Wii U sigue vendiéndose con pérdidas
¿Hay posibilidad real de una rebaja en esas condiciones?
Mientras analistas, jugadores que comentan por Internet y algún directivo como Ives Guillemot piden a Nintendo una rebaja del precio de Wii U para mejorar sus ventas, la compañía de Kioto ha puesto al día la relación gasto ingreso de su última sobremesa: negativa.
Al precio actual, Nintendo sigue perdiendo dinero por cada Wii U que se vende. Lo ha confirmado un representante y portavoz de la empresa para la web de la industria del videojuego GamesIndustry. Históricamente, la directiva ha utilizado para este cálculo el coste unitario tradicional (lo que se gastan por consola en diseño, fabricación y distribución) más la proporción del gasto en publicidad y márketing que se le podría asignar a cada unidad producida.
El abandono en lanzamientos y publicidad que Nintendo ha hecho de Wii U durante seis meses ha provecado un registro de distribución muy malo, especialmente en Europa, que sin embargo no ha impactado de forma negativa en el resultado precisamente porque Nintendo pierde con cada consola vendida. Pero se trata de un círculo vicioso: para mejorar la rentabilidad y lograr beneficio por unidad, Nintendo necesita que bajen los costes de la tecnología (por obsolescencia) y también aumentar la demanda para lograr mejores condiciones de sus proveedores, algo que no va a tener hasta que aumenten las ventas, asumiendo esa pérdida por unidad.
¿Se puede considerar por tanto una rebaja del precio de Wii U en estas condiciones? De producirse, la directiva pone en riesgo el beneficio esperado, la gran promesa de Satoru Iwata para sus accionistas este año, ya que se venderían más consolas y con cada unidad aumentaría la pérdida más y más. Esta cadena se rompe sin esperar a la bajada de costes compensando dicha pérdida con mayores ventas de software. Por tanto, Nintendo debe plantearse si las pérdidas adicionales de la rebaja van a convertirse en rentabilidad por vender muchos más juegos o porque así se impulsa la reducción de costes de fabricación vía mayor demanda.
Esta no es exactamente igual a la estrategia seguida con Nintendo 3DS, ya que la rebaja de la portátil hizo pasar el resultado unitario del positivo al negativo, obligando a Nintendo a vender mucho más hasta que ha vuelto a tener beneficio por consola vendida. La respuesta solo la tiene Satoru Iwata.
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