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Sin & Punishment: Successor of the Earth

Uno de los mejores shooters que existen y que nunca se pudo comprar en Europa, ahora en la Consola Virtual

CV: Sin & Punishment: Successor of the Earth - Análisis

NOTA: Éste es un análisis excepcional dedicado a un juego excepcional como ocurrió en su día con The Legend of Zelda: Ocarina of Time. Las reseñas habituales de la Consola Virutal quedan disponibles en las series de artículos dedicados y en la ficha de cada juego descargable.

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Para el año 2000, Nintendo 64 estaba ya de capa caída. Numerosos lanzamientos eran cancelados o llevados a GameCube, o, como en el caso de Sin & Punishment, no llegaron a ser distribuidos fuera de Japón. Es por esto que muchos jugadores perdimos la oportunidad de disfrutar en su día de uno de los títulos más memorables de la consola.

La mecánica de Sin & Punishment es muy sencilla, y con ella Treasure demostró poder llevar la desbordante acción de shooters 2D como Gunstar Heroes al plano tridimensional, sin perder un ápice de su espectacularidad, y sobretodo, su buen manejo. Durante la mayor parte del juego seguiremos un camino sobre raíles eliminando a todos los enemigos en pantalla, de forma similar y con un control parecido al que pudimos ver en las fases de Landmaster de Lylatwars/Starfox 64, pero mucho, mucho más intensas y ágiles. No soltaremos en ningún momento el dedo del gatillo, repasando con nuestra arma a las hordas de bestias mutantes y soldados que se nos echarán encima. Mientras tanto, podremos realizar saltos, dobles saltos y rodar para esquivar los ataques. También podremos escoger dos modos de apuntado, el manual y el automático, este último recomendado para jefes y enemigos resistentes, en los que nuestra atención estará más orientada a esquivar poderosos golpes que en el ataque. Como guinda final, con una simple pulsación del gatillo cuando tengamos a un rival a mano podremos ejecutar un poderosísimo ataque con la espada.

Pocos momentos de respiro tendremos en Sin & Punishment. A pesar de la rápida cadencia de tiro de nuestra pistola, los enemigos nos desbordarán en numerosas ocasiones. El frenetismo y la acción pura son las señas de identidad de este juego, que pretende ser tanto un espectáculo visual como una experiencia vibrante. Es cierto que los años han pasado y que los modelos poligonales (extraordinarios en su momento) ahora lucen muy simplones, especialmente los modelados de los personajes. Sin embargo, su presentación cinematográfica y su acertadamente desarrollado estilo anime lo convierten en un espectáculo digno de ver, aún más asombroso teniendo en cuenta sobre qué máquina corría. Nintendo 64 no vio fuera del país nipón un producto visual tan bien logrado.

 

Pero un buen estilo no sería nada sin una historia que contar. Y es que entre tantos tiros y explosiones, Sin & Punishment nos introduce en un mundo de locura. Monstruos genéticamente alterados (los ruffians) invaden Japón, y un grupo militar corre a su encuentro. Sin embargo, no tardan en volverse también en contra de los habitantes, y termina surgiendo un grupo rebelde que se enfrenta a ambos bandos. Aquí se teje una historia en la que se mezclan ejércitos, poderes psíquicos y robots gigantes en una lucha sin cuartel por defender la Tierra.

Las excelentes escenas de vídeo están dobladas al inglés con subtítulos en japonés, algo que era así en la edición original. La traducción especial realizada para la adaptación a Consola Virtual tan solo afecta a los menús y a los subtítulos del final (en el que no hay voces). Es por ello que no podremos seguir bien la trama y disfrutar al 100% del juego si no tenemos buen oído con el inglés (o sencillamente, saber japonés). Además, la enorme compresión del audio y el volumen de la música ponen las cosas algo más difíciles en este sentido. Es por esto que resulta incomprensible que no se molestaran en subtitular (al menos) en inglés la totalidad del juego. No estamos ante un RPG con miles de líneas, sino ante un juego de tiros completamente lineal y con contadas conversaciones, no debería ser tan complicado.

La otra pega que se le puede sacar a Sin & Punishment es su duración. Sin morir recurrentemente (algo bastante habitual, por cierto) puede finalizarse en apenas una o dos horas. Existen elementos que favorecen la rejugabilidad, como los distintos niveles de dificultad, algunos extras desbloqueables, el modo entrenamiento o el extraño juego cooperativo, en el que dos jugadores podrán controlar simultáneamente al mismo personaje.

Sin & Punishment se planteó como una experiencia corta pero intensa, y en ese sentido no decepciona. Sin duda estamos ante uno de los lanzamientos de Consola Virtual más importantes, no sólo por la calidad del título, sino por el esfuerzo (moderado) de adaptación que ha habido en él y por tratarse de una novedad en occidente, lo cual sin duda aumenta mucho su interés. Tendremos que pagar nada menos que 1.200 Wii Points por él, pero sin duda merecerá la pena por disfrutar de esta adaptación. Nintendo 64 fue una gran consola, y son los juegos como éste, adelantados a su tiempo, los que lo demuestran. Por todo esto, y más, recibe la máxima puntuación que entregamos a los juegos de la Consola Virtual.

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