Portada » Análisis » Thomas was alone

Thomas Was Alone

Únete a Thomas en una aventura acompañado de carismáticos polígonos.

Thomas was alone - Análisis

Thomas Was Alone vuelve a traer a la eShop de Wii U el trabajo de un desarrollador con grandes ideas y la mano de obra de Curve Studios en su port, tal y como ya había ocurrido con Lone Survivor. Al igual que en el otro título mencionado, aquí nos encontramos ante una edición que tiene más extras que la original, en este caso una precuela en forma de expansión con más niveles y nuevas mecánicas. Y cuidado con las primeras apariencias, hay que ver más allá de la simpleza para darse cuenta de que no se trata de un juego del montón, sino todo lo contrario, lo que ha conseguido Mike Bithell es digno de admiración.

Acabando con la soledad Thomas 

En este juego comenzamos el viaje de Thomas, una entidad de inteligencia artificial representada por un pequeño rectángulo rojo, pero poco a poco su viaje dejará de ser en solitario y se le unirán otros como John o Laura, al mismo tiempo que van ganando conciencia y se van preguntando más cosas. Cada uno de ellos está representado por una forma y color distintos a los de Thomas, además de que la personalidad y habilidad de cada uno de ellos es diferente. Si quieres jugar simplemente y el trasfondo carismático te importa poco, pueden desactivarse los diálogos, o si quieres más información sobre el juego  puedes activar unos comentarios adicionales también.

Thomas Was Alone se desarrolla a través de diversos niveles en los que hay que llegar a un punto final para colocar allí a los distintos polígonos que manejemos. Alcanzar dicho final será sencillo al principio, pero luego poco a poco - al tener más compañeros y complicarse los niveles - hay que hacer uso de las distintas habilidades de cada miembro del equipo de una manera similar a Lost Vikings, haciendo que por ejemplo uno tenga que subirse sobre otro o bien haya alguien que pulse un botón para que el resto pueda pasar. Por ejemplo, John salta muy alto y además es más largo, mientras que Chris es pequeño y su salto es limitado - lo que hará que tenga que ir por huecos o subirse en otros para alcanzar más altura.

Los personajes están bien diferenciados y existe una buena mecánica para que haya que aprovechar sus habilidades, incluso aunque sea caer hacia arriba en lugar de hacia abajo. Manejamos a los personajes uno a uno, pudiendo cambiar entre ellos con L y R o bien pulsando en la esquina inferior derecha del Gamepad, mando con el que se ve lo mismo que en el televisor (haciendo así un uso evidente del Off-TV). Además de este mando, puede utilizarse el Pro Controller si así se prefiere.

El planteamiento del juego hace que sea ideal para partidas cortas o largas según nos interese, ya que cada fase puede completarse en muy pocos minutos - aunque bien es cierto que en puntos adelantados de la aventura puede que ese tiempo crezca sobre todo si tenemos que pensar más o hemos fallado en el planteamiento para llegar al final. En total hay unas 100 fases divididas en diez capítulos que pueden superarse en unas 6-10 horas dependiendo de cada uno. La rejugabilidad está siempre presente, y la curva de dificultad está muy bien conseguida con la introducción progresiva de los distintos personajes de manera que no aparece uno nuevo hasta que no dominamos al último en llegar.

El diseño de los personajes y escenarios es obviamente muy sencillo, aunque no por ello quiere decir que sean malos o monótonos, al contrario, la creatividad se deja ver en la colocación de elementos estructurada de forma muy interesante en los diferentes lugares por los que tenemos que pasar y saltar. La voz de Danny Wallace, que hace de narrador, hace que resulte más interesante lo que está ocurriendo y le da el toque de encanto justo, una interpretación que fue premiada con un BAFTA en el pasado. Aunque las voces están en inglés, los subtítulos que acompañan a las frases están en completo castellano permitiendo así que los menos duchos en este idioma puedan descubrir esta curiosa historia. Sin embargo, no hay texto que acompañe a los comentarios del creador, por lo que esa información adicional de Making Of queda en oídos de los que tengan cierto  nivel de listening.

Pareciendo simple, Thomas Was Alone es de esos indies que pega un golpe sobre la mesa para demostrar que más capacidad técnica y presupuesto no son los elementos que hacen una experiencia divertida, sino que eso se consigue con una jugabilidad adictiva y un desarrollo bien estructurado. La narración aporta un carisma único a los personajes, por lo que la experiencia de arcade puro puede ganar un trasfondo interesante y así jugar como más nos guste. Un interesante añadido a la eShop que merece como mínimo ser conocido por todos los usuarios.