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Donkey Kong Land 3

El último gran Donkey Kong de Game Boy.

Donkey Kong Land 3 - Análisis

Han pasado 17 años desde que la otrora amada Rare sacara su último gran juego en Game Boy. Hoy, Donkey Kong Land III sigue tan fresco y divertido como siempre. Con el aún reciente análisis del gran Donkey Kong Country 2: Diddy’s Kong Quest, le llega el turno a su continuación, pero en el terreno portátil. Esta vez toca acompañar a Dixie y a su primo Kiddy Kong en la mejor aventura que los monos más a la moda del mundo hayan visto en Game Boy.

Dixie y kiddi S.A.

Si en el anterior juego la excusa era rescatar a Donkey Kong, ahora le toca a Dixie, que repite, ir en busca de Donkey (otra vez) y Diddy al Mundo Perdido, pero no lo hace por consternación, sino porque no quiere aburrirse mientras cuida de su gran primo Kiddie. Estás, como era y es, marca de la saga, serán las únicas pinceladas de algo parecido a una historia en todo el juego.

Así recorreremos 36 fases repartidas en 6 niveles, cada una de ellas con una ambientación y enemigos diferentes, aunque los archiconocidos Kremlins siempre harán acto de presencia. Al final, y si somos lo suficientemente buenos recolectando monedas, desbloquearemos un  nivel más, y veremos así el verdadero final del juego, pero os tocará sudar para ello.

Como todo buen Donkey Kong (¿hay alguno malo?), la dificultad, sin ser nunca excesiva, siempre está presente. Por su formato portátil, esta es incluso superior, ya que al ser una pantalla tan pequeña y unos enemigos tan grandes, habrá veces que los tengamos encima sin haberlos visto antes, ya que aparecen de repente en algunas ocasiones.

La dificultad también viene dada por el diseño de niveles, y no porque sea malo, todo al contrario, sino porque están pensados para suponernos un reto, que no todo sea ir de izquierda a derecha y se acabó. Si por algo destaca este Donkey Kong Land III por encima de los anteriores, es por el uso que hace de las alturas y de la exploración. Aquí hay más niveles (de alto, no de fases) que nunca, existiendo incluso fases que solo consisten en escalar, o propulsarse mediante barriles, de abajo a arriba, pero sin olvidar en ningún momento su vena exploratoria. Y para superar estos qué mejor que contar con 2 héroes con diferentes habilidades, a los que podremos alternan a nuestro antojo con solo pulsar un botón. Aquí Dixie será la protagonista absoluta, y usará, como en los anteriores Country 2 y Land II, su coleta para planear. Y Kiddie, por su parte, hará valer su gran tamaño para derrotar a los enemigos más grandes. El pero es que, si queremos, podremos pasarnos el juego enteramente con un personaje sin tener que hacer uso del otro en ningún momento. Se habría agradecido más retos solo superables por uno u otro simio, ya que el uso de un miembro u otro es una cuestión al final puramente de gustos personales.

K. O. N. G.

Si queremos conseguir todos los secretos que guarda el juego y acceder a la última fase secreta, y querremos, deberemos estar atentos en todos los niveles ya que siempre hay algo escondido. Tenemos desde las sempiternas letras KONG hasta monedas, esta vez de dos tipos. Unas de ellas nos servirán para comprar vidas en la tienda o consejos, y otras nos abrirán las puertas del susodicho último nivel. Así será muy importante volver sobre nuestros pasos o explorar a fondo cada rincón del escenario. Muchas de estas monedas se consiguen en las fases de bonus, pero estas son sumamente descafeinadas y fáciles. Incluso si fallamos en una, podremos repetirla al instante las veces que queramos hasta superarla. Por una parte se agradece no tener que repetir la fase desde el principio, pero por otra resta tensión y dificultad.

Además, en nuestro camino y en nuestra ansia recolectora, tendremos la inestimable ayuda de 4 compañeros animales más (estos sí van desnudos), como son Squitter la araña, Squawks el loro, la elefanta Ellie y Enguarde, el famoso pez espada. Todos ellos tienen zonas límites, es decir, no podremos hacer nunca el recorrido entero con Squawks, por ejemplo, pues sería demasiado fácil.

Otro punto flaco del juego es quede 4 animales, 2 son muy parecidos, como son Ellie y Squitter. No hablamos físicamente, pues en poco se parecen una araña y una elefanta, sino que sirven para lo mismo, esto es, para lanzar proyectiles y avanzar sobre suelo firme. Con respecto a las versiones de sobremesa fue una de las pocas cosas que se perdió, las habilidades exclusivas de los animales, como eran las telas de araña que hacían las veces de plataformas improvisadas de Squitter.

Pelazo digitalizado.

Aquí, y como ya venía haciendo hasta la fecha, Rare dio el do de pecho. Donkey Kong Land III luce fantástico para ser un juego de Game Boy. Los escenarios, que han perdido los fondos con respecto a la edición de Super Nintendo, así como los personajes, han sido renderizados y alcanzan gran detalle. No podemos olvidar las animaciones, las mejores de la saga Land, las cuales nos sacarán más de una sonrisa viendo cómo Kiddie mira al jugador impaciente por continuar. La música y otros efectos no le van a la zaga a un juego casi redondo, destacando entre el gran repertorio de juegos de Game Boy por su calidad.

 

Como únicas pegas podemos argumentar que su duración es algo corta, pudiéndonos pasar el juego en su primera vuelta en unas 3 horas. Sin embargo esta cifra puede llegar a triplicarse si queremos conseguir todos los coleccionables y desbloquear el último nivel, algo muy recomendable. No obstante, por su precio, apenas 4,99 euros, su maravilloso control y por ser el mejor Donkey Kong portátil, su compra y posterior disfrute están más que asegurados. Palabra de mono con corbata.