Disney Epic Mickey 2: El retorno de dos héroes

Epic Mickey 2: El Retorno de Dos Héroes - Análisis

Mucho ha llovido desde que saliera el primer Epic Mickey y Warren Spector demostrara que era posible hacer un juego infantil que no considerara a los niños como mercado secundario. Nada de refritos o adaptaciones hechas deprisa y corriendo. El renacimiento de Mickey tuvo como consecuencia un juego completísimo y original que destilaba amor por Disney por los cuatro costados.

Y es que el Disney de mi infancia poco tiene que ver con lo que se puede ver hoy en día en su canal de televisión, lleno de series adolescentes y niños cantantes. Disney es Mickey, Minnie, Pluto, Donald y Goofy. Antes de eso, los cortos de animación en blanco y negro, los primeros largometrajes como Blancanieves y los Siete Enanitos, La Bella Durmiente, Fantasía, Peter Pan o los más actuales El Rey León, La Bella y la Bestia, Aladdin… En televisión Patoaventuras, los Osos Gummy, Rescatadores…

Y, por supuesto, siempre están los dibujos olvidados, como el propio Oswald. Esos de los que ya nadie se acuerda pero que ayudaron a forjar la leyenda. Para esos personajes Warren Spector creó el Páramo, un lugar donde viven todos juntos y que vieron cómo su paz era amenazada por Mancha Negra, liberada por un torpe Mickey Mouse, más cercano al trasto y curioso al de sus primeros años de juventud.

Y con esta premisa tenemos Epic Mickey 2: El Retorno de Dos Héroes, un título que arregla los pequeños defectos que tenía el primero, sufre un lavado de cara importante en su versión en alta definición, pero que pierde dos de las señas de identidad más importantes que convertían esta saga en una muy especial.

Disney-Evolución

Epic Mickey 2 cuenta con muchos más medios que su predecesor, todo lógico teniendo en cuenta que la saga ya ha demostrado lo rentable que puede llegar a ser.

Su paso por las HD lo convierten en un título ambíguo visualmente. Se han incluido vídeos pregenerados por ordenador y ahora los personajes tienen voces, detalle importantísimo ya que el título está cargado de canciones propias, al más puro estilo de los clásicos.

Por supuesto que los escenarios han ganado en nitidez y todo es más redondito, aunque siguen conservando su estética de dibujos animados. Sin embargo, la sensación que queda es que se trata de un juego al que se han limitado a mejorar la resolución y queda un poco mustio. La paleta de colores es algo más triste y los escenarios parecen algo vacíos, como si faltaran cosas por poner.

Detalles técnicos como la cámara han sido más o menos solventados. Fue uno de los apartados que más se criticó del primer Epic Mickey y ya no da tantos problemas, aunque sí puede echar de menos una algo más rápida y que responda mejor.