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Final Fantasy Explorers

Introdúcete en los MMORPG con una de las sagas más emblemáticas.

Final Fantasy Explorers (3DS) - Análisis

No cabe duda de que el lanzamiento de Final Fantasy Explorers despierta el interés de los jugadores de Nintendo 3DS por dos grandes motivos: pertenece a una de las series de J-RPG más aclamadas en Occidente, y además, cierta publicidad lo ha hecho ver parecido a los Monster Hunter - uno de los fenómenos de los últimos años en portátil. Siendo realistas, su parecido con la franquicia de Capcom es el mismo parecido que puede tener con cualquier otro MMORPG/Action-RPG con quests y materiales extraídos de monstruos. Es más, el sistema de quests de este título puede recordar más al de Final Fantasy Tactics Advance o Phantasy Star Online, aunque con una historia mucho más light.

La isla de los Eidolones

Nuestro personaje es un explorador (creado por nosotros con un editor con pocas opciones, salvo en colores) que ha acabado en una extraña isla y para avanzar en su viaje deberá de ir obteniendo permisos en distintos aspectos, mejorar su equipo y habilidades, e incluso cambiar de oficio. Todo se presenta lleno de información, tal vez demasiada al principio, haciéndote explicaciones que para los habituales pueden ser tediosas y para los novatos complejas, ya que en la realidad la jugabilidad es mucho más simple y, en nuevos aspectos que se van obteniendo a lo largo del viaje de hecho las explicaciones son más breves.

Nuestro personaje tiene a su disposición veintiún oficios que puede tomar para sí, siendo cada uno de ellos los clásicos que hemos visto en otros juegos de la franquicia, como mago negro, monje o caballero dragón, aunque la gran mayoría hay que desbloquearlos primero. Cada uno tiene sus atributos, piezas de equipo que puede llevar y, sobre todo, habilidades únicas. Lo más interesante, a primera vista, es que aquí no existe una barra de Poder Mágico, sino que la barra que acompaña a la de vida es la de AP, que se gasta esprintando y con el uso de cualquier habilidad, sea mágica o de arma, pero se rellena sola con el paso del tiempo, por lo que, contra enemigos sencillos del camino, no hay que preocuparse de utilizar éteres para recargar (contra jefes u otros enemigos poderosos ya es otra cosa).

Las habilidades en el juego son uno de los puntos clave. Aunque aparecen en el cristal de la ciudad para comprar, muchas de ellas hay que sacarlas primero en combate. Esto se debe a un sistema de mutaciones por el que, si se usa una habilidad/magia teniendo una afinidad o estado concreto activado, se pueden obtener variantes de las mismas añadiendo daño elemental, mejora de atributos u otras posibilidades. Además, estas habilidades, una vez adquiridas, pueden ser renombradas para así usar tus propios ataques. En combate accedemos a ellas con los gatillos y los cuatro botones,  por lo que se pueden tener hasta 8 equipadas para usar cuando salgamos de aventuras. Las piezas de equipo, por su parte, pueden comprarse, forjarse con materiales e incluso mejorarse con ellos y, junto a los trabajos y habilidades asignadas, pueden guardarse en presets. Es uno de los grandes aciertos de Final Fantasy Explorers, ya que cambiando de presets en la ciudad de un plumazo cambiamos la configuración jugable entera del personaje sin tener que ir paso a paso cada vez que se desee.

El poder del cristal permite que, si encadenamos y mantenemos un contador lo suficientemente elevado, pasemos a poder activar las habilidades o estados especiales mencionados anteriormente. De manera similar, existe un trance que permite que, durante un tiempo, nuestro explorador pueda convertirse en un personaje clásico de Final Fantasy entre 11 disponibles durante un tiempo. Además de todas nuestras habilidades, si conseguimos la esencia de ciertos monstruos, podemos recrearlos para que sean nuestros aliados y formar un grupo de cuatro miembros (las criaturas tienen sus habilidades y suben nivel, y los maneja la CPU). Ninguno de los monstruos muere nunca, de la misma manera que el personaje tampoco lo puede hacer. ¿Qué quiere decir esto? Cada vez que se abandona la ciudad, ya sea para una quest específica o por placer, existe un tiempo máximo antes de que se considere fracaso. La penalización por caer en combate es perder parte de ese tiempo asignado y, en caso de que llegue a 0, la expedición fracasa y es como si no la hubiéramos hecho (pero sí perderemos los objetos usados). Existen, eso sí, habilidades y objetos para revivir a compañeros de equipo o incluso para evitar que uno mismo sufra esa penalización.

Pero Final Fantasy Explorers se juega mejor con personas que con monstruos como ayudantes. Hasta cuatro jugadores vía local o por internet pueden juntarse y ser un grupo que haga misiones en conjunto, además de obtener ventajas extra en combate y poder cada uno especializarse en una tarea. Dado que las misiones pueden repetirse e incluso añadírseles complementos de dificultad (que se traduce en mejores premios), no se limita el avance de cada jugador para hacer match-making, aunque sí que puede elegirse buscar alguien afín a ti en progreso o directamente, jugar con amigos. Y un punto que es muy digno de mención es que se pueden añadir de amigos a gente con la que se ha jugado con una simple petición y aceptación (como amigos en la propia consola, adiós IDs numéricas) y también crear una lista de usuarios bloqueados con los que no quiere uno volver a juntarse.

Y tras esta gran explicación de lo que puede hacerse, ¿de qué va todo este juego? En nuestro viaje tenemos una ciudad central desde la que aceptar misiones, pudiendo solo pedirse una a la vez (o si son pasivas hasta 7), teniendo que recorrer el mundo para cumplir cada objetivo. Lo normal es conseguir piezas de cierto material, desbloquear una habilidad o eliminar a un monstruo en particular. Aquí entran en juego los jefes finales, cuya gran mayoría sacarán una sonrisa a los seguidores de la franquicia Final Fantasy. Con el tiempo se va obteniendo la posibilidad de atajar desde la ciudad a nuevos lugares u otras mejoras que agilizan la repetición de lo ya completado.

Los movimientos del personaje no son excesivamente dinámicos y hay un tiempo de reposición para repetir una misma habilidad, pero dentro del campo MMORPG resulta sobre todo sencillo y ameno de llevar. Está todo muy pensado para la portátil y las partidas cortas, por lo que montar un grupo, realizar una quest larga con éxito y reorganizarse en la ciudad puede llevar menos de 10 minutos. La fauna del juego gana puntos ya que están las criaturas clásicas de la saga, pero los escenarios y fondos pierden mucho por su simpleza en diseño artístico y de mapeado, habiendo cambios drásticos al cambiar de zona, perdiendo la sensación de ecosistema total.

A nivel gráfico, Final Fantasy Explorers aprovecha la potencia de 3DS para ofrecer un apartado potente, sin ralentizaciones incluso jugando online, pero se pierde el efecto 3D por el camino. Que no lo tiene, vamos. La música contiene temas clásicos de la franquicia y otros nuevos, habiendo en estos algunos más normales y otros que destacan mucho más. El juego tiene compatibilidad con el Circle Pad Pro (o los botones extra de las new Nintendo 3DS), aunque hay que activarlo desde las opciones dentro de la partida, y con ello se facilita el manejo de la cámara y se añaden nuevos botones para esprintar. Existen dos slots de partida, y en cada uno el personaje creado puede ser modificado completamente en cualquier momento (incluso género), aunque no su nombre, ya que va asociado como identidad para jugar online. La gran pega para muchos se puede encontrar en el idioma, y es que el título sólo ha sido lanzado en inglés y francés, por lo que aquellos que no tienen cierto nivel de esos idiomas lo van a tener difícil. Aunque los jugadores de otros RPGs o de la saga Final Fantasy tienen más facilidades para entenderlo todo.

Final Fantasy Explorers no es el gran título de la serie ni el mejor spin off de la misma, pero sí ofrece lo que busca: un action-RPG que puede ser para muchos el inicio en los MMORPG o bien una experiencia mucho más ligera y rápida dentro del género. Con todo el material fanservice de la marca por detrás y cientos de horas para completar muchas misiones en el juego, entre manos se encuentra un título que divierte y sobre todo, tiene un potencial multijugador bastante grande al que sólo se le puede achacar la falta de chat de voz - un problema quizás más propio de la consola en sí – pero que sí incluye una serie de mensajes predeterminados y la posibilidad de tener un registro de “conversaciones” en la pantalla táctil.