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Canvaleon

¿Quién dijo que no pintaba nada?

Canvaleon (Wii U) - Análisis

Canvas es un camaleón algo peculiar: Además de ser blanco como la nieve, no puede cambiar de color a voluntad, como podría hacer cualquier otro camaleón del que hayas oído hablar. Por ello, y tal y como pasaba en el cuento que, no lo neguéis, todos hemos escuchado alguna vez en nuestra infancia, “El Patito Feo”, es dado de lado por todos los habitantes de su villa. A excepción de Doodle claro, que veía en su cuerpo blanco un lienzo perfecto para plasmar su arte.

Al igual que en el mentado cuento, llegó el momento en el que Canvas surgiría de su crisálida, revelándose como algo más que lo que todos veían. Cuando una invasión OVNI acaba con todos los vecinos, menos Canvas y Doodle, atrapados, sólo la capacidad de este pintando y el cuerpo de lienzo de nuestro protagonista pueden conseguir la salvación para todos. Y con esta historia tan típica como poco discutida, empieza Canvaleon.

Body Paint y grafitis

Como habréis podido dilucidar de la introducción, una de las mecánicas jugables de Canvaleon es la realización y uso de los camuflajes: a lo largo de los niveles, conseguimos mariposas con las que comprar nuevos camuflajes de la tienda de Doodle, o fabricar pigmentos que luego utilizaremos combinándolos para hacer los nuestros propios.

Cruel destino para las mariposillas en pos de superar el juego

Y esto, en definitiva, nos lleva a la mecánica jugable que impera en el título: usando los camuflajes podemos pegarnos a la pared y pasar desapercibidos entre las hordas de enemigos que pueblan los niveles, cada uno de ellos con unas características de agudeza visual y formas de atacar distintas. Pasar inadvertido es fundamental en la mayoría de los casos, ya que si eres visto, serás atacado de forma inclemente… y eso, para un camaleón que muere de un golpe, es un gran problema.

Sí, porque la gran dificultad de Canvaleon radica precisamente en ello; Canvas es muy débil ante el daño enemigo y sólo es necesario un impacto para acabar con él. Eso hace que los niveles sean un festival de colores en los que camuflarse, carreras huyendo si te detectan… y muertes, evidentemente. No creo que sea exagerar si digo que me han eliminado en el último nivel prácticamente las mismas veces que en todo Dark Souls. Afortunadamente, en el parche se añadieron tres modos de dificultad; uno facilita las cosas añadiendo un radar con los enemigos y otro las complica aún más, pues todo se acaba en cuanto los enemigos te ven. Si, podía ser más difícil.

Dificultad old school… o algo más

Y esta es la principal crítica al título. Puesto que la mecánica de camuflaje funciona (y muy bien, he de añadir), tenemos ante nosotros un videojuego de infiltración puro y duro bajo la máscara de juego de plataformas. Esto ha hecho que en innumerables ocasiones sea malinterpretado, a pesar de los constantes mensajes de que te comportes como en un juego de sigilo, y no de plataformas. Ciertamente, Canvaleon puede llegar a frustrar, pero siempre te da la opción de ir a otro nivel.

Doodle te hablará de vez en cuando en el juego... ¿a alguien le suena?

Lo que sí es criticable, bajo mi punto de vista, es la curva de dificultad. Y es que, al contrario de lo que debería, se hace más fácil a medida que acabas con los jefes debido a que los poderes que te proporcionan ayudan a superar más fácilmente los obstáculos. Sin duda, con el aprendizaje y las nuevas habilidades, todo se vuelve más dinámico, y tenemos que la mecánica de infiltración, a pesar de seguir siendo importante, es una más. Acaba resultando ser de mayor peso el planificar los movimientos y aprender los mapas que simplemente intentar pasar escondido tras los enemigos una y otra vez.

Añadir que es impresionante cómo están implantados estos potenciadores en el diseño de niveles: todos se pueden superar con el poder básico de camuflarse y, sin embargo, todos pueden sacar provecho de los diferentes potenciadores de tal forma que a algún título de la saga The Legend of Zelda se le podría caer la cara de vergüenza, comparativamente hablando.

Con los nuevos poderes se pueden afrontar los niveles de forma más directa