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Infinity Runner

Mitad lobo, mitad divertido.

Infinity Runner (Wii U) - Análisis

Wales Interactive son los encargados de este Infinity Runner, un juego pasillero por definición que sale un año más tarde que en la competencia y que se queda a medio camino de lo que podría ofrecer bajo una premisa más que interesante.

Empieza a correr

Nos encontramos en la nave Infinity, un navío espacial de tamaño colosal y que en su interior guarda un secreto: nosotros. Así es, pronto descubriremos gracias a Riley, una mujer que nos ayuda a escapar, que pertenecemos a una raza de hombres lobo que fue capturada por los Black Guards, quienes ahora tratan de retenernos y de extraer nuestro poder licántropo.

En nuestra huida descubriremos parte de nuestro pasado y seremos testigos de que no somos los únicos de nuestra especie, para bien o para mal.

Este es, en líneas muy generales, el guion de Infinity Runner, el cual no pinta mal, todo sea dicho, pero se queda en un mero envoltorio que poco o nada tiene que ver con el juego, no es que sobre, en absoluto, se agradece, pero, ya que está, habría que haber hecho algo más con él, que hubiera servido para presentar alguna mecánica nueva en algún momento del juego o alguna situación ingame que nos sorprendiera, pero no ha sido así.

Jugablemente se basa en correr en primera persona y de forma automática por el interior (y algunos exteriores) de la Infinity mientras esquivamos obstáculos y aniquilamos guardias, que también fueron nuestros captores.

Jugando a escapar

Ya metiéndonos en lo que importa, el juego en sí, vemos que ya en su menú algo falla, y es que falta un modo, veamos cuál.

Tenemos Story Mode, que, como su nombre indica, narra, en inglés, la historia de Infinity Runner. El problema es que esa historia, como ya hemos dicho, no afecta en absolutamente nada a la parte jugable y que, además, hay ciertos aspectos como la coincidencia y sincronización de las voces con los subtítulos que fallan. Este modo no es sino una excusa para presentarnos las 7 localizaciones de las que hace gala el juego, donde además en cada una hay 2 sectores, haciendo un total de 14 fases, pero no es engañéis, porque en cada localización (sala de motores, calabozos, muelles, monorraíl, exterior de la nave, puente y bio cúpula) ambos sectores son idénticos, y tampoco los entornos, sobre todo los interiores, difieren gran cosa entre sí, ni los peligros que presentan. Podremos jugarlo en 3 niveles de dificultad: fácil, con 3 vidas de inicio, barra de salud y advertencias en forma de flechas en los cruces, normal, donde desaparecen estas señales y difícil, sin señales, con solo dos intentos y donde moriremos de un solo toque. Acabar este modo en dificultad normal llevó unas 2 horas y cuarto.

Arcade Mode. Las mismas fases que en Story Mode pero ahora contamos con potenciadores como atraer los ficheros (con 250 conseguimos una vida en dificultad fácil), escudo o tener los poderes del hombre lobo, que no son otros que correr más y cargarnos a los guardas sin esforzarnos, y aquí es donde entra otra de las novedades del juego pero que se han quedado a medias. Los combates se antojaban como algo interesante y pocas veces (o ninguna) visto en un runner, sin embargo su resolución no ha sido del todo buena.

Cuando nos encontremos contra los Black Guards (en grupos de 1, 2 ó 3) siempre les venceremos con la misma secuencia QTE y veremos la misma animación. Tedioso. Además solo hay un modelo de guardia, así que os cansaréis de verles y de hacerles chorrear sangre, verde, para más señas.

Si volvemos al menú encontramos las opciones, bastante parcas también, y más abajo los desafíos y los coleccionables.

Los desafíos nos proponen retos como no morir, pasarnos el juego en modo fácil, recorrer un número determinado de kilómetros, etc. No sirven para nada más allá de rejugar el título pero son bienvenidos.

Los coleccionables son unas recompensas que obtendremos al conseguir un orbe que hay nada escondido en cada sector. Son bastante sencillos de encontrar y os mostrarán la bio de los personajes, bocetos y cosas por el estilo.

Y volvemos a la pesquisa anterior, ¿qué modo falta? Efectivamente, no hay un modo multijugador, ni offline, ni online o tan siquiera unas tablas clasificatorias como sí tiene BIT.TRIP Runner 2, por poner un ejemplo del mismo género. Si ya de por sí el modo individual no es la panacea en ninguna de sus variantes, la ausencia de componente multijugador sin duda le resta enteros a Infinity Runner.

Oír, ver y correr

El apartado gráfico de Infinity Runner es llamativo, al menos la primera vez que vemos el juego en movimiento. Su estilo ligeramente cell shading nos sorprende en la primera fase, pero después nos damos cuenta de que le falta carga poligonal y sobre todo una dirección artística a la altura, la cual brilla por su ausencia.

Escenarios feos y grises en su mayoría, e incluso en la bio cúpula, algo más colorida, falla el arte por completo. En todos hay elementos móviles pero casi siempre vemos los mismos scripts.

Por si esto fuera poco hay un único modelado para los soldados y el diseño del hombre lobo que veremos es anodino. Los movimientos tampoco son nada del otro mundo, los de las animaciones de los no protagonistas y se repiten hasta el hastío. Hay asimismo efectos como explosiones que cumplen sin más, aunque otros como el de la antigravedad deja mucho que desear. En cuanto a la música, lo mejor que podemos decir de ella es que es fácilmente olvidable.

Resumiendo

Infinity Runner podría haber sido un soplo de aire fresco a un género tan manido como es el de los runner, pero su jugabilidad poco depurada (izquierda, derecha, QTEs y poco más) le alejan de este objetivo. Es entretenido, no cabe duda, e ideal para partidas cortas, pero la ausencia de multijugador o de algún tipo de competitividad en línea hacen que el interés en él decaiga tras unas pocas partidas. Que solo se pueda usar el Wii U GamePad tampoco ayuda ni es entendible, como igualmente no lo es que, al jugar en modo Off-TV, el mando no saque el sonido del juego. Incluso nos hemos topado con un bug que congela la consola en la última fase, impidiéndonos acabar el juego, y nos consta que no hemos sido los únicos, y que por el momento no hay parche planeado. Aseguran desde Wales Interactive que no a totas las Wii U les pasa, pero nosotros no hemos sido capaces de solventarlo ni reinstalando el programa.