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Game & Wario

Game & Wario: el primer juego de Wario tienta a Wii U este verano.

Game & Wario - Análisis

Game & Wario por fin aterriza en las tiendas para traer su dosis habitual de locura y experimentación. Sin embargo el acercamiento es una especie de mezcla del universo Wario Ware y la propuesta de minijuegos de Wii Play, sin terminar siendo una cosa ni otra.

El juego es eminentemente a un jugador, teniendo doce propuestas en solitario frente a las cuatro en multijugador. Esos cuatro juegos son buenos e ingeniosos, aunque a Disco, una batalla a lo Guitar Hero uno contra uno en el mismo Gampad, se le prevé una vida más corta que a los demás. Artwork es un Pictionary, tan divertido como siempre, en Fruit deberemos robar frutas entre una multitud de personajes, y los que nos acompañen deberán averiguar qué personaje es el que estamos controlando de entre todos los que corretean por los distintos escenarios; y en Islands usaremos la función de apuntado y lanzamiento, combinando levemente la estrategia, la habilidad y la suerte. Todos ellos tienen un ritmo pausado, y aunque el uso de un sólo Gamepad está bien resuelto yendo más allá de los turnos en algunos de ellos, no se le adivinan largas sesiones con amigos como puede dar Nintendo Land.

En el modo principal es dónde encontraremos más irregularidades. En ocasiones sentiremos estar ante dos juegos distintos empaquetados en un mismo disco, queriendo darle coherencia con el humor y estilo artístico del universo Wario. De esta forma, tenemos una buena colección de juegos que valen la pena, como Pirates (el Shield Pose de hace un par de E3), un uso divertido del Gamepad en Taxi, con dos perspectivas distintas en cada pantalla, un sorprendente plataformas asimétrico en Ninja, poner a prueba el ojo crítico de Mona haciendo fotos de lo que importa en cada escenario con rapidez, o la absoluta brillantez de Gamer, el único juego que encaja perfectamente lo que esperamos de Wario dentro del Gampad.

Game & Wario

Eligiendo a 18 Volt tenemos un pequeño Wario Ware tal cual, sin hacer alardes de uso del mando (de hecho, basta con la cruceta y un botón), con el frenetismo y las marcianadas clásicas de la saga. Si este modo ya es de lo mejor del paquete, se ve superado por el protagonizado por 9 Volt. Encarnamos al chaval, jugando a escondidas en la cama a ése mismo Wario Ware (en nuestro Gamepad), mientras en la tele se escenifica su lucha contra el sueño y su `malvada´ madre, que intentará sorprendernos para quitarnos la consola. Sencillamente genial.

El resto de juegos se reparten entre lo correcto, lo previsible y lo aburrido. Tendremos una adaptación de Game & Watch en Bird, un juego de flechas que, aunque bien realizado, es como cualquier otro, unos bolos nada divertidos, casi un centenar de puzzles de retales, o un uso del sensor en Ski o Ash tan vulgar como innecesario. Hay cosas ingeniosas también, como el de dibujar a ojo formas y distancias de la forma más exacta posible, pero que no repetiremos muchas veces una vez terminado.

Tenemos así una colección tremendamente irregular en estilo, ritmo y creatividad. Lo que uno espera como un laboratorio de pruebas se convierte demasiado a menudo en un minijuego normal y corriente. Lo más desconcertante es que las pruebas más rematadamente locas, provocadoras, absurdas y, para redondear, con uso de las dos pantallas, las encontraremos como extras desbloqueables. Y ojo, que no son pocas, cerca de un centenar de los 240 extras que incluye el juego.

Casi todos los juegos ofrecen distintos modos o pantallas, aunque en la mayoría no alargarán en exceso la experiencia. Para acabar, incluye un pequeño modo de dibujo a contrarreloj, compartiendo los resultados en Miiverse. Se intuye una comunidad repleta de horrores, aunque no han sabido encontrarle sitio entre los demás juegos, presentándolo directamente en el menú.

Game & Wario peca de lo peor que puede pecar un juego de Wario, conservadurismo y previsibilidad. Es obvio que era imposible un Wario Ware clásico con dos pantallas, porque el ritmo de juego se rompería demasiado frecuentemente, pero es igual de obvio que no han sabido compactar las sorpresas y buenas ideas para con las dos pantallas en un modo de juego por si mismo, relegándolas a una enorme cantidad de curiosidades en una lista. A eso hay que sumar que llega tan tarde que muchos juegos no sorprenden, con lo que el resultado final acaba siendo mucho menos fresco y coherente de lo que cabe esperar, aunque las ideas y el contenido sigan estando ahí, escondidos.

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