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Costume Quest 2

Halloween, disfraces molones y una aventura temporal en Costume Quest 2.

Costume Quest 2 - Análisis

Costume Quest 2, como su propio nombre indica, nos trae la secuela de un divertido juego de aventuras de Double Fine con toques de rol en el que Halloween y los niños son los protagonistas. Para todos aquellos que hayan disfrutado del primero y su expansión, ahora se van a encontrar justo donde lo dejaron. Pero si eres novato en la franquicia no te preocupes, todo vuelve a ser explicado de nuevo y el principio simplemente puedes situarlo como “la vuelta de unos niños a casa a través de un portal tras una aventura de locura”. Pudiendo elegir entre uno de los hermanos Wren y Reynold como personaje principal, los llevaremos a ambos y a otros niños a lo largo del desarrollo del juego.

Salvando Halloween en Costume Quest 2

La historia nos sitúa en un presente en el que un dentista loco por la limpieza dental ha conseguido el poder de viajar en el tiempo y con ello ha creado una sociedad libre de chuches, Halloween y niños revoltosos. Por suerte, los pequeños héroes pueden utilizar diversos portales para ir viajando a través de distintas épocas para destruir el complot malvado y devolver la fiesta del 31 de Octubre al lugar que le corresponde. Todo esto es la base de una trama infantil llena de humor que no sólo los pequeños pueden disfrutar, algo que en Double Fine saben hacer muy bien.

El viaje de los pequeños se convierte en un juego de aventuras con muchas conversaciones (sin voces pero con textos en castellano), recolección dulces de las casas y la obtención de diferentes cartas y disfraces para equiparse. Estos objetos no sirven sólo como coleccionables, sino que son de utilidad en misiones secundarias - en las que es difícil quedarse atascado por los consejos de los personajes - además de ser una parte importante en los combates.

Costume Quest 2 tiene combates de RPG al estilo Mario & Luigi, en el que los ataques se hacen más potentes si se pulsan los botones en el momento adecuado y lo mismo para recibir menos daño en el momento defensivo. Pero en estos combates no luchan los niños como tal, sino que se transforman en el personaje de su disfraz, ya sea un payaso, una superheroína o incluso Thomas Jefferson, teniendo cada uno de ellos sus propios atributos, ventajas y desventajas y ataques. Hay además una serie de cartas especiales que pueden utilizarse para realizar acciones especiales, aunque no se puede abusar de ellas porque tardan en “recargarse”. Pero nunca va a haber una lucha muy complicada si se domina la pulsación mencionada, siendo el único problema de los combates la caída de frames cuando hay muchos participantes en la batalla (algo que se nota sobre todo al complicarse el momento de pulsación comentado).

Los elementos RPG son escasos y por ello el juego no debe ser comparado con ningún otro que sea del género propiamente dicho. Hay otros momentos de puzle (por llamarlo de alguna manera), en los que hay que tomar decisiones para avanzar sobre todo en misiones secundarias, aunque la dificultad se hace casi nula si se pregunta a otros personajes y se obtiene prácticamente la solución como ya se ha mencionado.

La estética del juego es agradable y claramente infantil, orientada en gran parte a ese tipo de público, pero eso no quita que no pueda ser disfrutado por otra persona, estando de hecho algunos guiños del título más orientados al sector más adulto. Los diversos escenarios están bien distribuidos y son muy variados (la magia de viajar en el tiempo) y la función de patinar/correr se agradece para aligerar el ritmo al recorrerlos.

Costume Quest 2 permite usar el Gamepad y el Pro Controller (con el cual pueden tenerse problemas a veces si se apaga e intentamos volver a la partida si el Gamepad está apagado). Ambos funcionan idénticamente - de hecho en la pantalla adicional se muestra sólo una imagen estática todo el tiempo, aunque una actualización con Off-TV está en camino para solucionar eso. El control por lo demás funciona como debe y es muy sencillo de utilizar, sobre todo en los combates, para que cualquiera pueda manejarse en ellos sin tener que practicar siquiera.

¿Es Costume Quest 2 un juego peor por ser sencillo? Para nada, aunque el jugador más habitual de los RPGs no va a encontrar lo que puede esperar aquí, hay que saber que estamos ante una aventura para todas las edades que viene a ofrecer diversión con un reto sencillo pero no por ello de peor calidad. La duración normal de una partida yendo al lío ronda las 5-6 horas, aunque el número puede casi duplicarse si queremos sacarlo todo y explorar mejor el mundo. No es una cifra muy elevada pero tampoco es mala, y su humor quizá invite a que en el futuro sea candidato a ser rejugado en lugar de permanecer en la biblioteca virtual sin uso tras su finalización.