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Disney Infinity 3.0

 Un viaje de vuelta a los orígenes.

Disney Infinity 3.0 Twilight of the Republic (Wii U) - Análisis

Este año, Disney Infinity 3.0 es especial para Revogamers, y si aún no has conseguido gracias a nuestro concurso uno de los 15 Starter Pack como el que vamos a analizar, quizás este análisis te anime a hacerte con uno. Ya comprobamos con el análisis del Playset Rise Against the Empire que Star Wars le sienta a Disney Infinity como anillo al dedo, mejorando notablemente la experiencia que tuvimos con el primero.

En esta ocasión nos vamos a centrar en todo lo que ofrece este Starter Pack, con el Playset de Twilight of the Republic y la Toy Box, para tener una idea de lo que te espera si sólo te haces con él.

Playset Twilight of the Republic

Muchos podréis pensar que al haber analizado previamente otro Playset de Star Wars poco o nada puede cambiar entre ellos. Además del lógico cambio de  ambientación al basarse en otras películas del universo creado por George Lucas, nos encontramos con bastantes matices que hacen que aunque sean parecidos tengan planteamientos distintos. Algo que, de primera mano, se agradece.

En esta ocasión nos situamos en los episodios I a III, con lo que los entornos y la historia cambian por completo. Pero hay algo que permanece, sigue siendo Star Wars y se mantiene la esencia del Playset Rise Against the Empire. Con lo que tenemos 2 personajes con los que desarrollar la historia, Anakin Skywalker y Ahsoka Tano, aunque también en este caso podrás jugar con cualquier otro personaje siempre que encuentres la ficha del jugador correspondiente por el escenario.

Los movimientos disponibles son muy parecidos, pero en este caso con los personajes principales del Playset sólo tenemos el sable láser a la hora de luchar y, por tanto, todos los ataques son cuerpo a cuerpo. Esto hace que se vuelva indispensable dominarlos con un añadido que lo vuelve más interesante, ya que la gran mayoría de los enemigos que nos salen al paso tienen un escudo para cubrirse de nuestros golpes que nos obliga continuamente a hacer uso de la fuerza y, una vez descubiertos, poder acabar con ellos.

La fuerza es mía

Este cambio en la jugabilidad no es algo baladí, con él se incrementa notablemente la dificultad frente a los personajes que utilizan armas a distancia. Ve preparándote para morir unas cuantas veces más de lo acostumbrado. Los combates hacen que parezca que estemos ante un juego nuevo, ya que cambia radicalmente el concepto al ser algo esencial para avanzar en el desarrollo del juego y no una simple misión más a completar.

A esa percepción de novedad también ayuda que cambia la óptica del juego. En este caso la mayoría de las misiones se van sucediendo según avanzamos y están integradas en la historia, pudiendo también realizar las misiones secundarias, pero no es una obligación absoluta el tener que pasar por todas para poder conseguir la principal.

Son conceptos distintos para poder disfrutar del juego desde una misma base, pero consiguen que merezca la pena probar los diferentes Playsets de Disney Infinity 3.0 que aportan novedades cuando lo fácil, con el tirón de Star Wars, sería dar más de lo mismo sin esfuerzo.

Los escenarios destacan por su solidez y amplitud, sobre todo en nuestra visita a Coruscant. Y es que, además de tener el palacio y los alrededores, contamos con docenas de misiones repartidas entre el techo de los edificios y su parte inferior. Va a ser, sin duda, el escenario al que más tiempo le vas a dedicar para sacar el 100%.

Las 3 estrellas de las misiones de Twilight of the Republic se consiguen de la misma forma que en Rise Against the Empire. Esto es, realizando la misión en un tiempo determinad, acabando con los enemigos de una manera concreta, utilizando un personaje concreto o aumentando la dificultad. Tendremos que retomar las misiones para conseguir los extras que desbloqueamos para la Toy Box. Los desafíos también repiten tanto en planteamiento como en posibilidad de jugarlos a pantalla partida, siendo muchos de conducción de naves. Aunque en este Playset cuesta un poco más cogerle “el truco” al controlTambién contamos con fases en el espacio, pero en este caso son casi una transición entre mundos, perdiendo el dinamismo que daban las fases épicas basadas en la Estrella de la Muerte.

Las coincidencias entre ambos Playsets las tenemos en lo positivo: jugar a 2 en modo local, voces en castellano en las escenas cinemáticas, sublime banda sonora perfectamente utilizada o la posibilidad de subir el nivel de nuestro personaje y con ello adquirir nuevas habilidades del árbol.

Todo se redondea con momentos característicos de esta trilogía; como la carrera de vainas, la lucha contra Darth Maul o la aparición de Jar Jar Binks que, como en el cine, se hace igual de pesado porque no para de hablar. Desearás que vengan los malos para que se calle.

La duración del juego en una primera vez ronda las 6 horas. Aunque es totalmente rejugable al poder conseguir todas las estrellas, participar en los desafíos individualmente o con un amigo o seguir consiguiendo extras para obtener más objetos en la Toy Box.

La Toy Box

La Toy Box es ese lugar donde podemos seguir expandiendo nuestro mundo en Disney Infinity 3.0 y donde más tiempo podemos llegar a echar a los mandos. De base, aquí podemos utilizar las figuras de otros Disney infinity para poder jugar a los diferentes juegos que tenemos accesibles. Tenemos carreras, plataformas o incluso la posibilidad de decorar nuestra casa o tener aliados que nos ayuden en la aventura.

Los juegos son pruebas excesivamente sencillas. Si competimos contra la máquina (también podemos jugar online) pierde toda la gracia por la ausencia total de competitividad y los escenarios que se generan son aleatorios de otros mundos de Disney, perdiendo mucha motivación en algunos (no es lo mismo una carrera de vainas de Star Wars que una carrera con el cochecito de Mickey Mouse). Además suelen estar prácticamente desérticos más allá de los edificios, con lo que pierde mucha de la gracia que sí tienen los Playsets.

Mención especial merece el minijuego parecido a Splatoon, que ya nos gustaría que hubiera sido aunque fuera una copia burda del genial juego de Nintendo. Lo único que te vas a encontrar aquí es un escenario donde disparar bolas de pintura al más puro estilo Paint Ball en vez de balas. Pero ni de lejos está tan cuidado como el juego de los calamares, quedando en algo simplemente anecdótico.

Por último, el editor de niveles incluido conserva defectos existentes en el original. Los escenarios son predefinidos y podemos ir modificando sobre una estructura ya establecida. Aún con ello, hay muchísimas opciones de configuración. Pero para poder desbloquear todo tenemos que jugar en los Playsets para descubrir los secretos o poder comprar los juguetes con las cápsulas azules. Se requiere mucho tiempo y paciencia para sacarle todo el jugo al editor que, comparado con la sencillez de Super Mario Maker, puede echar para atrás a más de uno si no está acostumbrado a ello.

En definitiva, nos da la sensación de que, así como las aventuras de los Playset han conseguido ser redondas, el Toy Box sigue siendo esa espinita clavada que podría terminar de perfeccionar la experiencia Disney Infinity para hacerlo verdaderamente infinito.