta de trabajo de unos matones y que se une a su banda. Tras una misión tutorial bien construida, una máquina del tiempo nos llevará a otra época, y allí encontraremos a cierto personaje que nos esperará y que nos ayudará a reparar la máquina, que con el viaje que ha tenido no ha quedado muy allá. Así tenemos un motivo para empezar a realizar misiones, que siempre podremos localizar en el mapa bien colocado en la pantalla táctil, aunque también disponemos de otras secundarias y de los desafíos por la ciudad. Nunca vamos a estar sin nada que hacer, y encima podemos guardar siempre que queramos mientras no estemos cumpliendo una misión. Como nunca son muy largas, la posibilidad de echar partidas cortas está presente para favorecer la portabilidad de la consola, aunque todas las referencias del juego nos invitarán a estar durante sesiones más largas. En cuanto a la dificultad, nunca nos tiraremos de los pelos salvo en los compases finales, por lo que la curva de aprendizaje está muy bien construida, con lo que tampoco todo será un paseo, siendo la única pega en el desarrollo que algunas misiones son genialmente buenas y otras son más vacías.
Como buen juego inspirado en los primeros GTA, hay que destacar la variedad de vehículos y armas. Tenemos desde motos hasta tanques, pasando por bicis, monopatines y autobuses y, como un punto muy de agradecer, dos modos de control para éstos: con un botón para acelerar o bien directamente moviendo con la cruceta o el Circle Pad la dirección a la que queremos ir. En cuanto al arsenal, partimos con nuestros puños de base, aunque tenemos luego otras armas como una fregona, el brazo de Bionic Commando o un lanzacohetes, cambiables siempre desde la táctil o el botón R, aunque también tenemos un modo de ataque extra: podemos saltar sobre las personas para derrotarlas. Eso sí, cuidado con hacer el loco y que la policía nos coja o muramos en el proceso de destrucción, que perderemos todo y habrá que volver a conseguirlo, ya sea por el escenario, comprando o robando. Un detalle: mientras manejamos un arma teniendo un objetivo cerca le apunta sola, facilitando el proceso y permitiéndonos movernos alrededor de él. Disponemos incluso de la opción de utilizar coberturas, pero es algo simple y el juego invita más a ir a saco.
Todo en Retro City Rampage DX sorprende, y lo mejor es descubrir todas las referencias por uno mismo. No es necesario ser un “viejuno” para disfrutarlo, basta con tener idea de lo que se cocía en el mundo en la época y haber pasado un buen tiempo en internet viendo memes y similares relacionados con la cultura audiovisual de hace unas décadas. De esa época hereda también el estilo gráfico y sonoro. A pesar de que ahora muchos indies adoptan este estilo porque sí, la situación aquí hace que sea el que más encaje. Se puede cambiar el tipo de colores utilizado incluso haciendo de nuevo referencias al pasado, y también la música que suena de fondo en la pantalla inferior, compuesta por Jake Kaufman (el mismo que suele trabajar con WayForward) que encaja de maravilla con toda la estética y que, gracias al sistema de cambio manual, nunca se nos llega a hacer repetitiva.
De lo que hay que hablar es de la traducción al castellano. Es de agradecer que nos llegue en nuestro idioma, aunque las frases mal formuladas e incluso sin sentido ninguno siempre están presentes. Esto puede ser visto como un punto negativo, pero si uno ve cómo está construido todo el mundo del juego se da cuenta que puede que esté hecho a posta, para referenciar a las traducciones que se hacían hace años y que son recordadas con cariño y humor precisamente por sus fallos.
En definitiva, un juego muy bueno para los amantes de lo retro y de la diversión, donde todas las referencias y la posibilidad de explorar libremente nos tiene con la 3DS más tiempo del que uno puede esperar. Ya se ha dicho que hay problemas en espera de corrección, pero eso no enturbia la experiencia que los tres modos de juego ofrecen. Incluso si no te gusta GTA este juego puede hacerse un hueco en tu SD, es algo recomendado salvo para aquellos que huyen de la estética o del género de cualquier manera.