Travis tuvo que morir

Han pasado más de siete años y varios desarrollos, pero No More Heroes sigue persiguiendo a Goichi Suda allá donde va. Gran parte de la culpa la tiene Travis Touchdown, el protagonista de esta cruel historia, que se salvó de la muerte en el último momento. 

Tras luchar y luchar contra todo tipo de enemigos armados con un arsenal inhumano, tras sobrevivir a durísimas caídas de moto, tras sufrir bajo el sol californiano el acoso de una mujer fatal. Tras vivir de todo para llegar a convertirse en el número uno del ranking de asesinos de la UAA Travis tuvo que morir. Y no de una forma cualquiera.

El creador japonés se ha reunido con sus antiguos compañeros de Grasshoppers para recordar junto a Gamesradar cómo fue la concepción y la creación de la que sigue siendo su ópera prima. Ha vuelvo a hablar de cómo le conquistó el Wiimote y le hizo pasarlo de Xbox 360 a Wii, de la relación con Nintendo y lo poco que les preocupaba el alto nivel de violencia del título, del bajo presupuesto y las cosas que no pudieron introducir por falta de tiempo y de los cambios de última hora en el guión. 

Cambios como sacar la batalla de Let´s Shake de la trama de la lista de asesinos. O como perdonarle la vida a Travis. El texto original decía que sí iba a lograr su meta, que iba a convertirse en el número uno al derrotar a cada rival que se cruzase en su camino. Pero que al final, cuando todo estuviera terminado iba a acabar con su vida ella, Sylvia. Utilizando sus atributos sexuales, Sylvia logró que Travis hiciera lo que ella quiso en cada momento, pero tenía guardada una bala para él, la última. 

Al final, como es sabido, la idea cambió y Suda se dio a sí mismo el privilegio de crear una secuela No More Heroes 2. Es la única vez que ha hecho eso en su carrera. Pero no niega que lo volvería a hacer. Reconoce que Travis puede volver en cualquier momento, que su descanso es sano y puede estar diez años dormido y no pasar de moda, tan solo hay que esperar al momento exacto para recuperarlo.

Estuvo a punto de morir, pero eso le hizo más fuerte.