Nintendogs + cats
¿Quién dijo que perros y gatos no podían convivir?
Nintengods + Cats - Análisis
¿Problemas de alergia? ¿falta de espacio en casa? ¿o de tiempo y ganas para dedicarle a una mascota? Estas y otras excusas perdieron su razón de ser hace ya seis años gracias a Nintendo y sus Nintendogs, con el resultado que todos sabemos: un gran éxito en todos los sentidos. Ahora, y junto con el lanzamiento de Nintendo 3DS, llega una nueva entrega que busca repetir la gloria, y para conseguirlo contará con las novedades de la inclusión de los gatos y el respaldo del novedoso efecto 3D sin gafas de la portátil.
Al igual que sucediera con su antecesor, los primeros pasos en Nintendogs + cats están marcados por la elección personal de cada uno. Empezando desde la estantería de la tienda, eligiendo cuál de las tres versiones comprar (cada una con sus respectivas nueve razas de perros) hasta el momento en el que se introduce el cartucho en la portátil y hay que escoger a uno de los diversos cachorros y sus correspondientes variaciones de pelaje (color y/o tipo de pelo).
Hasta aquí, nada nuevo para todos aquellos que en su día jugaron a alguna de las diversas versiones del juego en la anterior portátil de Nintendo, salvo por un par de cosas: una mejora gráfica más que considerable en los canes y el novedoso efecto 3D de la portátil. Todo lo demás, no deja de dar la impresión de ser una mera renovación de los antiguos menús, de las opciones de concursos y de las tiendas de compras.
La evolución llega a los sentidos
Desde el mismo instante que se accede por primera vez al criadero para escoger a uno de los perros (los gatos llegarán más tarde), se tiene el primer encuentro con el tan comentado efecto 3D, cuando tres de los cachorros se acercan a la pantalla superior y empiezan a rascarla y a ladrar intentando captar nuestra atención. Un efecto que salvo en los momentos en los que el perro se aproxima a la pantalla y nos empieza a lamer, instante en el que sus babas parecen salir fuera del marco, se centra en la profundidad. Trasmitiendo así la sensación de encontrarnos detrás de una ventana mientras observamos a nuestros cachorros.
Puesto que es la pantalla superior la que se encarga de enseñarnos en todo momento a los animales, la solución que han dado desde Nintendo para poder interactuar con los cachorros ha sido la de añadir en la pantalla inferior una silueta de estos que refleja su figura. Para interactuar y manejarlo se usa el stylus como si se tratase de un ratón de PC.
Como no podía ser de otra forma, los protagonistas del juego son los que se llevan el mejor acabado gráfico. Tanto perros como gatos han sido asombrosamente recreados, con unas texturas en sus pelajes que se asemejan a los modelos reales, así como sus miradas, sus gestos y su comportamiento. Esto último también fiel a cada tipo de animal, de modo que los perros son mucho más sociables, alegres y juguetones. Mientras que los felinos, sin imbargo, son más independientes y algo ariscos con un chucho delante, e incluso a bufar.
En cuanto al escenario principal, la habitación del hogar, es inicialmente bastante simple, pero gracias a las diversas tiendas que dispone el juego, en especial la de interiorismo, se puede cambiar la decoración, variando el estilo y el mobiliario. Así gatos y perros tendrán diversos lugares a los que encaramarse o acostarse. Aunque todo tiene un precio en euros y muchos de estos objetos no son precisamente baratos.