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FaceBreaker K.O. Party

El nuevo sello de EA saca sus primeros proyectos, ¿Es Facebreaker otro comienzo?

Facebreaker K.O. Party - Análisis

 Facebreaker es el juego que pudo haber sido y se quedó a medio camino. Por un lado tenemos una idea divertida, combates de boxeo, y un planteamiento clásico: arcade. Personajes curiosos que van desde el latino arrebatador hasta un brujo vudú más grande que Bud Spencer. Y tenemos el Wiimote y un estudio como EA, la third party con más recursos del sector. El resultado tendría que ser un juego divertido y ameno, una experiencia que, de estar en un salón de recreativas y ser una década más joven, agotaría nuestra paga.

Debería ser así, pero no lo es. Hay algo que no termina de cuajar en este título. El control, pese a simple, no es satisfactorio. El sistema defensivo no está bien implementado dentro de la lucha y se pueden dar situaciones tan disparatadas como una cadena de 17 contraataques seguidos por parte de los dos luchadores. De hecho, esa parece ser la única concesión a la IA de la máquina, su capacidad infalible de bloquear todos y cada de tus ataques mientras te las ves y las deseas para identificar el golpe bajo y golpe alto y bloquear con éxito un ataque o contraatacar, cayendo otra vez en una particular danza hasta que alguien se canse de hacer “counters”.

 Si somos capaces de encadenar varios golpes seguidos, aparece la opción de hacer un supergolpe. Cuantos más golpes consigamos acumular, más poderoso será el combo,  aunque es cierto que basta con encajar un simple puñetazo para ver cómo la barra de energía se vacía completamente. Pero si conseguimos llenarla, toda una proeza en niveles de dificultad altos, podremos ejecutar el todopoderoso facebreaker, que nos hará ganar el combate de forma instantánea. La otra forma de ganar será por acumulación de KOs, al mejor de tres. Cabe destacar que constantemente nuestra barra de vida se va rellenando, recuperando grandes cantidades de vitalidad después de cada round o al conseguir un KO.