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Mega Man 6

¡Acompaña a Mega Man en su sexta aventura!

Mega Man 6 - Análisis

Mega Man 6 aterriza por segunda vez en Europa (primera en una sobremesa) y lo hace conservando todas sus facultades: acción, plataformas y muchas vidas perdidas por el camino.

Nos encontramos ante la última aventura que protagonizó en la Nes el icónico personaje azul, muy de moda estos días entre los nintenderos por su inclusión en el nuevo Super Smash Bros.,  y que en su día no llegó a ver la luz en tierras europeas cuando fue lanzado allá por 1993 de la mano de Capcom. 

Pudiendo jugar a Mega Man 6 (y a sus anteriores entregas) tanto en la Consola Virtual de 3DS como de Wii U, me he decantado por la versión de sobremesa, por aquello de que fue su formato original y, para qué engañarnos, casi todo, cuanto más grande, mejor. Aunque sabed que ambas versiones son idénticas, tanto en rendimiento, sin mejoras, como en control. 

Esta sexta entrega se presenta de forma diferente a sus predecesores. Esta vez no tenemos que ayudar al Dr. Wily a defender el mundo, sino que un misterioso Dr. X (super original el nombre) ha decidido crear un torneo donde se enfrenten los mejores 8 robots, sin contar a Mega Man, y este andaba por allí. Bueno, al final la cosa se complica y tenemos que volver a salvar el mundo por sexta vez, pero el cómo es dejo que lo descubráis vosotros.

Ya está, no hay más, no hace falta más, esto es un juego sumamente arcade donde la historia no es sino una mera excusa para presentar una jugabilidad a prueba de bombas marca de la casa. Y es que Mega Man siempre se ha caracterizado por ser un juego totalmente directo en su planteamiento (como la gran mayoría de juegos de aquel entonces). Aquí se premia y mucho la habilidad, es un juego donde vas a morir muchas veces, advertido quedas, pero que sabe recompensarte cuando has superado una fase. No me refiero a una recompensa material o palpable, que también, Mega Man recibe nuevos poderes por cada jefe final que vence, 8 en total sin contar al malo final, los cuales le sirven para descubrir nuevos caminos que parecían cerrados antes de conseguirlos, me refiero a una recompensa moral, a una satisfacción interior; cada vez que superas un nivel te crees mejor jugador, porque lo eres, ciertamente. 

En un juego de estas características la frustración puede llegar muy rápidamente, pero lo importante es no desanimarse. En esta clase de juegos, aunque parezca imposible a estas alturas, aprendes a jugar. Empiezas, mueres en un mal salto (milimétricos), vuelves a empezar, te encierra un enemigo y vuelves a morir, vuelves a empezar, rebotas contra unos pinchos del techo y mueres. Game Over. Sueltas el mando. Mal. Vuélvelo a coger que algo habrás aprendido, lo importante es no rendirse, y según superas fases ves que es verdad, además ayudan mucho los nuevos poderes, nuevos disparos básicamente, pero también ayudan mucho los nuevos trajes. ¿Y Rush? 

El icónico perro robot de Meg Man no hace acto de presencia como tal, pero se transforma en nuevas armaduras para nuestro héroe azulón, siendo esta una de las mayores novedades de la sexta entrega. Hay 2 trajes nuevos, los de Power Mega Man y Jet Mega Man, que nos permitirán romper muros y derrotar a determinados enemigos y volar por un corto espacio de tiempo respectivamente.

Hablando del plano audiovisual, esta sexta entrega supuso el culmen de la saga en Nes como no podía ser de otra forma. Cada jefe tiene su propio escenario y no solo eso, también sus propios enemigos caracterizados a tenor del mismo (el de Tomahawk Man es sublime). Hay zonas arboladas, zonas acuáticas, una bonita puesta de sol… todo sacando casi el máximo a la paleta de colores de nuestra querida Nes. Exactamente lo mismo pasa con las melodías y efectos de sonido, mención especial a la melodía principal y a la de la zona de Blizzard Man. Es cierto que recuerdan a las de anteriores Mega Man y que no superan a las de la segunda entrega, pero acabarás tarareando todas y se te quedarán en la cabeza de tanto oírlas. Que las vas a oír mucho, créeme. Los efectos de sonido cumplen y son los que estamos más que acostumbrados a escuchar.

El diseño es lo que prima. El de los enemigos está bien, el de los jefes finales está bien también (por primera vez en la serie el diseño de 2 de ellos corre a cargo de 2 fans no japoneses), y el de los escenarios está deslumbrante. Como en todo buen juego de scroll lateral de la era 8 bits, todo está medido; los enemigos están donde deben para fastidiar lo máximo posible, las plataformas móviles se ajustan a tu salto, las distancias entre plataformas fijas otro tanto… Es difícil, y eso es bueno. 

Por increíble que parezca hoy día, todo se supera con 2 botones, una cruceta, y muchas dosis de habilidad. Un botón para disparar, un botón para saltar. Ya está, luego combínalos, mantén el de saltar y Jet Mega Man volará, mantén el de disparar, y disparo cargado, abajo y salto, te deslizas, y listo. Todo es sencillo pero complicado, porque lo realmente importante no es saltar, disparar o deslizarte, sino cuándo hacer cada cosa, pero es algo que se aprende según avanzas y acabas por interiorizar cada movimiento y sorprendiéndote a ti mismo logrando cosas que al principio te parecían imposibles. Es lo bonito de Mega Man.

Mega Man 6 es lo que es, un buen juego de Nes y un buen juego dentro de la franquicia. No innova demasiado más allá de los trajes pero pule todo lo visto en anteriores entregas. Si eres fan de los juegos de avanza, salta y dispara, vete a la CV pero ya, no te arrepentirás. Eso sí, paciencia con él. Luego no matéis al mensajero.