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The Legend Of Zelda: Skyward Sword

¿Es The Legend of Zelda: Skyward Sword un juego redondo, sin fisuras? ¿Es este Zelda superior a Ocarina of Time? ¿Es este Zelda el mejor Zelda de todos? ¿Es el juego perfecto? Sigue leyendo para descubrirlo.

The Legend of Zelda: Skyward Sword - Análisis

No, no lo es. Pero entonces, ¿por qué un diez?

A medida que juegas he ido encontrando cosas que no me han gustado, detalles que me hubiera gustado mejorar o pequeñas carencias técnicas, sin duda propiciadas por nuestra percepción distorsionada a raíz del resto de sistemas domésticos. Sin embargo, es cierto que esos detalles que me han hecho arrugar el rostro, vistos con perspectiva, corresponden al especial cariño que le tengo a la saga de Zelda, que me hace mirarlo todo con una lupa de muchos aumentos.

La verdad indiscutible es que Skyward Sword es un juego que no para de asombrar. Es como cuando juegas a Super Mario Galaxy y cada estrella te hace sonreír y dar un bote en el asiento. Este Zelda cambia constantemente el compás, llevándote por un camino y luego haciendo un quiebro de cintura, proponiéndote una situación completamente diferente al segundo siguiente. Es un juego que es imposible que aburra porque te mueres de ganas por saber qué es lo siguiente que esconde. Qué nuevos usos le han dado a las bombas, qué nuevo objeto te darán (especialmente el escarabajo, que dota a los escenarios de mucha más verticalidad) o, sencillamente cómo va a ser el próximo enfrentamiento con la espada. Y permitidme que os hable de esto más detenidamente.

Análisis Zelda Skyward Sword

Este Zelda es el Zelda del Wiimote dorado, de empuñar nosotros mismos la Espada Maestra para acabar con el Mal. Es el juego que hará que en los enfrentamientos importantes os levantéis de la silla porque el cuerpo os lo pida. Skyward Sword nos hace sentir como caballeros de brillante armadura y nos invita a lanzarnos al combate, a estudiar al enemigo y atacar rápidamente cuando encontremos un hueco en sus defensas. Si vais a lo loco, moriréis. Si pensáis que este es como juegos anteriores en los que vale con acercarse y aporrear el botón hasta hacer morder el polvo al esqueleto de turno, estáis muy equivocados. Aquí los esqueletos se protegen y contraatacan, hacen mucho más daño y sacan brazos extra para que sea mucho más complicado acabar con ellos. De acuerdo, la mayoría de enemigos no son muy activos ofensivamente hablando, no te rodean y se ponen a dar sablazos de forma inmisericorde, pero tus errores se penalizan y hay que saber cuándo y cómo atacar para no acabar de bruces en el suelo y pisoteados.