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Just Dance 4

El mismo baile anual pero con otra música de fondo

Just Dance 4 - Análisis

En 2006, Nintendo nos vendió la idea de que un Wiimote podía representar a una raqueta de tenis, un palo de golf o una espada. Estaba claro que el mando podía ser cualquier cosa, pero no fue hasta 2009 cuando a Ubisoft París se le ocurrió que éste podía ser el elemento clave de los juegos de baile. Sin necesidad de alfombras o cámaras, sólo con un Wiimote en la mano e imitar los movimientos de los bailarines bastaba para hacer mover el cuerpo hasta al más patoso de la casa.

Gracias a esta fórmula, aparentemente simple y a la vez tan accesible, han conseguido que cada año, y van cuatro, sea todo un fenómeno de ventas. ¿Pero qué nos encontramos en este Just Dance 4?

Análisis Just Dance 4

La base del juego es básicamente la misma que vimos en Just Dance 3, por lo que salvo las canciones y el lavado de cara de los menús, todos aquellos que ya hayan jugado a alguna de las anteriores entregas, especialmente la tercera, ya sabrán lo que se van a encontrar.

Una vez más, incluirá más de 40 nuevas canciones totalmente diferentes (más sus respectivas versiones extra y sus niveles de dificultad) y que tocan una buena variedad de géneros. Desde los temas más actuales hasta aquellos que hacían mover el esqueleto a nuestros padres. Dicho con nombres: el Asereje (Las Ketchup), Beauty and a Beat (Justin Bieber), The Final Countdown (Europe) o You're The First, The Last, My Everything (Barry White). Todas ellas con su correspondiente coreografía.

Si todas estas canciones, y sus diferentes contenidos desbloqueables, os saben a poco, Just Dance 4 vuelve a incluir el modo Just Sweat. Una modalidad más propia de un Zumba Fitness, en el que los jugadores pueden realizarán diversas rutinas de ejercicios cardiovasculares, pasos aeróbicos, bailes latinos... quemando calorías en sesiones de 10, 15 o 45 minutos. Dentro de cada sesión, se contará la intensidad y el gasto de energía, determinando si la siguiente canción se hará en el modo ‘intense’ o ‘cool.’

Análisis Just Dance 4

El Wiimote sigue siendo uno de los puntos negros del título, principalmente porque no termina de reconocer del todo bien algunos de los movimientos menos bruscos del baile. Esto a un nivel amateur o medio no supondrá un grave problema, pero a poco que alguien quiera batir un registro o tomárselo algo más en serio, se darán de bruces con la limitaciones propias del Wiimote original.

Y hasta aquí todo resulta muy familiar, porque la principal novedad de Just Dance 4 se encuentra en su modo batalla. Una vez desbloqueado, los jugadores se podrán retar en un versus que enfrentará a dos canciones de géneros totalmente opuestos al más puro estilo Street Fighter. Con ambos personajes luchando mientras le restan vida al rival a medida que van realizando correctamente la coreografía.

Por todo esto, Just Dance 4 no evita dejarnos con la sensación de vernos ante un nuevo juego que bien podría tratarse de un gran DLC en formato físico. Porque sigue sin solventar los errores del reconocimiento del Wiimote y parece que las principales novedades se han ido a la versión de Wii U, pero aún así Just Dance 4 sigue siendo igual de divertido, directo y desafiante que en anteriores entregas.

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