Portada » Análisis » The Legend of Zelda: Majora´s Mask 3D

The Legend Of Zelda: Majora's Mask 3D

The Legend of Zelda: Majora's Mask 3D vuelve con su enigmática propuesta a situarse en el olimpo de los videojuegos.

The Legend of Zelda: Majora´s Mask 3D - Análisis

Han pasado casi 15 años desde que The Legend of Zelda: Majora´s Mask viera la luz en la ya extinta Nintendo 64. La alargada sombra de The Legend of Zelda: Ocarina of Time y las horas bajas en las que se encontraba la máquina cuando fue lanzado, hizo que Majora´s Mask pasase un poco desapercibido entre el público. Pero los que pudimos jugarlo en su momento, rápidamente quedamos encandilados ante su original y particular propuesta, alejándose completamente del mundo de Hyrule. Ahora, The Legend of Zelda: Majora´s Mask 3D llega a Nintendo 3DS para potenciar esas sensaciones que ningún otro título de la franquicia hasta ahora ha sabido transmitirme. El hecho de que Términa pudiera destruirse en 72 horas por culpa de la luna daba lugar a una sensación frenética como pocas, quedando desde entonces grabado ese momento en mi retina de jugador. The Legend of Zelda: Majora´s Mask 3D mantiene la misma base que el original pero renovando completamente su apartado gráfico, depurando los controles y reajustando y modificando algunos que otros elementos que desgranaremos a continuación. ¿Estás preparado para salvar Términa de los poderes de Skull Kid y la máscara de Majora?

El poder embrujado de la máscara de Majora

The Legend of Zelda: Majora´s Mask 3D tiene el honor de ser uno de esos pocos juegos que ha conseguido la unanimidad por parte de los fans para su remasterización. Tras hacerse mucho de rogar, Nintendo publicará el 13 de febrero un remake de una obra atemporal, un título que, pese a haberse lanzado en el ya lejano año 2000, sigue fresco y más vivo que nunca. La adaptación al hardware de Nintendo 3DS ha hecho que disfrute como nunca de The Legend of Zelda: Majora´s Mask, con un aspecto gráfico magnífico y una serie de novedades que le sientan como anillo al dedo. Pero, antes de enumeraros todas las características renovadas de este remake, os pondré en antecedentes con una historia desconocida por todos aquellos que no lo han jugado.

A pesar de que en la saga The Legend of Zelda cada disco o cartucho sea independiente, éste es uno de los pocos juegos de la serie que continúan los hechos acontecidos en un título anterior, siendo secuela directa del aclamado The Legend of Zelda: Ocarina of Time. Tras acabar con Ganondorf y ser devuelto a su infancia, Link decide abandonar Hyrule a lomos de su yegua Epona para tratar de buscar a un viejo amigo perdido. Vagando por medio del oscuro Bosque Perdido en la región de Términa, hay un ser que no para de observarle… Skull Kid. Este personaje, acompañado de las hadas hermanas Taya y Tael, embiste a Link robándole la Ocarina del Tiempo y, unos segundos más tarde, deshaciéndose de Epona. Por si fuera poco, Skull Kid, portador de la máscara de Majora, utiliza todo su poder para transformar a Link en Deku. Qué mal pintan las cosas para el Héroe del Tiempo, ¿verdad?

Todo va a peor cuando Link descubre que la luna colisionará con Términa en apenas 72 horas, dando lugar así a una lucha contrarreloj para salvar el mundo del malvado Skull Kid. Debido a estos acontecimientos, nuestro héroe conoce al Vendedor de Máscaras, el cual le cuenta que también fue víctima de este ser, robándole la máscara de Majora y pidiéndole a Link que la recupere sea como sea.

El primer tramo de The Legend of Zelda: Majora´s Mask 3D es una especie de breve tutorial en donde comprendemos y vivimos los primeros compases de la obra. Acompañados de Taya quien tratará de recuperar a su hermano, vemos cómo funciona el ciclo de tiempo de 3 días que equivalen a unos 54 minutos de tiempo real. Emprenderemos un viaje a lo largo de cuatro grandes extensiones con sus respectivas mazmorras para salvar a Términa de la destrucción. Como comenté anteriormente, el tiempo juega un papel esencial en The Legend of Zelda: Majora´s Mask 3D, ya que tenemos que calcular y medirlo todo muy bien para completar todas las acciones antes de que se acabe. De lo contrario, al tocar la Canción del Tiempo con nuestra Ocarina y, regresar al pasado, perderemos progresos sin completar, munición e incluso algunos objetos.

Novedades de un remake inmejorable

El tiempo juega un papel vital en esta entrega como ya advertí. Pero no nos desesperemos, ya que gracias a la Ocarina podemos hacer que éste fluya más lento con la Canción del Tiempo Invertida, obteniendo así una mayor duración real de los días. Si en cambio se da el caso de que necesitamos adelantarlo, bastará con tocar la melodía Canción del Doble Tiempo y elegir la hora del día actual hasta la que transcurrir. He aquí una de las pequeñas novedades de The Legend of Zelda: Majora´s Mask 3D, pues en la versión de N64, al interpretar esta última, únicamente alternábamos entre la medianoche y el amanecer del día siguiente. Al seleccionar la hora deseada, es más sencillo y rápido completar los eventos que sólo tienen lugar en algunos momentos.

Y es que, si por algo destaca The Legend of Zelda: Majora´s Mask 3D, principalmente es por la cantidad ingente de misiones y personajes secundarios que realizar y ayudar respectivamente. Si nunca antes habías jugado a este título te preguntarás, ¿y cómo voy a recordar todos los eventos que me quedan pendientes? Pues con el renovado Cuaderno de los Bomber. Pulsando el botón Start se despliega ante nosotros una lista de eventos completados y todavía sin finalizar. Esta herramienta es muy útil, ya que por fin esta agenda tiene una utilidad real y nos muestra detalladamente cada actividad. De hecho, tenemos la opción de activar una alarma para que Taya nos avise a la hora que comienza el evento seleccionado. Una mejora que me ha parecido tremendamente atractiva y nos evita que perdamos más de una vez el norte en Términa.

Hablando de perder el norte y, como ya hizo Nintendo en The Legend of Zelda: Ocarina of Time 3D, las piedras Sheikah regresan para darnos pistas visuales acerca donde continuar la aventura. Tranquilos, las novedades no acaban aquí. El paso de sobremesa a portátil ha obligado a la compañía japonesa a modificar el sistema de guardado, ya que naturalmente en 3DS se suelen dar partidas más cortas y esto no casaba bien con el planteamiento de The Legend of Zelda: Majora´s Mask. Ahora las estatuas de búho sirven para guardar de forma permanente el juego y no temporal como sucedía, evitando así tocar la Canción del Tiempo y perder todos los progresos que habíamos conseguido hasta el momento. Incluso han sufrido otra distribución en el mapa aún más accesible. Como veis, todos los cambios efectuados hasta el momento buscan ante todo la optimización de las partidas cortas y la ayuda al jugador menos intensivo, diluyendo así un poco la ansiedad y la desorientación que provocaba el original al comienzo mayoritariamente. Cuestión de gustos.

Donde más satisfecho me encuentro con The Legend of Zelda: Majora´s Mask 3D (además del apartado gráfico) es en el control, más accesible, práctico y preciso que nunca. Toda la interfaz y el inventario al completo están situados ahora en la pantalla táctil, pudiendo acceder a cualquier ítem con dos míseras pulsaciones. Digo míseras porque soy de los frustrados que acabaron hartos ante el engorroso sistema de ir pausando cada momento la partida en Nintendo 64 para intercambiar entre los objetos, la Ocarina o las máscaras. Y el mapa, una delicia tenerlo tan a mano en el centro de la pantalla inferior. Quizás para mí la novedad más necesaria de todas.

Como ya he mencionado, el apuntado se ha renovado mucho más preciso y se nota una barbaridad, aunque recomiendo desactivar desde el menú el sensor de movimiento o eso será un caos. Para los usuarios de New Nintendo 3DS y el Botón Deslizante Pro, el segundo stick sirve para controlar libremente la cámara y se agradece, pese a no desmerecer el control normal. El trabajo en este aspecto es donde más se ha beneficiado el remake, un control bien sencillo y sin grandes alardes que podrán disfrutar todo tipo de usuarios.