Extreme Exorcism
Elimina a esos fantasmas pixelados.
Extreme Exorcism (Wii U) - Análisis
Extreme Exorcism fue uno de los títulos de la campaña Nindies@home y ahora aterriza en la eShop para ofrecer una experiencia multijugador adictiva. No existe ninguna modalidad online, pero se potencia el juego local bastante bien y sobre todo consigue, gracias a sus particularidades, que ninguna partida sea igual que la anterior y tiene ese efecto de “venga, una partida más” que atrapa a los jugadores.
Calaveras, fantasmas y bazookas
Extreme Exorcism es uno de esos indies que rinde tributo a los clásicos de los 8 bits a través del estilo gráfico, resolución 4:3 y de una jugabilidad sencilla - y además lo sabe hacer bien. En concepto se trata de un shooter 2D en arenas cerradas al estilo Pang! en las que hay que correr, saltar y atacar y, a excepción de permitir la posibilidad de diferentes controladores en Wii U, no tiene ninguna opción que aproveche el Gamepad, ni siquiera Off-TV.
En mente hay que tener dos botones, ataque y salto, con posibilidad de realizar saltos adicionales en el aire. Se puede atacar con diferentes armas que hay que recoger por el escenario, pudiendo llevar hasta tres a la vez y, en caso de coger una cuarta, se desecha la primera. ¿Y cómo cambio de arma? Eso es lo más divertido, y es que no hay que hacerlo ya que se utilizan las tres a la vez, pudiendo ver auténticas bestialidades desplegándose en pantalla. El arsenal va desde un puño para golpear físicamente hasta una potente magnum que dispara balas enormes. Hay un arma adicional, las alas, con las cuales se crea un área circular de exorcismo a nuestro alrededor que elimina a todo el que entra en ella.
Hay diferentes modos en el título y aunque la jugabilidad es casi idéntica, cambian los objetivos. En el modo Arcade se juega en cooperativo con hasta cuatro jugadores en niveles en los que aparecen diferentes hordas de fantasmas, y el objetivo es eliminar al fantasma rey para que empiece una nueva. Con cada horda hay que volver a recoger armas para atacar, además de que hay que vigilar los tres toques de vida por personaje para no morir, aunque si nuestros compañeros consiguen seguir avanzando y eliminando enemigos se puede volver a la partida. Cada nivel se termina cuando todos caen, por lo que el objetivo es siempre conseguir la puntuación más alta que nos sea posible, y sobre todo llegar al mínimo que permita desbloquear el siguiente escenario. Además, se premia también la muerte de fantasmas más allá del rey, ya que cada cierto número de éstas se van desbloqueando nuevas armas.
Los fantasmas que se han nombrado y que van apareciendo a lo largo del juego tienen una característica muy peculiar, sobre todo el nombrado rey que hay que eliminar para progresar hordas en arcade, y es que sus movimientos no se basan en una IA concreta o un comportamiento al azar, sino que repiten los movimientos realizados por el jugador que lo eliminó la última vez una y otra vez, creándose así situaciones en las que es totalmente imposible seguir un patrón idéntico para matar a los enemigos. El resto de fantasmas que van apareciendo repiten los movimientos de las rondas anteriores, provocando así obviamente que el número de los fantasmas vaya creciendo cada vez más y haya que ir innovando en la forma de jugar, algo que resulta muy ingenioso.
El modo Desafío es quizás la parte que menos llena del título. Hay varios objetivos concretos, como eliminar a enemigos que lleven arma o usar solo ataques cuerpo a cuerpo que se van desbloqueando y que debe completar un jugador. El modo Arena, la parte competitiva de Extreme Exorcism en la que unos jugadores deben eliminar a los otros, tiene unos márgenes mucho más altos, permitiendo hasta cuatro saltos en el aire y seis armas a la vez, provocando situaciones muy exageradas. Además, hay una gran cantidad de opciones para personalizar las partidas más allá de las rondas, como el tipo de armas, la velocidad del juego o incluso el número de fantasmas que van apareciendo y su comportamiento, teniendo así una variedad de posibilidades al estilo de shooters como Perfect Dark, además de ofrecer una serie de opciones determinadas con diferentes estilos por si hay alguno que se adapte a lo que buscamos sin necesidad de tener que modificar nosotros los parámetros.
En definitiva, Extreme Exorcism consigue ofrecer con pocos y pequeños escenarios una experiencia cambiante que nunca es similar y que puede llegar a ser muy caótica en el buen sentido. Tiene opciones para jugar en solitario, en cooperativo y competitivo, siendo realmente adictivos estos dos últimos. Una vez completado todo el Arcade, el modo Arena y todas sus posibilidades brindan una experiencia que consigue traer la magia de otra época a día de hoy en modo local, un punto que siempre ha estado muy potenciado en las consolas Nintendo.