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New Super Mario Bros. (Wii U)

Sabor clásico.

New Super Mario Bros. (Wii U) - Análisis

La Consola Virtual de Wii U recibe uno de los títulos más populares de Nintendo DS: New Super Mario Bros., el juego que devolvió al fontanero al género que lo popularizó e inauguró un nueva y exitosa sub-saga que traslada la faceta más clásica del personaje a nuestros días. ¿Lo hace con fortuna? A continuación os lo contamos.

Volviendo a los orígenes

Toda consola de Nintendo ha tenido su correspondiente juego de plataformas protagonizado por Mario, y a veces incluso varios. No en vano, es la mascota de la compañía y uno de los iconos más reconocidos del sector. Así pues, la célebre portátil Nintendo DS no iba a ser menos y, si bien ya había recibido de lanzamiento un notable remake del mítico Super Mario 64, no iba a quedarse sin una entrega propia y exclusiva de nuestro bigotudo amigo.

Para ello, se decidió obviar el grandísimo cambio jugable que había supuesto el salto a las tres dimensiones para la saga y volver a las raíces, recuperando la jugabilidad bidimensional de los plataformas que había protagonizado el icónico personaje, aunque tratando de hacer un buen uso de las nuevas posibilidades que ofrecía la consola. Ya el mismo nombre del título suponía toda una declaración de intenciones: con New Super Mario Bros., se dejaba claro que nos encontrábamos ante un Super Mario como los que nos habían acompañado desde NES, pero renovado en su justa medida.

La propuesta es la de siempre y sonará a cualquiera: Bowser secuestra a la princesa Peach y nosotros, controlando al aguerrido héroe italiano, debemos superar una serie de mundos compuestos de varios niveles por los que avanzar en scroll lateral, saltando sobre enemigos, sorteando trampas y usando objetos que nos aportarán distintas habilidades hasta llegar a la guarida del villano y rescatar a la doncella. De vez en cuando también (al principio dos por mundo y más conforme avancemos), alguno de estos niveles es un castillo custodiado por un jefe al que debemos vencer en un enfrentamiento generalmente sencillo, aunque muchos tengan diseños y patrones relativamente variados y originales. Lo que viene siendo un Super Mario Bros. de los de toda la vida.

Espíritu renovado

Como comentaba, en New Super Mario Bros. nos encontramos ante un desarrollo compuesto por varios mundos temáticos por los que avanzamos y con un número de niveles variable. El mapa en este caso no es tan complejo y lleno de secretos como entregas anteriores o incluso siguientes iteraciones de esta vertiente. Pero aún así nos encontramos con las casas seta, donde conseguir vidas e ítems superando sencillos mini-juegos y numerosos atajos y caminos secretos que nos conducirán a pantallas, e incluso mundos, totalmente opcionales. En este sentido puede dar muchas horas de juego a los completistas que quieran descubrir todos los secretos que esconde, algunos de ellos ocultos de forma bastante ingeniosa y que se suman a las tres “monedas estrella”, coleccionables que acostumbran a estar escondidos o en sitios de difícil acceso, que se estrenaban en esta entrega y se convertirían ya en clásicos para futuras aventuras.

En todo caso, nada de esto suena especialmente novedoso y las principales aportaciones que veíamos aquí respecto a otros juegos de esta vertiente de la serie eran, entre otras, un limitado uso de la pantalla táctil de la portátil que básicamente servía de mapa esquemático y para usar objetos que tuviésemos en reserva pulsando en ellos. Otra característica curiosa es que, al entrar en las típicas secciones subterráneas introduciéndonos por tuberías, la acción se trasladaba a dicha pantalla inferior, un detalle gracioso y que ayudaba a la inmersión pero que tampoco es que aporte nada demasiado relevante. Más allá de esto, se introducen nuevos poderes sobre los que destacan dos en concreto: el Champiñón Gigante, que convierte a Mario en un sosias de Godzilla que arrasa todo a su paso, incluyendo enemigos y partes del escenario; el Champiñón Pequeño, que le reduce al tamaño de una pulga haciéndole muy vulnerable, pero permitiéndole en cambio correr por el agua, saltar mucho más alto y meterse por los sitios más recónditos, muy útil para encontrar secretos y atajos.

Aunque pueda pecar de conservador y sencillo, en su día fue una grata sorpresa precisamente por esa vuelta a los orígenes. Además, todo esto viene acompañado por un variado y estupendo diseño de niveles y un aspecto gráfico colorido y agradable, que combina fondos bidimensionales con personajes y otros elementos realizados poligonalmente, conservando toda la esencia de la serie y la magia del Reino Champiñón.

El inicio de algo New

Con New Super Mario Bros. estamos ante el estreno de la sub-saga New y, como tal, tiene cosas mejorables que se corregirían en futuras entregas. Si algo sorprende, por ejemplo, es encontrarse de nuevo con él y darse cuenta del control extrañamente tosco que en ocasiones puede llegar a tener, con una inercia exagerada que puede causar más caídas injustas de la cuenta, por lo menos si lo comparamos con las sensaciones mucho más pulidas que transmitían los siguientes. En todo caso, a pesar de que para algunos esto sea más un hándicap que algo a alabar, es mérito suyo el retorno de Mario y compañía a su vertiente plataformera más directa y conservadora. Y hablamos de un juego que, pese a sus fallos, no resulta sólo solvente, sino un gran exponente del género, tremendamente divertido y adictivo en su sencillez (o por ella). Ideal tanto para partidas espontáneas como para sesiones largas y que te mantiene pegado a la consola con una sonrisa de oreja a oreja.

En cuanto a sus funcionalidades en la versión para Wii U, encontramos pocas sorpresas. Es grato ver lo bien que mantiene el tipo en pantallas grandes gracias a su estilo gráfico, a pesar de la evidente pixelación que puede paliarse con la función de suavizado. También están las ya habituales configuraciones de control, pero en este caso la más recomendable sería la que usa el televisor como pantalla superior y el Gamepad como inferior, puesto que es la que mejor emula la experiencia original tanto por la disposición de botones como por los pocos pero necesarios usos de la táctil. A destacar finalmente que el multijugador no está incluido en esta ocasión a pesar de aparecer en la pantalla de selección, una pérdida no demasiado molesta pero que es conveniente remarcar. 

En definitiva, nos encontramos ante un muy buen plataformas que, sin ser especialmente rompedor ni sorprendente, sí que consigue recuperar la esencia de las primeras iteraciones de la serie actualizándola debidamente y dando como resultado un juego sólido y divertido, que nos hará pasar gratos momentos.