Desarrolladores británicos en rebeldía contra el secretismo en WiiWare
Quieren publicar sus ventas.
Desde que WiiWare se puso en marcha, hace casi cuatro años, la política de información ha sido muy restrictiva y uniforme. Los desarrolladores no pueden decir, por ejemplo, cuánto pesan sus juegos, el precio de venta con antelación, los ingresos recibidos o cuántas unidades han vendido de cada software.
Precisamente por violar esta última restricción, el pequeño estudio británico Icon Games saltó a las portadas a principios de año. Difundió en su blog el número de ventas de sus 4 juegos para WiiWare, que superan las 40.000 copias, junto al resto de sus productos para otras consolas. Sin embargo, días más tarde tuvo que retirar la información a petición de Nintendo.
El caso ha servido para reabrir una vieja polémica que continúa en la eShop de Nintendo 3DS. La asociación de desarrolladores de software británicos (TIGA por sus siglas en inglés) ha emitido un comunicado en el que pregunta a la compañía de Iwata por qué toma este tipo de medidas e intercede por la transparencia para que los pequeños estudios puedan hablar libremente de la distribución de los títulos de los que son responsables.
Según TIGA, los estudios necesitan difundir cierta información entre otros segmentos para ser más competitivos. Por ejemplo, ¿con qué cifras de ventas respalda una pequeña compañía su trabajo anterior a la hora de pedir un préstamo a un banco para un proyecto futuro más grande?
"Tenemos que permitir a los desarrolladores indie y a los editores digital establecer y ensanchar un negocio fuerte, sostenible e independiente. Si los desarrolladores indie tienen que crear negocios eficientes, entonces necesitan poder compartir los datos de ventas y de descargas de juegos con varios agentes externos. Es necesario para facilitar la planificación de su negocio y de su financiación, hacer más sencillo su acceso al crédito y contratar personal".
El presidente de TIGA, Richard Wildson, ha participado en la elaboración de este documento, que también cuenta con declaraciones del director de Icon Games, Richard Hill-Whittall. Wildson pide expresamente a Nintendo que "ofrezca una respuesta pública a los puntos que señala Icon Games para aclarar su posición".
Demandan tener la potestad para decidir cuándo publican las cifras de ventas de sus propios juegos, distribuidos a través de WiiWare. "Los editores globales tienen que entender que los desarrolladores quieren gestionar sus negocios de forma profesional", apostilla Hill-Whittall.
Ninguna de las divisiones de Nintendo ha respondido a este comunicado. Aunque es un tema que ha surgido de forma puntual en varias ocasiones durante los últimos años, es la primera vez que cuenta con el respaldo del colectivo de desarrolladores de un país, en este caso, del tercer mayor productor de videojuegos.
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