Cube Life: Island Survival
No es el "crafteo" más famoso, pero cumple con dignidad.
Cube Island: Life Survival - Análisis
Cube Life: Island Survival llena un hueco en Wii U ante la falta de Minecraft. Si bien éste no tiene todavía las puertas cerradas a llegar a consolas Nintendo, el trabajo de Cypronia no debe ser ni mucho menos devaluado, acompañado además de un buen precio durante sus primeras semanas que ha sabido ser recompensado con un gran número de ventas (lo que va a suponer incluso un regalo para sus compradores).
Supervivencia o Creatividad, tú eliges
A diferencia de lo que se pudiera pensar, en Cube Life: Island Survival no ocurre como se suele ver en el género con un protagonista al que simplemente se deja en libertad y sin trasfondo, sino que hay una pequeña historia de supervivencia de un náufrago que tiene voz en todos sus diálogos. Esto tiene un papel importante sobre todo a nivel de tutorial para introducir los aspectos del juego que vamos descubriendo, por lo que aunque pueda ser molesto a veces en general, es algo positivo.
El mundo del juego está compuesto por una serie de islas interconectadas que invitan a explorar el mapa y que le dan más sentido a todo el tema de supervivencia, aunque por desgracia hay un popping en sombras y ciertos elementos, que si bien no entorpece mucho la partida, sí puede llegar a resultar molesto. Todo se basa en los materiales, y en ir encontrando cada vez los que sean mejores que los anteriores - desde comida extraída directamente de eliminar animales, hasta minerales extraídos de minas.
Casi todo el tiempo vamos a estar con herramientas en las manos, pero por desgracia se estropean muy pronto, ya que el deterioro va en función de lo que pulsemos el botón y no de las rocas que se rompan con ellas. Esto hace que la preparación sea clave y que seguramente gastemos mucho tiempo en pensar qué vamos a hacer y gestionando inventario. También hay una gran cantidad de agua en el escenario (obvio al estar entre islas), y hay que vigilar bien el tiempo que se pasa en ella ya que existe un límite de tiempo durante el que se puede aguantar la respiración, y que no se rellena de inmediato al salir.
Por lo tanto, el mismo juego limita al usuario hasta dónde puede llegar al principio y, una vez sea capaz de crear una balsa, la posibilidad de explorar más terreno se hace viable. Al ir avanzando se puede acceder a otras zonas - algo que, al igual que ocurre al entrar en la partida, viene acompañado de un tremendo tiempo de carga que puede llegar al minuto sin problemas. El desarrollo de la aventura de supervivencia se lleva a cabo en días, y cuando llega la noche, hay que tener algún tipo de construcción para poder pasarla tranquilo - aunque existe también la opción de estar al acecho y pelear con los caníbales que rondan en la oscuridad.
Pero los caníbales no son los únicos “enemigos” a los que hay que hacer frente, ya que cualquier criatura puede matar al protagonista, incluso el inocente pollo que se ve al principio. Por desgracia, hay que vigilar bien la vida siempre, ya que a parte de una advertencia sonora no hay una manera visible de notar cuándo hemos sido golpeados (incluso por flechas), y a veces podemos llegar a ver la pantalla de muerte sin saber por qué. No sería tampoco una gran molestia de no ser porque de nuevo hay que tragarse la pantalla de carga. Otra curiosidad relacionada con la muerte se da si nos ocurre debajo del agua, y es que volveríamos a aparecer allí teniendo que llegar a la superficie (algo que no tiene mucho sentido si morimos ahogados la primera vez).
Pero sin darte cuenta, estás ante un juego en el que te pasas los días obteniendo materiales y avanzando poco a poco en un intento de supervivencia que quizás choca con la idea creativa que hay de este tipo de títulos en el que la gente recrea todo. Es por eso que Cube Life tiene dos modos, siendo el segundo de ellos en el que la imaginación es libre y la presión mucho menor. Para ir obteniendo objetos más complejos que utilizar en nuestras obras es necesario utilizar mesas de creación y colocar los materiales en el lugar correspondiente. Por suerte, para los más perdidos, hay una guía de crafteo en el menú.
El trabajo no es perfecto, pero sí cumple con lo que se puede esperar de un título así (sin llegar a ser el archiconocido Minecraft). Una aventura en primera persona que atrapa con gráficos de cubos pixelados, pero quizás ennegrecida por las cargas, el popping o algunos muros invisibles que están de más. El aspecto sonoro está muy bien, aunque a veces la melodía del menú hace pensar que estamos ante algo más épico. Todo se controla usando el Gamepad, sus botones y el control táctil, y aunque se podría echar en falta algún mando adicional, todo cumple como se puede esperar.
Cube Life: Island Survival necesita quizás pulirse en algún parche, pero el resultado alcanzado por Cypronia ofrece a los jugadores de Wii U algo que no pueden encontrar, ofreciendo además un poco de identidad propia con la exploración de islas y su fauna propia. Los pequeños bugs que puede tener, junto con alguna congelación inesperada, hacen que no llegue a brillar, pero también que con una mínima actualización se convierta en un juego notable a tener en cuenta. Además, incluye estadísticas y rankings online para compararnos con el resto de jugadores.