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Spore Héroes (Spore Hero)

Creando criaturas a golpe de wiimote.

Spore Héroes - Análisis


Explorando el mundo

A nivel visual, el juego cumple bastante bien. El diseño de las criaturas es de lo más carismático y divertido, y no podremos evitar esbozar una sonrisa con sus animaciones, aspecto y diálogos. El juego ha sido pensado para contentar a los jugadores más jóvenes, y lo logrará en gran medida por medio de ese encanto que despide por todas partes.

El diseño de los niveles se lleva la peor parte con diferencia. Son muy agradables a la vista, y recuerdan poderosamente a los escenarios de World of Warcraft, pero pueden llegar a ser tan confusos que pueden frustrar al jugador. Con esto me refiero especialmente al nivel de la cueva, un escenario especialmente lioso y en el que nos resultará muy difícil orientarnos. Tampoco podremos contar con la ayuda del mapa del menú pausa, que pretende ser más una representación artística que una verdadera herramienta para guiarnos. Una vez superemos esta tediosa prueba, el resto de niveles del juego son bastante sencillos de superar, y de hecho la dificultad decrecerá progresivamente conforme vayamos avanzando en la aventura.



Respecto al desarrollo del juego, se le pueden achacar algunas pegas bastante serias. Aparte de la ya mencionada mala calibración de la dificultad, está el hecho de que estamos ante una aventura muy corta. Un jugador medianamente hábil superará sus seis niveles en unas diez horas de juego. Bastante menos si no se lía en la cueva. Tampoco podemos obviar que se vuelve repetitivo al obligarnos a superar los mismos cinco tipos de minijuegos una y otra vez.

A nivel técnico tiene defectos serios. El peor de todos son las caídas constantes de framerate, y otro, aunque menos molesto, es la notable carencia en las animaciones de las criaturas alejadas de cámara. Si otro ser está a más de 20 metros aproximadamente de la vista del jugador sus animaciones se volverán robóticas, en un intento desesperado de ahorrar los contados recursos de Wii.


Perdiendo el tiempo

Hablemos de los minijuegos. Son cinco: combate, baile, canto, carreras y poses. Nos enfrentaremos a otras criaturas en estas pruebas a lo largo de la aventura conforme la situación lo requiera a cambio de desbloquear nuevas misiones y piezas. Tras haberlas probado a fondo puedo decir que, exceptuando el combate, todos los minijuegos son muy flojos, y terminaremos entrando en ellos con hastío. El baile consiste en agitar wiimando y nunchuk al ritmo establecido, sin embargo no nos dirán cuál tenemos que mover hasta el momento en que tengamos que hacerlo, y en general la experiencia resultará aburrida. Algo parecido sucederá con canto y poses.

Las carreras dependerán más de nuestra suerte que de nuestra pericia. En ellas recorreremos un camino prefijado mientras esquivamos saltando obstáculos y rocas rodantes. Si una roca va deslizándose por el suelo tendremos que saltarla para eludirla, pero si va rebotando contra el suelo la cosa cambia. Por probabilidad, lo mejor es no saltar, pero aún así existe una probabilidad no muy baja de que nos acierte de todas formas. Suerte que el rival nunca es demasiado bueno en la prueba, y a poco que seamos capaz de eludir las rocas completaremos la prueba con éxito.



Los combates son lo mejor con diferencia. A pesar de que es uno de los puntos del juego donde más se acusan las ralentizaciones, es una de las experiencias más gratificantes del juego. Y lo es, no sólo por su ágil sistema de combate, sino porque será el momento donde mejor saborearemos el equilibrio que hayamos logrado entre poder y belleza con nuestra criatura. Las habilidades que hayamos implantado en nuestro héroe se convertirán en catálogo de movimientos de lucha. Unas buenas alas nos darán ataques aéreos, unas piernas fuertes repercutirán en cargas más poderosas, unas mandíbulas de dragón nos permitirán realizar combos de mordiscos más largos.

Estas pruebas tienen su propio modo de juego aparte de la aventura principal. Podremos jugar combates contra la CPU o un amigo en la misma consola utilizando monstruos predefinidos, el héroe creado durante la campaña, o criaturas diseñadas por nosotros en la Sporepedia utilizando las piezas desbloqueadas en la aventura. Aquí hubiera venido de perlas una funcionalidad online para compartir monstruos a través de internet o luchar en red, pero como viene siendo demasiado habitual en Wii esta posibilidad ha sido ignorada y por tanto se ha perdido una estupenda oportunidad.


Conclusiones

Spore Héroes, a pesar de sus carencias, es un juego bastante entretenido y bien resuelto. Ha sido claramente pensado para satisfacer a los más pequeños gracias a sus simpáticos personajes y al editor de criaturas que disparará su imaginación. Para un jugador experimentado se quedará corto en todos los sentidos debido a su corto desarrollo, su simplicidad (salvo algún pico de dificultad desmedido) y sus repetitivas pruebas. Es por estas graves faltas que no podemos considerarlo un juego realmente notable, aunque parte de buenas ideas.