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Cubit the Robot

Analizamos Cubit the Hardcore Platformer Robot, un título muy especial para la eShop de Nintendo 3DS.

Cubit the Hardcore Platformer Robot - Análisis

Cubit the Hardcore Platformer Robot es el último trabajo de CoderChild, el estudio que tuvo en su día el honor de ser el primero español en lanzar un título en la eShop de Nintendo 3DS, Dress to Play: Cute Witches! Ahora se presenta una propuesta nueva que viene dispuesta a frustrar a más de uno y a tenernos con la consola entre las manos más tiempo del que planeáramos gracias a su simplicidad (se juega con un solo botón) y su tremenda adicción. 

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Este juego nos propone un planteamiento en el que nuestro simpático y adorable robot avanza por sí mismo, y nosotros tenemos que utilizar cualquier botón de los cuatro frontales, o incluso una dirección del pad, para saltar y esquivar todos los enemigos y abismos que aparecen en su camino. Dicha acción se puede hacer de tres maneras: la tradicional, la continuada manteniendo el botón (que salte automáticamente tras caer en el suelo) y el doble salto en el aire. Este último ofrece más variedad de soluciones, ya que provoca que un mismo camino pueda resolverse de varias maneras y que no todo sea tan estricto y sólo haya solución.

La acción en Cubit the Hardcore Platformer Robot se desarrolla en seis niveles, aunque en cada partida sólo se veremos tres de ellos, ya que conforme avanzamos podemos elegir entre dos posibles caminos y según eso se determinará cuáles recorreremos. Cada uno de ellos propone un desafío tematizado, como plataformas que desaparecen al poco tiempo de pisarlas o ir saltando sobre los rayos que nos lanza el jefe final androide. Algunas de estas ideas se combinan entre ellas en algunos momentos, dando lugar a situaciones más complejas y que si superamos harán que nos quedemos enormemente satisfechos.

La dificultad del juego es constante y será la que ampliará su duración durante horas, ya que una vez dominado un camino puede llevarnos cinco minutos. Pero no nos engañemos, esa no es su duración real, ya que al morir muchas veces la duración se multiplica enormemente hasta que completemos todos los caminos. Lo bueno es que podemos perder un número ilimitado de vidas y que continuamos desde el inicio de cada nivel que ya hayamos empezado sin tener que reiniciar el viaje completo. Todo esto es lo que compone el modo Soft del juego, que además nos premia con tres personajes extra tras pasarnos los tres últimos niveles. Si además nos apetece comenzar una partida desde cualquiera de ellos sin tener que empezar desde el principio, podemos hacerlo para volver a experimentar las que más nos hayan gustado.

Cubit the Hardcore Platformer Robot

Luego está el modo Hardcore, el auténtico reto de Cubit the Hardcore Platformer Robot y el que crea sobre todo esa relación amor-odio con el juego. Disponemos de tres vidas para llegar hasta el final de cualquiera de los caminos y, aunque tenemos checkpoints en cada nueva fase, el número de intentos limitado puede alterar a más de uno a la par que supone un aliciente para volver a probar hasta que lo consigamos. Aquí se añaden además unas estrellas coleccionables (una por nivel) situadas en lugares que nos obligan a realizar saltos más apurados o a ir por rutas más complejas, y tras tenerlas todas nos recompensarán con el último personaje desbloqueable. También hay una reliquia unépica por el camino que nos premiará con una cara conocida, aunque no es la única que veremos en esta aventura.

Como extras tenemos seis personajes diferentes que manejar (que obtendremos de las maneras ya mencionadas), así como la opción de escuchar la música de las fases del juego, bastante “chinchimpum” y que encaja perfectamente con el estilo adictivo del título. Luego existen una serie de desafíos, veinticuatro concretamente, que a modo de logros nos invitan a completar el juego de diferentes maneras y a jugar – y morir – mucho. Ya según el tipo de jugador que seamos completar todo puede llevarnos cerca de las cinco horas o aumentar considerablemente hasta las diez. Si bien la experiencia puede ser frustrante como ya se ha dicho, no llega al punto de hacerse odiable y los jugadores acostumbrados a plataformas jugarán una y otra vez para sacar una gran puntuación en el ranking y los menos duchos pueden conseguir con más paciencia todos los desafíos también.

Los más expertos pueden poner el grito en el cielo si completan en poco tiempo el juego, pero cabe destacar que la sensación es gratificante y adictiva y, sobre todo, divertida, algo que muchas veces en grandes triple A no se consigue alargando la duración con pasillos llenos de aburrimiento y que sólo son un enlace entre vídeo y vídeo. Aquí la experiencia engancha, atrapa, y gracias al formato portátil, siempre es un buen momento para echarse un Cubit… bueno, quien dice un rato puede decir un buen puñado de minutos si dejamos que nos atrape (algo que no es desagradable).

Cubit the Hardcore Platformer Robot

En definitiva, el trabajo realizado por David Márquez de la Cruz (sí, todo está hecho por una persona)en Cubit the Hardcore Platformer Robot es brillante para el formato escogido, con un precio bastante atractivo. Gráficamente no es la panacea, pero los elementos presentados son simpáticos y se distinguen bien - es más, queda incluso mejor que algo más complejo. Una pequeña y adictiva propuesta “made in Spain” que merece ocupar un lugar en la tarjeta SD de nuestra Nintendo 3DS.