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Assassin´s Creed IV: Black Flag

Analizamos Assassin´s Creed IV: Black Flag para Wii U y os contamos por qué es el mejor Assassin's Creed desde su segunda parte.

Assassin´s Creed IV: Black Flag - Análisis

Nota de la Redacción sobre Assassin´s Creed IV: Back Flag y su análisis: Hace unas semanas os ofrecimos el análisis de este título de Ubisoft en base a una versión de otra plataforma. Hubo polémica respecto a esa decisión, así que hemos procecido a eliminar esa review de nuestra base de datos y ofreceros un texto dedicado a Wii U hecho en base a la versión de la consola de sobremesa de Nintendo. Disculpad las molestias.

Assassin´s Creed IV: Black Flag nos hace viajar al pasado para adentrarnos en pleno s. XVIII, con la bandera pirata ondeando por los mares del Caribe. Pese a tratarse de una franquicia de corte anual, Ubisoft no deja de sorprendernos y nos brinda el mejor Assassin´s Creed desde su segunda entrega, dejando atrás la Guerra de Independencia de los Estados Unidos bajo la tutela de Connor Kenway, una entrega floja que decepcionó, más que gustó.

Ahora, nos enfundaremos el traje de Asesino nuevamente para ponernos en la piel de Edward Kenway, un carismático pirata que deja a su mujer en Inglaterra a la busca de mayores riquezas. Pese a que no se le ha dado tanto bombo como a Connor en su momento, Edward destila una gran simpatía y chulería a partes iguales y, de aparecer en futuras entregas, nos hará olvidar sin duda al bueno de Ezio Auditore. 

Un arsenal contra los templarios

Assassin´s Creed IV: Black Flag nos mete directamente en la historia de Edward sin mayores rodeos, algo que agradezco personalmente. En la tercera entrega, hasta que llegamos a Connor adulto, hay que sufrir varias secuencias con Haytham y la etapa de niño del protagonista. Aquí, tras el naufragio de su navío, Edward llegará nadando a una desértica isla tropical donde desde el primer momento se pondrá el traje de Asesino.

La primera ciudad a la que llegamos es La Habana, un enorme asentamiento portuario (comparada con el tamaño del resto de islas) donde nos infiltraremos en la Orden de los Caballeros del Temple. El afán de Kenway por el oro le hace desconocedor de los peligros que corre hasta que descubre lo que se traen entre manos los Templarios, traicionándolos e iniciando una aventura por su cuenta.

Assassin´s Creed IV black Flag análisis

Entre secuencia y secuencia, el juego seguirá la historia del presente, donde controlaremos a un empleado de Abstergo Entertainment en primera persona y cuya presencia será meramente anecdótica (con referencias a Desmond Miles continuamente). Esto es algo bueno, pues no nos hará despistarnos mucho de la trama principal, la cual sea dicho sea de paso se aleja un poco de la epicidad y el nivel de interés por completarla decae a medida que avanzamos en ella.

Por lo que más destaca este Assassin´s Creed IV: Black Flag es por la grandeza de su entorno, convirtiéndose en el mayor sandbox para Wii U. Al igual que en Zelda: The Wind Waker, el mapeado se divide en más de 50 islas que deberás recorrer en el Jackdaw, un barco afortunadamente más rápido que Mascarón Rojo.

Es sin duda su mayor novedad, ya que nos pasaremos la mayor parte del juego en mar abierto, aunque eso sí, sin obviar las clásicas misiones y exploración por tierra. El Jackdaw será nuestro al poco tiempo de comenzar la partida y, al igual que nuestro personaje, podremos mejorarle estéticamente, con nuevo armamento o reclutando más tripulantes.

El mar está plagado de barcos enemigos y, como buenos piratas, podremos derribarlos para abordarlos, saquearlos y ganar un extra de oro y otros materiales, algo que por otro lado es muy divertido. El control del navío es puramente arcade y no se distancia mucho a lo visto en Assassin´s Creed III: sencillo y fiable. También podremos ejecutar viajes rápidos que nos trasladarán de localización en un abrir y cerrar de ojos.

Assassin´s Creed IV black Flag análisis

Assassin´s Creed IV Black Flag está vivo

Todo esto se completa con un sistema climatológico sinceramente apabullante, con una impresionante transición día-noche. El océano embravecido lleno de tornados y lluvias torrenciales supondrá un punto de inflexión a la hora de afrontar las épicas batallas navales. Añádidle una adecuada dificultad e Inteligencia Artificial; no miento al decir que ha sido el Assassin´s Creed en el que más veces he muerto en combate.

Como veis, la vida en alta mar es un fiel reflejo a la de los piratas en aquella época. Adicionalmente, tendrás centenares de misiones secundarias en la búsqueda de tesoros o la recolección de objetos, junto a actividades pesqueras a manos de un simple minijuego, lo que nos otorgará varias horas extras de diversión.