Tengami
Un haiku hecho videojuego.
Tengami - Análisis
En este último tramo de 2014 la eShop de Wii U está viviendo su propia gran ola de Kanagawa. Un chorreo semanal de Nindies (indies en Nintendo) que, a su modo y estilo, aporta calidad a un catálogo digital rebosante de talento como también es el caso de Tengami, la ópera prima de los ex de Rare, Nyamyam.
Flor de cerezo,
En Tengami nos encontramos ante un haiku (poema breve japonés) convertido en videojuego, con todas las consecuencias que esto implica. De este modo, su historia se sustenta en tres capítulos principales que vienen a ser los tres versos que componen estos característicos poemas. Un relato sencillo, que no simplista, que empieza con el viaje de un samurái en su búsqueda de tres flores de cerezo, necesarias para devolver la vitalidad al árbol que les dio origen. Como en los haiku, su ambiguo significado dependerá de la interpretación de cada uno.
Pero si la historia, si es que se la puede considerar como tal, es un homenaje a la cultura japonesa, su apartado visual no es lo menos. Tengami nos invita a colarnos dentro de una preciosa xilografía japonesa (o Ukiyo-e) tridimensional. Las tres dimensiones que aportan los libros infantiles pop-up.
Una aventura sosegada hasta tal punto que parece haber sido creada para jugar acurrucado en la cama; de las de point and click, pero acorde con la sencillez del resto del juego; de las que se basan en la resolución de puzles para avanzar y le sacan partido al peculiar entorno pop-up de Tengami.
cuco, luna, la nieve
En este sentido, los puzles se dividen en dos partes. Por un lado están los que hay que desplegar o arrastrar el decorado que sirve de entorno para poder seguir avanzando por nuestro camino. Puzles generalmente bastante sencillos. Mientras que por el otro lado están los rompecabezas más tradicionales que tienes que solucionarlos hallando la solución de forma táctil o recopilando las pistas repartidas por el escenario desplegable. Tampoco son puzles que supongan un gran reto.
Como no podía ser de otro modo, superar estos rompecabezas será de vital importancia para poder proseguir con la aventura, pues al fin y al cabo Tengami es un juego lineal, hasta el punto de que, salvo en contados puzles, no necesitarás dar dos pasos hacía atrás o ni tendrás la necesidad de explorar los poco explorables escenarios. Bueno, en este sentido si bien han repartido por cada nivel unos sellos para Miiverse, hacerse con ellos no supone ni un gran reto (suelen estar a la vista) ni tampoco rompe la citada linealidad del juego.
Pero volviendo a la faceta artística de Tengami, es imposible no hablar de su banda sonora compuesta por David Wise. El compositor, entre otros, de los Donkey Kong Country ha hecho un trabajo exquisito creando melodías que se fusionan perfectamente con los paisajes nipones, repletas de elementos sintoístas pero dándole un toque occidental que le sienta de maravilla.
y acaba el año
Aunque en Tengami no todo es belleza e ingenio, porque si bien su ritmo pausado y su linealidad pueden gustar más o menos, no es así si hablamos de las ralentizaciones que en ocasiones sufre el juego cuando nos vemos por el escenario, clicando con nuestro Stylus. Y esto algo que resulta llamativo porque el juego de Nyamyam tampoco es que se predique por tener unos niveles demasiado extensos o porque estos tengan una gran carga poligonal, más bien todo lo contrario.
Pero comparado con la gran losa Tengami, esas pequeñas ralentizaciones puntales se quedan en nimiedades. Porque el gran problema de esta nueva propuesta para la eShop radica en su duración. Los 90 minutos que tardamos en completarlo saben a poco, a muy poco. Sumado a su precio oficial de 7,99€, estos problemas pueden espantar a muchos de sus posibles compradores, aun estando traducido al castellano.
En conclusión, Tengami es un juego que entra por lo ojos, con un planteamiento original y que se ha adaptado como un guante al Wii U GamePad y al Off-TV pero que, como un buen haiku japonés, termina siendo demasiado escueto de duración y al final no todo el mundo podrá apreciarlo del mismo modo.