Pocket Card Jockey
Cartas y caballos por doquier.
Pocket Card Jockey (3DS) - Análisis
Pocket Card Jockey es otra de esas apuestas de Game Freak más allá de Pokémon, como en su día fue el sobresaliente HarmoKnight. En esta ocasión, tal y como hacen otros títulos actualmente (por ejemplo, Puzzle & Dragons), se mezclan dos vertientes de jugabilidad que en un principio no pegarían ni con cola. El título que nos ocupa, que por desgracia llega sólo en inglés, tiene el solitario (juego de cartas) y el mundo de las carreras de caballos unidos para crear algo especial.
Una carrera de solitario
Una demo mal escogida y unos primeros minutos absurdos y muy lentos. El comienzo es un mero trámite, pero largo, para explicar el motivo por el que hay que jugar al solitario para ganar carreras. Sin embargo hay demasiada explicación inicial y pese a que hay un tono absurdo que puede ser divertido, como contacto inicial, ya sea a través de la demo o de los primeros compases, echa para atrás. Por suerte, los jugadores de la demo pueden pasar su progreso para no tener que pasar por lo mismo en dos ocasiones.
Con un protagonista que puede ser chico o chica, y el sueño de ganar la competición más importante de caballos, comienza el viaje a través de entrenamientos y diferentes tipos de torneo que permitan ir subiendo de categoría. Cada una de estas carreras tiene varios retos de solitario y momentos en los que hay que realizar pequeñas acciones, de manera que no sea siempre lo mismo. Uno de los problemas de cada vez que se compite es que debe completarse de un tirón todo, ya que si se decide cerrar la consola para parar de jugar, la carrera se considerará como que no la hemos ganado independientemente de la posición que estemos ocupando en ese momento.
Más allá de las carreras se puede ver el calendario de competiciones, nuestro palmarés, gastarnos dinero para conseguir ayuda para nuestros caballos o en piezas de puzles. Nuestros caballos, porque no sólo habrá uno durante por la aventura, presentan un periodo de crecimiento, mientras tenga menos de cuatro años, en el que puede mejorar y subir atributos. Una vez que pasan de esa edad pueden llevar a competiciones para adultos (otras carreras, vaya) o bien llevarlo a una granja para que se retire feliz e incluso para que pueda aparearse con otros caballos con los que hayas competido o que se consigan a través de QR o StreetPass y así crear el potro definitivo que herede lo mejor de sus progenitores.
Ahora, las carreras. Hay varias fases de solitario y otras entre medias en las que hay que frotar el icono de nuestro caballo, o trazar un posible movimiento para colocarlo en una posición del escenario que sea ventajosa y que coja objetos que aparecen. Con este movimiento, además, se debe buscar la zona de provecho para la habilidad de nuestro caballo o bien la posición que dé mejores premios (pero que propone un solitario más difícil). Además, al final de la carrera hay que hacer el sprint final moviendo al caballo lateralmente para que esquive, y pudiendo azotar al caballo un número de veces para que consiga un pequeño turbo.
Todos los juegos de solitario tienen un tiempo para ser completados (o conseguir hacerlo lo mejor posible hasta que se acabe) y un mazo de apoyo que se termina. Cuando uno de los dos se acaba, se pasa de solitario a la fase de la carrera correspondiente. Hay que ir cogiendo, de la fila más cercana a nosotros de cada taco de naipes, aquél que tenga un número superior o inferior al que se tiene en la mano (la K y la A se consideran consecutivos). Hay que vigilar bien y, en caso de que no haya ninguna carta que pueda cogerse, hay que coger del mazo una nueva para colocarla en nuestra mano y que así se pueda buscar otra de los tacos que sí sea consecutiva. Hay que estar muy atento a las decisiones que tomamos, si se acaba el mazo como ya se ha dicho, se acaba la fase de solitario.
No completar un solitario no quiere decir que se pierda la carrera, pero se obtienen más mejoras y apoyo para el caballo si se consigue finalizar cada ronda de solitario. La primera ronda, la más rápida y corta de todas, tiene bonus de apoyo en la última fila de cada taco, siendo unos mejores que otros y teniendo que intentar encontrar el mejor antes de que se acabe el tiempo, aunque siempre es bueno coger alguno por malo que sea en vez de ninguno si no diera tiempo a otra cosa.
Con un estilo gráfico de dibujos simpáticos y poca variedad musical, Pocket Card Jockey destaca por ofrecer un juego en el que en cualquier momento se puede echar una partida ya que la mecánica es siempre la misma: elegir caballo y a correr. Existe un pequeño objetivo como meta para el juego (ganar la copa definitiva), pero realmente estamos ante algo sin fin al que siempre puede echársele un rato si apetece para crear el caballo definitivo o perfeccionar nuestra manera de jugar al solitario.