'El Gamepad ayudó a mi hija casi ciega a jugar a su primer videojuego'
Un padre cuenta cómo rompió otra barrera con New Super Luigi U.
Wii tardó poco tiempo en hacerse un hueco en las noticias como "aparato saludable". Su capacidad de levantar a la gente del sofá para jugar a Wii Sports o hacer deporte con Wii Fit inspiró decenas de reportajes en revistas, periódicos y televisión. Pero, ¿tiene algún beneficio social Wii U?
Para Jennifer sí. La pantalla del Wii U Gamepad ha sido la única forma de poder jugar videojuegos tradicionales en familia. Por eso su padre, emocionado, ha querido compartirlo con el mundo en zenspath y en YouTube para celebrar este pequeño gran hito.
Esta niña estadounidense nació antes de tiempo y entre otros problemas sufre una ceguera casi total (retinopatía del prematuro de nivel 4). Solo puede ver plantando la cara sobre eso a lo que mira, en caso de una televisión tiene que poner la cara junto al cristal, así que nada de poder jugar en una pantalla grande corriente o en una pequeña táctil.
El equipo de Jennifer: Wii U Gamepad + Wiimote + Caco Gazapo
Hasta ahora, Jennifer no jugaba a videojuegos excepto a algunos especiales adaptados a discapacitados. A su ceguera hay que sumar la falta de práctica que hacía que cualquier intento por jugar resultase frustrante incluso con su pequeña tele.
La última pieza de este complicado puzle ha sido New Super Luigi U. En el plataformas de Wii U el jugador puede escoger a Caco Gazapo, un malo de New Super Mario Bros. U reconvertido a compañero. Su peculiaridad es que ni puede morir ni puede matar enemigos, solo pierde cuando se cae por un precipio, es decir, es un personaje creado para aprender a jugar y cogerle el ritmo a las plataformas.
La unión de todos estos elementos es la que ha cambiado la vida en la casa, dice el padre de la niña. Mientras toda la familia juega mirando a la tele, Jennifer les acompaña controlando a Caco Gazapo con un Wiimote y la mirada fija en la pantalla del Wii U Gamepad. Adiós a su falta de visión, adiós a su frustración.
No es perfecto, tampoco es fácil, pero una niña ha logrado borrar por unos instantes el significado a la palabra discapacidad.