Pokémon X / Pokémon Y
Nuevo por fuera, clásico por dentro
Pokémon X / Y - Análisis
El 2013 será un año para recordar entre los fans de Pokémon. Primero, se anunciaron Pokémon X / Y para Nintendo 3DS, con nuevas especies, un apartado gráfico completamente renovado y una promesa de cambios destacables en la mecánica. Un anuncio que sólo esperaban los más optimistas y que ha supuesto un goteo de información con la expectación puesta por las nubes. No nos sorprende pues la introducción del tipo Hada (algo que no pasaba desde las ya lejanas ediciones Oro y Plata) o de los Mega-Pokémon mostraba que la intención iba más allá del tradicional salto cuantitativo en especies.
Renovación en Pokémon X / Y
Renovación. Ésa es la idea que se transmite con la nueva imagen de Pokémon. Los sprites pasan definitivamente a la historia con un mundo por explorar lleno de personajes más estilizados, aunque con el espíritu de siempre en los escenarios, pues a excepción de la imponente Ciudad Luminalia (no existe en la saga de rol nada remotamente parecido a la gran ciudad de Kalos, ni siquiera la Ciudad Porcelana de Teselia) todos los elementos son perfectamente reconocibles. Las rutas con sus zonas de hierba alta y sus desniveles, las cavernas con sus rocas y sus terraplenes, la estructura de los poblados… No se puede obviar el esfuerzo por corregir elementos disonantes del pasado (los arbustos que tenemos que eliminar con Corte por fin parecen serios obstáculos); pero la esencia de siempre permanece.
Donde realmente se gana con el salto generacional es en los combates. Aunque el clásico estilo de sprites que se mantenía desde el nacimiento de la saga será recordado con nostalgia y seguirá como fuente de homenajes y parodias por toda la web, la nueva presentación es uno de los puntos más sólidos de Pokémon X / Y. Los planos cuentan con el suficiente grado de detalle para no parecer estar carentes de vida pero sin sobrecargar la acción excesivamente, los indicadores de combate son algo más descriptivos y el nuevo look de los pokémon se sale.
No nos vamos a cortar a la hora de reconocerlo, los modelos en cell shading son soberbios. Más de 700 criaturas (por no contar las formas megaevolucionadas) representadas con un fino trabajo de modelado que presenta buenas curvas, con una exquisita paleta de colores y que cuentan con varias animaciones distintas para cada una. El resultado es mucho más satisfactorio que los intentos de antaño en consolas de sobremesa, sirviendo perfectamente para recrear un animé, un estilo que, de haber un Pokémon Stadium para Wii U, luciría de maravilla con la adecuada adaptación.
Eso sí, este grado de detalle tiene un precio que se vuelve demasiado elevado al activar las 3D de la pantalla: caídas drásticas del framerate. Si la decisión de eliminar el efecto 3D de casi toda la exploración ya fue polémica, los combates te invitarán a mantenerlo desactivado en todo momento. Las batallas de estas nuevas ediciones ponen la consola al límite de sus capacidades y, si en 2D lucen con una fluidez maravillosa, en 3D basta con que el escenario tenga un par de adornos animados y que los ataques sean ricos en efectos para sufrir caídas bastante molestas. No negaremos que cuando el 3D no da problemas los combates son espectaculares; pero casi parece que la decisión se ha tomado al revés. Hay un par de zonas de exploración donde sí se permite el uso de la visión estereoscópica con un acabado notable sin que afecte al rendimiento.
Dejando de lado este problema con las 3D, técnicamente se trata de un juego impecable para su magnitud (ojo, la versión descargable supera los 13.000 bloques, así que haz hueco en tu tarjeta SD si quieres optar por la eShop). Sólo la cámara puede chocar un poco al tomar ángulos y posiciones extrañas para lo que el jugador tradicional de la saga acostumbra; pero son efectos pasajeros a los que uno se adapta enseguida. Cuesta más adaptarse al movimiento con los patines, más libre y fluido que el clásico caminar; pero algo impreciso cuando quieres pararte en un punto exacto. Su uso se fija obligatoriamente al del stick analógico, por lo que se echa de menos la posibilidad de desactivarlo para que no sea necesario recurrir a la cruceta para caminar.
En el apartado sonoro tenemos un enfoque más continuista, en el que composiciones clásicas de la saga como la música de los gimnasios se mezclan con nuevas piezas para las distintas ciudades y rutas. Donde se ha producido un cambio es en la voz de los pokémon. Si los más curtidos llevábamos más de 13 años escuchando los mismos efectos y los reconocíamos al detalle, ahora percibiremos un filtrado para las especies de las primeras generaciones. El resultado es irregular, con algunos sonidos bien pulidos y otros que chocan demasiado, prefiriendo volver al sonido propio de la vieja GameBoy. Como curiosidad, Pikachu (quién si no) de hecho está doblado.