Just Dance 2016
Ubisoft ha decidido retocar técnicamente uno de sus títulos estrella.
Just Dance 2016 (Wii U) - Análisis
Como cada fin de año, de cara a las fiestas y regalos navideños, las estanterías de las secciones de videojuegos se llenan de copias de Just Dance. Está muy visto, pero sigue funcionando, sobre todo en la vieja Wii, y por eso Ubi repite su modelo en Just Dance 2016 con canciones nuevas y varios retoques.
Just Dance 2016: Lo nuevo y lo viejo
Hay tres tipos de grandes novedades en la edición de este año sin contar los modos adicionales, que reformulan en cierto modo el título a pesar de que ninguna apunta directamente al núcleo de su jugabilidad. Por tanto, seguimos ante un juego de baile con un poco de karaoke de acompañamiento en el que tan solo hay que imitar los movimientos de los bailarines que salen en pantalla. En realidad no de todo su cuerpo, tan solo hay que seguir su mano que brilla, en la que tú debes tener tu controlador, aunque la gracia está en reproducir todos los gestos y no tratar de engañar al sistema. Porque si algo no avanza nada es el sistema de reconocimiento: sigue siendo tan poco creíble que dejando el mando colgado del brazo y en balanceo te basta para sacar un par de estrellas. Pero eso ya es parte de la historia de Just Dance y ha forjado su éxito sobre esta debilidad, así que no hay que darle más vueltas.
Es un aspecto que no ha mejorado con los nuevos mandos, los móviles. El primer gran añadido es el control mediante smartphone a través de una aplicación llamada Just Dance Motion Controller. La descarga es gratuita y es muy fácil sincronizarla, así que muy bien por esa parte. De esta forma es mucho más fácil poner sobre el escenario los seis jugadores simultáneos que permite su multijugador, porque reunir seis mandos de cualquier consola no es tarea fácil.
La segunda novedad, para mi nada acertada, es un rediseño del menú principal que si bien es cierto que deja mucho más espacio para la previsualización del tema que tienes seleccionado en el momento, hace que moverse por los menús de juego sea bastante más farragoso. Es más rápido, porque combina un carrusel vertical para los modos con uno horizontal para los temas, pero hasta que tienes la mayor cantidad de contenido desbloqueado vas dando vueltas de aquí para allá en busca de algo que te sirva para pasar el siguiente rato. No es cuestión de que haya problema de variedad, porque están todos los modos de juego y cinco variantes más. De todos ellos hay que destacar el modo Dance Quest, que es una competición para un solo jugador en el que debes progresar en el ranking de mejores bailarines derrotando a la máquina tema por tema. Efectivamente, es como un juego de lucha y la recompensa que ofrece es ir desbloqueando los temas, así que hay que pasar por aquí sí o sí.
Su repertorio, ay su repertorio. En Just Dance 2016 hay 41 canciones entre las que escoger sacadas casi todas ellas de las listas de éxitos de las grandes discográficas internacionales. Ahí están los Guetta, Darulo, Spears o Gaga. También hay algunas perlas de músicas tradicionales de otras partes del mundo que parecen colocadas para dar algo de variedad a su regulero modo fitness. Y por último, unas cuantas para los más pequeños que sacan provecho a su acuerdo con Disney y con otras marcas como Angry Birds. Por nombres podría parecer un catálogo idóneo, el problema es que no son los grandes hits de ninguno de estos artistas, por lo que no llega a satisfacer como en entregas anteriores. No sé si es por el bajón de no estar frente a temas que te motivan, pero
Quizá la razón de estas ausencias esté en la tercera gran novedad de esta entrega, que habrá quienes la vean como positiva o como negativa, al peso. Se llama Just Dance Unlimited y es un servicio de suscripción que permite acceder a muchísimas más canciones por streaming, semejante a lo que Activision puso en marcha con GHTV. Hay bono mensual, trimestral o anual, este último de 40 euros. Es una forma de romper con el viejo DLC individual, que era más caro tema por tema pero al menos las que comprabas las tenías para siempre. Que cada cual saque sus conclusiones, a mi no me acaba de convencer.
No quiero dejar de mencionar otro elemento dinámico y activo que ha mejorado en esta edición. Bajo el nombre de World Video Challenge, Ubisoft está tratando de recuperar el espíritu de lanzó al estrellato a Just Dance, el de grabarse bailando para después compartirlo por internet. Este modo facilita mucho esta tarea para que la red se vuelva a llenar de tríos de mujeres negras moviendo sus gigantescos traseros y además en la versión Wii U tira de cámara del Gamepad para que esté todo más a mano. Una vez grabadas realiza un montaje cogiendo trozos de aquí y de allá, automático, para que tenga un toque más videoclip. Está bastante limitado, pero va por el buen camino.
Por supuesto, la versión Wii U conserva su peculiar modo Off-TV y ahora es más útil que nunca gracias al móvil. Aunque no da muy buen resultado eso de estar tres o más personas delante de una pantalla tan pequeña como la del Wii U Gamepad.
Ya van siete años de bailar con el puño el alto y más de veinte juegos entre la serie principal y las versiones alternativas Kids, Disney, Japón, Yokai-Watch, etc. El modelo está completamente explotado y las mejoras siempre son complementarias, porque Ubisoft o no ha querido o no ha sabido buscar una alternativa. Ahora nos encontramos con lo mismo de siempre pero bajo un sistema de distribución distinto, que puede dar mucho de sí y terminar con las entregas anuales o convertirse solo en un sacacuartos. Pero que, por lo pronto, ha rebajado el valor del DVD por la selección de temas. Al menos ahora es más fácil jugarlo gracias a esa buena aplicación para smartphones.