Pokémon Link: Battle!
Analizamos Pokémon Link: Battle!, un juego frenético cual Gyarados comiendo guindillas.
Pokémon Link: Battle! - Análisis
Pokémon Link: Battle! es un juego lo suficientemente grande como para darle una oportunidad, aunque posiblemente sea el spin-off de Pokémon con el nombre más confuso de la historia (reconozcámoslo, le pegaría más a un pseudo-Stadium para Wii U orientado al online que a un puzle). Desde luego su similitud con ciertos puzles para móviles es indiscutible; pero al menos tiene tantos genes pokémon en su interior como para contar con una fuerte personalidad propia. Genius Sonority ha sabido ir más allá del manual básico del subgénero y dotar a su última creación de elementos que lo diferencian claramente de la mayoría. Elementos muy propios de la marca, por cierto, como pueden ser las relaciones entre los tipos o el frecuente objetivo de completar la Pokédex.
Antes de abordar Pokémon Link: Battle!, hay que tener una cosa bien clara: en este puzle prima mucho más la habilidad que la razón. Todo se basa en el típico tablero con fichas cuyas posiciones intercambiaremos una con otra para formar ternas con la misma figura. Estas ternas se transformarán en puntos de daño que reducirán la vida de un pokémon salvaje que se nos muestra en la pantalla superior. Una vez agotemos su barra de vida, capturaremos a la criatura en cuestión. Un planteamiento sencillo; pero aliñada para salir del redil de lo genérico. Por un lado, si somos rápidos y alineamos nuevas ternas antes de pasado un tiempo, el daño aumentará. Por otro, no cualquier terna es igual de válida. Al igual que en los combates de la franquicia, si alineamos fichas de un pokémon cuyo tipo es fuerte contra el del pokémon salvaje se multiplicará el efecto del ataque. Lo mismo sucede a la inversa: si empezamos con un tipo débil, nuestro ataque no será muy eficaz aunque encadenemos varias ternas consecutivas. Conviene pues ser selectivo y observador, aunque hay que tener cuidado porque hay figuras tan parecidas que cuesta diferenciarlas entre sí.
Eso sí, en estos puzles el tiempo apremia. Los pokémon salvajes no se quedarán de brazos cruzados y nos atacarán mientras. Esto puede dar lugar a que cambien fichas del escenario a voluntad, penetren las defensas del tablero para entrar en él (algo muy molesto pues reduce el espacio útil en el que podemos trabajar) o que vayan reduciendo nuestra propia barra de vida. El juego se divide en mundos con sus niveles, saltando en cada uno de ellas varios pokémon diferentes (ya sea de uno en uno o en grupos). El objetivo es, cómo no, hacerte con todos; pero si pierdes toda tu vida te verás obligado a empezar ese nivel de nuevo aunque hubieras capturado ya unos cuantos pokémon en él.
Los primeros niveles son sencillos y basta con lo explicado en el primer tutotial para superarlos con cierta solvencia. No obstante, ves que más adelante apenas haces daño a tu rival y acudes de nuevo a la sección de tutoriales para intentar averiguar el porqué. Es aquí cuando ves todas esas técnicas que por algún extraño motivo no te contaron en su momento. Es cuando descubres cómo se progresa realmente en este juego y aprendes a hacer ataques múltiples para dañar a todos los pokémon de un grupo a la vez o como entrar en el modo frenesí, en el que basta con alinear parejas y se facilita la limpieza del tablero, dando lugar a combos mucho mayores. Sin esta información, hubiera sido imposible avanzar más de un par de niveles, por lo que el tutorial obligatorio de presentación se muestra bastante escaso para afrontar el juego real.
Pero como ya dijimos, prima la habilidad y, sobre todo, tu velocidad. Dado que sin combos el daño hecho puede ser ridículo y das tiempo de sobra al rival para que te derrote, la prioridad del jugador estará en ser lo suficientemente rápido para entrar en modo frenesí (y con un ataque múltiple si fuera necesario). No sólo eso, una vez en ese modo hay que tratar de permanecer en él hasta vaciar el tablero y empezar de nuevo. Si eres rápido, las ternas hechas en el nuevo tablero se suman al combo que llevabas al vaciar el anterior. Como se puede apreciar, hay que ser de puntero rápido. Este juego parece un duelo del salvaje oeste en el que quien desenfunda antes y acierta, gana. De hecho, en niveles suficientemente avanzados el ritmo es frenético e incluso estresante.
Una de las pegas que se le puede achacar a este modelo es cuando en determinados instantes la aleatoriedad gana importancia. Como dijimos, hay pokémon que intercambian las fichas de tu tablero entre sí o por la suya propia (alineable igualmente; pero más incómoda para trabajar). A veces lo hacen en grandes grupos o por filas y columnas, por lo que puede ser bastante molesto. El problema es que no hay ninguna forma de intuir por dónde llegará el cambio y, justo cuando está a punto de arrancar un combo con todo a tu favor (entrar en frenesí con el tipo correcto, ataque múltiple, bonus de la ficha en cuestión, etc…) los caprichos del RNG te cambian una ficha de tu línea en el momento clave y echa tu estrategia por tierra. Cuando el rival es especialmente duro y andas corto de vida, te pueden entrar tranquilamente ganas de mandar el juego a tomar por saco, pues la simple mala suerte ha tumbado la jugada maestra que tenías planeada. Al final pasarse determinados niveles se convierte en una mecánica de ensayo y error.
Acabamos de decir que algunas fichas tienen bonus. Cuando capturas a tu pokémon, quedará registrado en tu Pokédex y podrás marcarlo como uno de tus aliados (estas plazas son limitadas). En ese momento, la ficha del pokémon de turno saldrá en el tablero junto a las predefinidas de ese nivel. Puedes usar esta ayuda como estrategia ya que se trata de un pokémon poderoso, cuenta con un tipo que te da ventaja, tiene bonus de daño en determinadas situaciones (como cuando queda menos de la mitad de vida), o en vez de atacar hace de apoyo ya sea curando tu vida o reparando los muros del tablero, por ejemplo. Saber escoger se convierte pues en uno de los pilares de la estrategia. De todos modos, se echan en falta los tipos duales. Cada pokémon tiene un único tipo (y es fácil dudar cuál de los dos han escogido para este juego), lo que puede desconcertar a los viejos conocidos de la franquicia y reduce un abanico de combinaciones que hubiera sido más rico e interesante con pokémon con dos tipos. Esta ausencia empaña el juego por lo que podría haber sido y no fue.
Los diez mundos que forman el desarrollo convencional los puedes superar en cuestión de un par de horas, aunque la curva de dificultad es un tanto irregular, habiendo niveles ridículamente complicados en comparación con los siguientes. Eso sí, llegados a este punto Pokémon Link: Battle! realmente no ha hecho más que comenzar. Una vez más, el objetivo final es completar la Pokédex, y al ver el vídeo de los créditos apenas teníamos un tercio de ésta. Hay pokémon secretos por todos los niveles a los que sólo te enfrentarás cumpliendo requisitos (como puede ser derrotar al pokémon anterior de un solo ataque). De éstos sabes dónde salen por su silueta y su posición en la lista de pokémon salvajes de nivel; pero no qué debes hacer para que aparezcan. También hay niveles secretos en cada mundo que se desbloquean sacando puntuaciones elevadas y mundos especiales como la Jungla Safari, en la que los pokémon capturables varían cada día. Completar la Pokédex (718 pokémon) multiplica significativamente la vida del juego.
Técnicamente se trata de un juego sencillo pero bonito. Las fichas presentan un diseño acertado y la música acompaña bien al ritmo de la acción sin llegar a ser monótona. Tampoco necesita más un juego de este género; pero se le puede achacar como punto negativo que prescinda completamente del 3D. Por otro lado, aunque no haya muchos textos, el juego está traducido al castellano.
Pokémon Link: Battle! termina siendo un juego para innumerables partidas rápidas, un juego que se ajusta bien al espíritu de las consolas portátiles; pero que a veces llega a ser demasiado frenético e incluso frustrante (especialmente si el azar decide destrozarte tu jugada). No es nada del otro mundo, no ofrece extras para los juegos de rol como hicieron otros spin-offs en su día; pero no deja de ser una buena elección para esos ratos muertos durante los viajes o en el baño. Los 8€ que cuesta en la eShop podrán ser discutibles; pero sí que entran en lo que se podría considerar un margen razonable para lo que ofrece el juego.